Este año no había saludado a la
nueva estación: El Otoño, y es que el verano me ha deparado muchas sorpresas,
algunas no agradables, como ha sido el irme al paro a mediados de Agosto, pero
por otro lado, he vivido unos meses intensos. Días de vacaciones en el mar, en
contacto con todos los elementos, a los que sabéis que adoro. Reencuentro con
amigas en Ronda y Fuengirola, que hacía mucho no veía. Tertulias con amigos en terrazas, con una cerveza fresquita y disfrutando del calor. La presentación de mi
nueva novela: Corazones en Libertad y la acogida que está teniendo por parte de
los lectores, y con el gran apoyo de Andrés Burguera, al que le estoy muy
agradecido. Las entrevistas en diversos medios, y todo aquello que no hubiera
podido hacer si estuviera trabajando. Aunque espero que pronto vuelva a esa
rutina de 8 horas de trabajo.
Así, que aunque con unos días de
retraso, quiero dar la bienvenida al Otoño y esperar que durante estos meses,
mientras las hojas caen de sus árboles, mientras los colores tornan a otros matices,
mientras el sosiego llega a nuestras vidas tras los meses estivales, el
destino, caprichoso, cariñoso y juguetón, me depare sorpresas agradables.
Bienvenido seas, Otoño.