MARÍA PINEDA (MODELO) |
El cáncer, esa maldita enfermedad que se lleva a diario a
tantas personas luchadoras y con ganas de vencerlo.
Hace unos días, concretamente el sábado 4 de abril nos
abandonaba una de esas grandes luchadoras y comprometidas con la causa. La modelo
María Pineda, a los 54 años de edad.
María había tenido un año muy duro y sobre todo en los
últimos meses ocasionados por una neumonía, tras ésta y entrevistada por la
revista Vanitatis dijo “Casi me lleva al
otro lado” con una gran sonrisa, algo tan característico en ella.
Hablaba de su enfermedad con total naturalidad y más
cuando decía “El ser humano es pura
genética” … “Mis padres y los siete hermanos de mi madre han fallecido a causa de esta enfermedad”
con lo cual la modelo estaba resignada a que un día también ella se iría, pero
no sin luchar hasta el último momento.
Ha explicado en varias ocasiones como descubrió su cáncer
de pulmón “Del 2007 al 2009 me sentía
muy cansada, no sabía cuál era la causa. Tres días antes de irme a la India,
donde estaba colaborando con la Fundación Vicente Ferrer, me puse mala, me
ingresaron en el Hospital Universitario de Madrid y aunque en un principio
creyeron que era una neumonía, al mes y medio, los resultados de la biopsia
detectaron que la enfermedad era más grave” Desde ese momento comenzaría
una gran lucha, pues ella se aferraba con todas sus fuerzas a la vida, a los
suyos y a esa boda que estaba prevista con el compañero de su vida, con el que
llevaba casi nueve años, Emilio González.
Hablando de él decía “Mi Emilio
es así siempre… en la salud y en la enfermedad… no se ha separado de mí en
ningún momento. Sin él, la verdad es que no habría podido llevar todo esto… Yo
no tengo padres. Él está ahí siempre; si estoy de mal humor o en los días que
estoy en cama. Me lo aguanta todo” Cuando le hablaban sobre la boda,
sonreía de nuevo “Tenéis muchas ganas de
vernos casados” – Sonreía – “Hemos elegido una fecha que no haga ni
frío ni calor”… “Me gustaría que fuera en Málaga y me hubiera gustado que fuera
por la iglesia, porque soy muy creyente, pero Emilio ya estuvo casado y el tema
de la anulación es complicado. Así que será un enlace civil”… “Si me deja la
vida, me visto de blanco”.
MARÍA PINEDA Y EMILIO GONZÁLEZ |
María Pineda luchaba contra un cáncer del cual explicaba
que era propio de las mujeres se raza asiáticas y no fumadoras y lo peor es que
no se podía operar. Es como una tela de araña. Una tela de araña que la iba
consumiendo, que la provocaba muchos momentos de estar bajo las paredes de su casa
o en su cama. Donde la quimio la tenía
destrozada, al igual que los pinchazos en la espalda. Un bicho, como ella
llamaba a la enfermedad que tenía controlado y adormecido. Pero no,
lamentablemente ese maldito bicho no duerme nunca, aunque dé momentos de
respiro.
Nos ha dejado una gran mujer, donde al mirar sus ojos te
destellaba con la luz que desprendían, donde en su sonrisa te transmitía sus ganas
de vivir y donde cada uno de sus elegantes movimientos provocaba armonía con el
medio. María se ha ido para siempre, pero dejó en todos la dulzura de su
sonrisa y de sus palabras, siempre cálidas.