Parece que en los últimos meses
la dama de negro, la no deseada muerte, se está llevando a muchos artistas y
gente intelectual. Claro que como a todos, nos llega la hora y hay edades que
ya no perdonan.
Sara Montiel, el nombre artístico
bajo el que se refugiaba María Antonia Abad Fernández, nació en Campo de Criptana,
Ciudad Real el 10 de marzo de 1928 y ha fallecido el 8 de abril de este año. Fue
actriz de cine y cantante. Debido al tiempo vivido en México, poseía la doble
nacionalidad: Española y Mexicana.
¿Qué se puede comentar de Sara
Montiel que no se haya dicho ya? Incluso aquello que no era cierto, porque ya
se sabe, que la envidia es muy mala y hablar por hablar, en este país, es el
deporte nacional.
Sara Montiel tenía los ojos más
impactantes y seductores, como española de buena casta, incluso de mayor. Fue
atrevida en su época y vivió la vida como quiso incluso bajo la presión de esos
malos periodistas que no tienen otra cosa que hacer que meterse en la vida
ajena, sin contar con los críticos de tercera fila.
Su primera intervención en el cine
lo hizo con 16 años en la película: Te quiero para mí (1944) y sería a partir
de la película: Empezó en boda, dónde se auto bautizó como: Sara Montiel. Pasarían
los años hasta llegar su primer éxito en la cinta: Locura de amor (1948)
dirigida por Juan de Orduña y este éxito, la catapultó al cine mexicano. Por
aquel entonces México vivía su Época dorada y Sara se convertiría por méritos
propios en una de las figuras más cotizadas del momento, junto con Dolores del
Río, María Félix, Kay Jurado… Se la apodó “la novia de México” donde en este país,
ha sido admirada y recordada hasta su muerte. Incluso el presidente Peña Nieto
ha lamentado su fallecimiento.
Entre la docena de películas
mexicanas en las que intervino, se puede destacar: Cárcel de mujeres con Katy
Jurado (1951), Furia Roja (1950), Piel canela (1953) que fue rodada en cuba y
donde conocería a Ernest Hemingway, Se solicitan modelos (1954)…
Algunos de aquellos papeles la
abrieron las puertas de Hollywood, donde su primer trabajo fue en “Veracruz”
(1954) un western dirigido por Robert Aldrich donde compartió cartel con: Gary
Cooper, Burt Lancaster, Cesar Romero, Ernest Borgnine y Charles Bronson, entre
otros.
Harry Cohn, magnate de la
compañía Columbia Pictures, la extendió un contrato por 7 años, el cual rechazó,
por un lado porque no quería encasillarse en papeles de hispana y por otro,
tener la libertad de regresar a España, sin presiones.
Durante su segunda película,
conocería a quien fuera su primer marido, Anthony Mann, que era el director de
la cinta: Serenade (en España se conoció como Serenata o Dos pasiones y un amor
1956) En esta película trabajó junto a: Mario Lanza, Joan Fontaine y Vicent
Price. Terminaría su etapa en Hollywood bajo la firma de la RKO Pictures, en
una película de Samuel Fuller: Run of the Arrow (Título español: Yuma 1957) Se
comentó que la voz de Sara fue doblada por la joven actriz: Angie Dickinson.
En su época en Estados Unidos,
Sara se codeó con lo mejor de Hollywood, entrando en los círculos sociales
destinados a las grandes estrellas del cine y el espectáculo, entre otros:
James Dean, Frank Sinatra, Alfred Hitchcock, Greta Garbo, Marlon Brando. Tras
su estancia en Estados Unidos y teniendo algunos proyectos para nuevas películas,
Sara decidió regresar a España, por un tiempo prudencial, pero el gran éxito
que alcanzaría en nuestro país, la hizo desistir de regresar.
En 1957 rodaría en España uno de
sus mayores éxitos conocidos por aquel entonces en España. El último cuplé
dirigida por Juan de Orduña. La película tenía un bajo presupuesto y el gran éxito,
en parte, fue porque Sara Montiel incluyó números musicales con su propia voz,
susurrante y grave, un estilo totalmente opuesto a las cantantes de la época. Entre
aquellos temas: “Fumando espero” o “El relicario” son aún recordada y cantadas.
