Buenos días a
todos. Buenos días 7 de enero.
Ya han pasado
las fiestas, los excesos y las sorpresas. Ahora es tiempo de volver a la
rutina, pero que no por ello dejemos de ser quienes hemos sido, de cantar, de
hablar con los amigos, de llamar a los familiares lejanos, de compartir un café
o una cena, de intentar despertar una sonrisa, de saludar al vecino. De llenar
nuestras calles con la fuerza que alberga nuestro interior y hemos comprobado
un año más, que poseemos. De codearse con los compañeros de trabajo y dar los
buenos días, que no cuestan nada, al comenzar nuestras tareas. A intentar que
un tarareo sustituya a un cabreo. Donde nos detengamos unos instantes para
disfrutar de algo que nos llama la atención, sin pensar que perdemos un metro o
un tren, sabedores de que 3 minutos más tarde, llegará otro de nuevo.
Es tiempo de
liberar las paredes de nuestros salones y pasillos de los adornos. De quitar el
árbol navideño o incluso aquellos que continúan con la tradición del Belén. De
las luces de colores que han coqueteado con las que siempre iluminan nuestros
hogares. Pero mientras lo hacemos, recordemos los días vividos, y sobre todo
los buenos momentos pasados, y entonces, pensemos por qué no intentar que cada
día, de este nuevo año 2014, conserve un poco de esa chispa, cuando las cosas
parecen ponerse en contra. Que esas luces de mil colores, que ahora van a una
caja, sigan ofreciéndonos la energía para decir sí al nuevo día.
Hoy es 7 de
enero, para muchos un día más, para muchos la vuelta a la rutina, para muchos
el comienzo de un nuevo año, para muchos seguir luchando en el trabajo, el
lidiar con los problemas, con una enfermedad, con el peso de una hipoteca, con…
Pero, ¿Y si este 7 de enero nos despertamos con las ganas de que cambien las
cosas? No miremos al suelo mientras caminamos, miremos al sol. No digamos que
frío hace, sino percibamos el calor que nuestro cuerpo mantiene en nuestro
interior. No pensemos con desgana lo que tenemos que hacer en el día y tal vez
no nos guste tanto, sonriamos y hagámoslo, pues es nuestro deber. En
definitiva, mantengamos prendida la llama de la felicidad.
Es un deseo
personal, pero si el deseo de una persona lo poseen muchos, esa energía fluirá
de forma positiva, y si así es, no lo dudéis mis queridos amigos, que el Cosmos
lo escuchará y presentirá.
Así que: Buenos días
a todos. Buenos días 7 de enero y que todos pensemos de forma positiva hacia el
tiempo que se avecina, y que esa pequeña llama interior, se convierta en el
inmenso calor humano que el planeta precisa.