Nunca la
política ha estado tan viva en este país como en los últimos años.
Recuerdo que cuando había
elecciones: Nacionales, municipales o autonómicas, se solía hablar del tema un
par de semanas antes, más o menos lo que duraba la campaña y a todos se nos
hacía tedioso. Cuando llegaba el día de reflexión respirábamos tranquilos y al
día siguiente tomábamos el o los sobres, votábamos y ya descansábamos durante
cuatro años. Todo eso ha cambiado, ahora se ha creado un puente entre unos
comicios con los siguientes, hablando del tema, en el trabajo, en el metro, en
el bus, en la calle, en las terrazas, en las redes sociales…
Las redes
sociales, el gran invento donde todo el mundo escribe y comparte todo lo que
desea, han dejado paso las fotos, vídeos,
felicitaciones de cumpleaños… para tener
un tema común: La política. Y sí, lo sé, yo también soy uno de esos que ha
caído en el vicio, en la tela de araña, en la droga dura que se ha vuelto la
política en nuestras vidas, porque en efecto engancha, es que como alguien
salga en defensa de lo que a ti te escuece, saltas como gato enfurecido.
Por la
política se han perdido amistades. Considero que esta es una de las grandes
estupideces del ser humano. ¿Cómo se puede anteponer la política a una amistad?
Está claro que esa amistad no era auténtica, porque de lo contrario… Dejémoslo
aquí.
Por la
política las familias se han “dividido”, porque ya la mujer no se deja asesorar
por el marido, ni los hijos toman ejemplo de lo que los padres piensan, sino
que todos y cada uno de ellos, como debe
de ser, votan en consecuencia a lo que les afecta directamente, y es que si
antes parecía dar igual, ahora no, ahora cada uno navega en su propio mundo con
sus ideales, sueños y expectativas ante el presente y el futuro que nos
aguarda.
Pero el
problema no es que de pronto a los ciudadanos les afecte o interese más la
política que hace unos años, el problema es que los ciudadanos están cansado,
artos, hastiados... Se sienten engañados, manipulados, utilizados… Quieren que de
una vez por todas los políticos hagan su trabajo, el trabajo que no están
haciendo, pues muchos han tomado el hemiciclo como un lugar de paso, como un circo
donde los uno se pueden insultar a otros, donde se van al bar a hablar de
futbol o simplemente pasan de acudir y se quedan en casa o atendiendo sus otros
negocios, pues el sueldo de diputado lo tienen asegurado, vayan o no, hablen o
jueguen al Candy, estén atentos o dormidos en sus cómodos sillones. ¿Qué le
sucedería a un empleado en cualquier otro trabajo si actuaran como ellos? Ya
contesto yo y digo que primero no se atreverían y si fueran tan osados,
estarían en la calle al día siguiente, pero ellos no, ellos además luego tienen la pensión vitalicia.
El problema es
que los ciudadanos están cansados de tanta corrupción, de tantos robos, de
tantas manipulaciones, de tantas estafas y que luego, sabiendo quien es el
ladrón, el manipulador, el estafador, no tiene su castigo sino que incluso
desde sus propios partidos se les proclama
víctimas sociales, se les protege y se atreven a coaccionar a la justicia para
que no sean juzgados o sus castigos sean menores que si hubieran robado una
barra de pan.
El problema es
que muchos políticos se creen intocables, dioses en sus olimpos, creyendo que
el electorado, y en ocasiones no se equivocan, que hagan lo que hagan siempre
les van a votar, pero quiero que sepáis que los intocables y los dioses sois
vosotros, somos nosotros, quienes votáis,
quienes votamos y que el olimpo en el que viven se vuelve frágil como castillo
de naipes, que todos podemos destruir con esa papeleta en la urna. Sois
vosotros, somos nosotros los que les damos el poder, por tanto os invito a dar
un castigo ejemplar a todos los corruptos, a todos los sinvergüenzas, a todos
los ladrones, a todos los manipuladores, a todos los que nos han estado
engañando durante años y se siguen creyendo intocables. Bajémoslos de sus
olimpos y que acaten nuestro veredicto. Seamos nosotros los jueces. Lo
podemos hacer, entre todos somos capaces de demostrar quien tiene el verdadero
poder, quien les ha mantenido en sus escaños y decirles a todos: Nos hemos
cansado de vuestras burlas, de vuestras mentiras, de habernos llevado entre
muchos de vosotros a la miseria y vivir vosotros en la opulencia. Sois indignos de pisar un
lugar sagrado donde deben tomarse decisiones acertadas para todos. Logremos que nuestros ayuntamientos,
gobiernos regionales, diputaciones, en estas elecciones que tendrán lugar el
domingo se vistan con nuevas caras, nuevas sonrisas, nuevos sueños, nuevas
ideas, nuevos proyectos, ganas de trabajar y de decir:
SÍ SE PUEDE,
SÍ PODEMOS HACER DE NUESTRAS CIUDADES LUGARES PARA TODOS Y SENTIRNOS ORGULLOSOS
DE NUESTRAS REGIONES.
POR UN
PRESENTE DIGNO, CAMBIEMOS EL VOTO, DEMOS UNA LECCIÓN A LOS QUE NOS HAN
ESTADO GOBERNANDO Y MINTIENDO SISTEMÁTICAMENTE.
TU VOTO, NUESTRO VOTO, ES LA
MEJOR DEFENSA.