El último cuplé logró una distribución internacional y marcó un hito en el cine
español por su recaudación.
Tras este éxito rodaría: La
violetera y Carmen de ronda, cantando de nuevo con su voz peculiar y sabiendo
sacar partido a su atractivo fotogénico y exuberante figura. Durante los años
siguientes continuaría con el género musical, todas para su lucimiento
personal, con argumentos de melodrama y un cuidado vestuario. Mi último tango
(1960), Pecado de Amor (1961), La bella Lola (1962), La reina del Chantecler
(1962), Esa mujer (1968 dirigida por Mario Camus), Varietés (de Juan Antonio
Bardem 1971) y Cinco almohadas para una noche (1974)
Con la llegada de la Transición,
Sara Montiel decidió dejar el cine, cuando contaba 46 años y se volcó en su
faceta musical, mayormente con recitales en teatros y presentando programas de
variedad en televisión.
El escritor Terenci Moix la apodó
Saritísima y dijo de ella: “Ella es nuestra Mae West, ejemplo de un erotismo
tranquilizador”
Grandes compositores españoles
crearían nuevas letras para ella: Joaquín Sabina, José María Cano, Antonio
Carmona, Carlos Berlanga, Nacho Canut… Este último además sería el productor de
dicho disco: Purísimo Sara (1988)
Varios directores la ofrecieron
volver al cine, entre ellos Pedro Almodóvar, pero ella se mantuvo fiel a su
propósito diciendo: El antiguo Star-System ha desaparecido y yo no encajo en el
nuevo tipo de cine que se está produciendo. Aunque en el 2011 y bajo la dirección
de Óscar Parra de Carrizosa, rodaría algunas escenas de “Abrázame” aún por
estrenar. En esta película se parodia a ella misma.
Para curiosos del cotilleo
sentimental. Sara se casó cuatro veces. Su primer marido como ya he comentado
antes, fue: Anthony Mann, con quien se casó dos veces en 1957, primero in artículo
mortis, por consejo de la hija del director y la segunda en matrimonio civil
cuando él se restableció de su enfermedad. La pareja se divorció en 1963. Su
segundo marido fue el industrial José Vicente Ramírez Olalla, se casaron en
Roma, en la Iglesia de Motserrart, este matrimonio fue el que menos la duró:
dos meses. Su tercer marido sería el empresario y periodista mallorquín José Tous
Barberán (Pepe Tous) Tras 10 años de relaciones contrajo matrimonio. En esta época
es cuando adopta a sus dos hijos: Thais y Zeus. Tras la muerte de Tous por un cáncer
y pasado un tiempo prudencial, como ella misma afirmó en una entrevista, en
octubre del 2002 contrae matrimonio con el cubano Tony Hernández. Una relación
que tuvo mucha controversia y criticada por la prensa, relación que no llegó a
un año, separándose en julio 2003.
Sara Montiel ha obtenido diversos
premios y condecoraciones, entre ellas: En 1994 El actor Burt Lancaster la
entregó el Golden Eagle, el premio más importante de la industria del espectáculo
Hollywoodiense. La medalla de Oro de Castilla – La Mancha (2008). La Medalla de
Oro al Mérito en el Trabajo (2010), La Medalla de Oro de la Academia de las
Artes y las Ciencias Cinematográficas de España. En el 2011 recibió una
Estrella en el Paseo de la Fama de Madrid. En su ciudad natal, Campo de
Criptana, tiene un molino-museo en la sierra de los molinos. Cuenta con una
calle con su nombre y una estatua que ella misma inauguró al cumplir los 80
años, además de la placa en la casa dónde nació.
Lo último que se ha conocido,
además de su desgraciada muerte, es que el Festival de Cine de Berlín planeaba
un homenaje en su honor y que la actriz Jennifer López proyectaba rodar una película
biográfica sobre ella.
Sin ningún tipo de duda, una
estrella ha dejado de brillar en este planeta, pero que muy seguro lo estará
haciendo en esa galaxia destinada a los más grandes.
Descansa en paz Sara Montiel. Nos
dejaste todo un legado, una forma de vivir y de ser. Una manera de cantar:
seductora y peculiar, y sobre todo, viviste tu sueño, tu vida contracorriente
de tantos que no querían que lo hicieras.
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