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martes, 7 de enero de 2014

BUENOS DÍAS, 7 DE ENERO


Buenos días a todos. Buenos días 7 de enero.

Ya han pasado las fiestas, los excesos y las sorpresas. Ahora es tiempo de volver a la rutina, pero que no por ello dejemos de ser quienes hemos sido, de cantar, de hablar con los amigos, de llamar a los familiares lejanos, de compartir un café o una cena, de intentar despertar una sonrisa, de saludar al vecino. De llenar nuestras calles con la fuerza que alberga nuestro interior y hemos comprobado un año más, que poseemos. De codearse con los compañeros de trabajo y dar los buenos días, que no cuestan nada, al comenzar nuestras tareas. A intentar que un tarareo sustituya a un cabreo. Donde nos detengamos unos instantes para disfrutar de algo que nos llama la atención, sin pensar que perdemos un metro o un tren, sabedores de que 3 minutos más tarde, llegará otro de nuevo.

Es tiempo de liberar las paredes de nuestros salones y pasillos de los adornos. De quitar el árbol navideño o incluso aquellos que continúan con la tradición del Belén. De las luces de colores que han coqueteado con las que siempre iluminan nuestros hogares. Pero mientras lo hacemos, recordemos los días vividos, y sobre todo los buenos momentos pasados, y entonces, pensemos por qué no intentar que cada día, de este nuevo año 2014, conserve un poco de esa chispa, cuando las cosas parecen ponerse en contra. Que esas luces de mil colores, que ahora van a una caja, sigan ofreciéndonos la energía para decir sí al nuevo día.

Hoy es 7 de enero, para muchos un día más, para muchos la vuelta a la rutina, para muchos el comienzo de un nuevo año, para muchos seguir luchando en el trabajo, el lidiar con los problemas, con una enfermedad, con el peso de una hipoteca, con… Pero, ¿Y si este 7 de enero nos despertamos con las ganas de que cambien las cosas? No miremos al suelo mientras caminamos, miremos al sol. No digamos que frío hace, sino percibamos el calor que nuestro cuerpo mantiene en nuestro interior. No pensemos con desgana lo que tenemos que hacer en el día y tal vez no nos guste tanto, sonriamos y hagámoslo, pues es nuestro deber. En definitiva, mantengamos prendida la llama de la felicidad.

Es un deseo personal, pero si el deseo de una persona lo poseen muchos, esa energía fluirá de forma positiva, y si así es, no lo dudéis mis queridos amigos, que el Cosmos lo escuchará y presentirá.

Así que: Buenos días a todos. Buenos días 7 de enero y que todos pensemos de forma positiva hacia el tiempo que se avecina, y que esa pequeña llama interior, se convierta en el inmenso calor humano que el planeta precisa.