La amistad es un grado, eso es lo
que dicen, para mí es mucho más y también quienes me conocen lo saben.
La amistad es ese don preciado
que no debemos descuidar y por el contrario alimentar día a día. Un acto tan
sencillo como ofrecer lo mejor de uno mismo sin esperar nada a cambio y la
verdad, si se hace de forma desinteresada, la recompensa es aún mayor de la que
cualquiera puede imaginarse.
No es material, es espiritual y
energética y cuando entra en uno es una explosión de sanciones por vivir y
descubrir día a día.
Me siento orgulloso de cada uno
de mis amigos, me siento un privilegiado de tener incluso amigos a los cuales
no he visto nunca, pero como ha sucedido, en el primer encuentro, es como si lo
fuéramos de siempre. Porque aún por redes sociales, hay mucha gente que su
comportamiento es tan natural como en la calle.
Ayer tuve una gran muestra de
amistad. Todos los que acudieron a la caseta 268 que la Editorial Odisea tiene
durante la Feria del Libro de Madrid y a los compañeros y amigos escritores que
estaban en otra de las casetas. Pasamos una tarde mágica y el recuerdo de
muchos lectores a los que no conocía personalmente. Espero se repita en los días
que me quedan por firmar. Me llenaron de vida y energía. Y luego por FACEBOOK
muchos de los que no pudieron acudir, se alegraron por el éxito. Un post con
muchos: Me gusta.
Gracias a todos mis amigos,
gracias a quienes siempre están a mi lado, gracias a quienes se interesan por
mi estado sea el que sea. Gracias por todo a todos, por ser como sois.
ERES MAS MAJO QUE LAS PESETAS!!!!
ResponderEliminarMuchas gracias, no he dicho nada que no sea verdad y pobre Peseta, como la añoro.
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