28 de Junio, tal vez
dicho así no os suene demasiado.
28 de Junio de 1969, tal
vez ahora algunos sí empiecen a pensar o recordar, en un lugar determinado.
28 de Junio de 1969 en la
ciudad de Nueva York, hombres y mujeres dijeron “Bastas ya” “No” A
los insultos, a las palizas, a la discriminación por amar a un igual.
Un suceso que marcó un
antes y un después, cuando quienes frecuentaban el Stonewall
Inn se enfrentaron a la policía, en
una contienda que duró tres días.
Ese 28 de junio comenzó
el movimiento de liberación gay, hoy denominado LGTBI
Como curiosidad
comentaros que el Stonewall Inn está
situado en el 53 de Christopher Street, en el Greenwich Village (Nueva York).
En 1999 el local fue incluido en el Registro Nacional de Lugares Históricos de
los EE. UU. Siendo además el 24 de Junio de 2016, declarado Monumento Nacional
por el presidente Barack Obama, y es que sin duda, aquel duro acontecimiento,
aquellos días de dolor, sangre en el asfalto, cabezas abiertas, piernas y
brazos rotos, sirenas de coches policía rompiendo el silencio de la noche,
furgones policiales llenos de gente que estaba hastiada de tanta incomprensión;
serían los días que sin ellos saberlo,
marcarían un antes y un después en la comunidad LGTBI, una historia que
seguimos conmemorando año tras año en muchas partes del mundo y donde todavía
aunque algunos crean que se ha conseguido la igualdad, el respeto y la
comprensión, no es así.
Existen países donde el
ser LGTBI es suficiente para tirarte de un edificio, prenderte fuego delante
del pueblo, ahorcarte a la vista de todos, ser considerado un delincuente
encarcelado, sufrir la homofobía que parece no
tener fin, el bullying en los colegios o el desprecio por miembros de la
familia.
Aquellos hombres y
mujeres lucharon por un ideal, por la igualdad entre todos y cuando marcharon
por las calles de N.Y. apoyados en sus amigos o familiares porque no podían
andar. Cuando la sangre les nublaba la vista de las heridas que presentaban sus
rostros, las lágrimas las limpiaban mostrando un sueño cumplido, Fue cuando el
dolor se convirtió en esperanza, en una
esperanza que no tenemos que olvidar, porque todavía hay mucho que hacer.
Educación en los
colegios. Educación ciudadana. Educación en los hogares. Educación en los
puestos de trabajo.
EDUCACIÓN Y RESPETO, PORQUE TODOS SOMOS IGUALES.