Anoche terminó GHVIP y aunque he
visto el programa a ráfagas, reconozco que las últimas cuatro semanas me atrapó,
no por la calidad del mismo, que como todos sabemos y hay que ser sinceros,
deja mucho que desear, pero sí por ver que era lo que atraía a tantas miles de
personas, bueno, superando los 3,5 millones de espectadores. Y es que ese
atrape está ocasionado por contemplar
los despropósitos a los que pueden llegar algunas personas. Algo que a mí,
personalmente, me enardece, me cabrea y me irrita, que la mala educación se esté
premiando en un programa de máxima audiencia.
Un GHVIP digan lo que digan,
diseñado y puesto en bandeja a Belén Esteban, para su “lucimiento” personal en todas las
facetas que es capaz de mostrar y de desesperar a cualquier ser humano. Pero es
que a la gente le gusta verla así: descarada, deslenguada, ignorante,
prepotente, gritona... Y el mayor problema, no es que quieran verla así y reírse
de ella a cada estupidez que por su boca suelta, cuando no está siendo
controlada. El mayor problema es que la gente joven, está viendo ese ejemplo en
la televisión y seguido por sus padres. ¿Qué pueden pensar al respecto?
Un programa hecho a su medida. A
imagen y semejanza de lo que a Belén la va para sentirse en su salsa y
demostrar que ella es la más, porque ella es "la princesa del pueblo" Me gustaría que algún día me dijeran de qué pueblo es princesa.
Anoche me quedé con varias dudas
viendo la final. Primero lo suave que estaba y en algunos momentos de
gran tensión, donde cualquiera se hubiera disparado y ella no, ella todo
modosita e incluso pidiendo disculpas y perdón por interrumpir, sonriendo constantemente. La lección
entre la casa y el plató, había sido sin duda grande, muy grande, además seguramente
y lo veo natural, algún calmante se había tomado. Esa sonrisa tan brutal, esa
templanza, ese escuchar y hablar con tanta tranquilidad, NO ME LO CREO EN ELLA.
NO ME LO CREO EN ELLA y por si no ha quedado claro NO ME LO CREO EN ELLA, NI YO,
NI NADIE.
Segundo todo el bombo y platillo
que se le dio a ella, dejando en segundo término, casi olvidada e ignorada en muchos momentos, a Aguasantas, a
quien no se la entrevistó, sino que, de forma casual y “generosa”, la pusieron algún vídeo
y le hicieron alguna pregunta. Todo de consolación, claro está. El programa era
con Belén, de Belén y sólo para Belén, y sin ningún pudor así se lo ofreció TV5
al público y los telespectadores.
Con respecto al tercer tema, dejo
unas frases que he visto en una reseña donde el titular dice: “Belén Esteban gana Gran Hermano VIP 2015 y
comienza a lavar su imagen donando el premio”….“Sí, amigos, Belén ha ganado.
Una mujer que trabaja en una cadena de
televisión ha ganado un concurso de esa cadena de televisión. Ya sólo
falta que Felipe VI gane un premio Príncipe de Asturias” (fuente http://blogs.20minutos.es/gran-hermano/2015/03/27/belen-esteban-gana-gran-hermano-vip-2015-y-comienza-a-lavar-su-imagen-donando-el-premio/) Nada más que añadir al respecto.
Lo que más me duele, es que sus
compañeros sigan diciendo, para defenderla, que Belén es como es y así hay que
aceptarla: gritona, respondona, mal hablada, impresentable… Señoras y señores,
por esa razón ustedes también disculparían a un violador o un asesino, porque
total, son como son.
Ha despreciado y ha hecho llorar
a casi todos los de la casa, con su forma tan dañina de hablar. Porque ella es
consciente de que hace daño y lo hace además con saña.
No, si alguien comete errores y
le consideráis amigo, en vuestra naturaleza está en decírselo, en hacérselo ver
y no en decir la frase que tanto se escucha: “Es que ella es como es”.
Lo de ganar ella estaba cantado
desde que en la primera nominación se viera lo que todo España vio y habló,
desde entonces todos teníamos claro que ella ganaría. La mala educación, la
ignorancia, la prepotencia, la arrogancia… ya tiene un premio televisivo.
Lavar su imagen, como han
argumentado algunos con respecto a la donación, no lo va a conseguir, mientras
no deje de dañar a los demás y no sea emocionalmente generosa con sus semejantes.
