La noche del sábado al domingo ha resultado la noche más larga del año y en consecuencia
la mañana del domingo se convierte en la más corta. Por otro lado, tras este solsticio,
o “Sol quieto”, ya que durante varios días la altura máxima del astro rey no
cambia al medio día, provocará que el transcurrir del tiempo, de nuevos pasos hacia días más luminosos.
Creo que ya os he explicado alguna vez y muy seguramente sabréis la gran
mayoría, que las estaciones vienen dadas por los instantes en que nuestra madre
Tierra se encuentra en una determinada posición en su órbita alrededor de mi
amado y querido Sol. En el caso del invierno esto sucede cuando el Sol alcanza su
máxima declinación Sur (-23º 27´)
Aunque hoy domingo estoy dando la bienvenida al invierno, este
acontecimiento no tendrá lugar este año hasta las 00:03 horas de mañana lunes.
Lo que es lo mismo, durante el transcurso de la noche de domingo al lunes.
Este año la duración
de esta estación será de casi 89 días, a falta de una hora y terminará el 20 de
marzo con el comienzo de la estación más colorista.
Mientras tanto, en una gran parte del planeta, durante estos 88 días
y 23 horas que dura el invierno, tendremos que soportar las inclemencias del
tiempo frío, de los días de lluvias, de las nevadas, de los cielos plomizos con
sus nubes grises y negras. Días donde el refugio del hogar se convierte en
nuestro aliado y con ello el acercamiento a la familia, como sucede en estos días
en que ya estamos celebrando anticipadamente la Navidad; mientras en otra gran
parte del planeta, es el verano quien comienza a ofrecer el abrazo cálido de mi
hermano Sol.
Antes de finalizar esta reseña, para los amantes de la astrología, comentaros
que durante este invierno, los planetas Venus y Marte serán fácilmente visibles
mirando hacia el oeste al ponerse el Sol. Saturno se verá hacia el Sur-este antes
de amanecer. Júpiter será visible entrada la noche, y el 6 de febrero alcanzará
su máximo brillo anual.
Invierno, eres necesario para el gran ciclo de la vida, y por tanto
nada que objetar. Así que bienvenido invierno un año más, e intenta ser
generoso y benévolo con quienes no somos muy partidarios del frío y donde
tantas horas de oscuridad, nos suele sumir en la nostalgia.