Sí, nos abandona mi
estación favorita, donde los días son más largos y calurosos, para dar paso a
la estación de la nostalgia: El Otoño.
Una estación donde los
miles de colores de la naturaleza se transforman en un gran abanico de ocres,
marrones, grises...
Donde el sol será
cubierto por nubes, donde las nubes derramarán sus lágrimas sobre todos
nosotros y con ello aparecerá el frío y nuestros cuerpos se irán cubriendo con
prendas gruesas y pesadas.
Una estación de muda
absoluta, de cambios radicales, necesarios para la tan maltratada naturaleza,
pero que en mí causa pesadumbre, al menos en sus primeras semanas.
Sí, nos abandonan los
días de calor y luz, para dar paso este 22 de septiembre a las 16:21 al
equinoccio de otoño, un día donde la luz solar incide de igual forma en
cualquier punto de nuestro planeta, pues mientras en el hemisferio norte, llega
el otoño, en el hemisferio sur les visita la primavera.
Al igual que la
naturaleza muda su imagen, nosotros también lo tendremos que hacer, abrir nuestros
armarios y cambiar los tejidos suaves, las camisetas, pantalones cortos y bañadores, por
las chaquetas, los pantalones largos y las botas, para los días de lluvia.
Pero como sé que es importante este cambio, esta alteración para que el gran ciclo de la vida continúe, daré la bienvenida al Otoño, solicitándole que sea benévolo con quienes amamos la luz y el calor.
Pero como sé que es importante este cambio, esta alteración para que el gran ciclo de la vida continúe, daré la bienvenida al Otoño, solicitándole que sea benévolo con quienes amamos la luz y el calor.