lunes, 31 de diciembre de 2012

RECUERDOS Y REFLEXIÓN AL FINALIZAR EL AÑO

Un año más nos abandona.

Un año cargado de tensiones sociales que hemos ido capeando como el viento cuando nos impide caminar.

Un año cargado de indecisiones, donde cada mañana se debía uno enfrentar al devenir de las horas, con la incertidumbre que se cernía a nuestro alrededor.

Un año donde la lucha ha estado en la calle, con millares de personas reclamando los derechos se les iba arrebatando día a día.

Un año donde esa raza política no ha escuchado a los ciudadanos, sino que se han enclaustrado en sus caparazones creyéndose con ello intocables, sin serlo.

Un año donde se han sufrido las subidas de los nuevos impuestos, sin recompensa en los sueldos.

Un año de recortes sociales, que han mermado el equilibrio social.

Un año donde muchas familias han tenido que pedir socorro a las instituciones benéficas por la falta de lo esencial, como la alimentación y donde, para desgracia de la sociedad, algunos decidieron quitarse la vida, desmotivados por la falta de humanidad.

Un año donde hemos visto despojadas a muchas familias de sus casas, teniendo que refugiarse en aquellos hogares en los cuales han sido acogidos.

Un año, donde el vil dinero ha imperado y acampado a sus anchas, como jinete destructor de pensamientos, acciones y deseos de progreso.

Un año donde la Iglesia Católica se ha mostrado cruel, dictadora y falta de los preceptos humanos que deberían regir los pensamientos del hombre bajo la cual está instituida, y que han olvidado, por la necedad y sus intereses de manipulación, sin olvidar del enriquecimiento que para ella ha supuesto.

Un año donde la pobreza se ha respirado y se respira en las calles. Donde el desanimo flota en el ambiente, donde los sueños parecen rotos, donde las iniciativas de avance han quedado postergadas, donde la juventud frustrada piensa en abandonar sus casas en busca de un lugar mejor para desarrollarse como ciudadanos.

Pero también ha sido un año donde hombres y mujeres siguen luchando, siguen teniendo esperanza, siguen deseando que todo sea un mal sueño y pronto puedan despertar, donde el sol les vuelva a iluminar como lo hacía, la brisa acariciar  y relajar de las tensiones y con la confianza, aunque con recelo, de que la clase política se dé cuenta de todo el daño que han provocado y lo remiende pronto, pues sino, este maravilloso país, este maravillo planeta, seguirá sufriendo la consecuencia de la falta de razonamiento por intereses creados y manipulados por un dinero que a la postre, no deja de ser eso, dinero.

Tengamos esperanza para el 2013, soñemos que poco a poco el camino se hace más ligero y liviano, que las sonrisas no dejen nunca de aflorar en nuestros rostros y que la unidad de todos cree esa energía que se transmita al cosmos y nos fortalezca.

Hubiera deseado, no haber hecho recuento de todo lo acontecido en estos 365 días, pero creo que nadie puede olvidarlos.

MI GRAN DESEO, MI GRAN SUEÑO, MI GRAN ESPERANZA, ES QUE EL 2013 SUFRA UN CAMBIO POSITIVO PARA UNA SOCIEDAD, PARA UN PLANETA, QUE GRITA AL ESPACIO, POR UN MOMENTO MEJOR.

 

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