martes, 27 de agosto de 2019

ANNA: CRÍTICA DE CINE

ANNA cuenta con guion y dirección de Luc Besson. El juego de las matrioshkas llevado al mundo del espionaje. ¿Quién es quién? o ¿Qué esconde la siguiente muñeca?

Tras un breve e intenso prólogo en el cual un grupo de espías son descubiertos por el bando contrario, conoceremos a Anna Poliatova (Sasha Luss) que vende matrioshkas en un mercado, a ella se le acerca un hombre, Alex Tchenkov (Luke Evans) y le propone cambiar de vida y  ser modelo en París. Anna no tiene nada que perder, nadie la espera y ha desperdiciado parte de su vida, viviendo un amor tóxico entre drogas y robos.
Pronto aprenderá la profesión y se codeará con lo mejor del mundo de la moda, pero la razón de que Anna esté en París, no es por su belleza, ni su cuerpo de modelo, ni siquiera para alzarse entre las más importantes de su oficio, Anna tiene una misión que cumplir. ¿Estará preparada para llevar una doble vida?

Besson nos trae a la gran pantalla una nueva heroína que bien nos podría recordar a otras ya encumbradas en el séptimo arte, pero sinceramente, no me apetece comparar a Anna con otra mujer, más allá de ser, tal vez, la compañera ideal de John Wick. Te atrapa con su mirada, te hipnotiza con el movimiento de las cuervas que forman su perfecto cuerpo, te enamora por la sensualidad que emana y te seduce por el animal letal que alberga en su interior.
El director de cine, productor y guionista, Luc Besson, llega al mundo del cine tras sufrir un accidente buceando a los 17 años, pues en sus inicios, deseaba seguir los pasos de sus padres, ambos buceadores. Gracias a un amigo, trabaja como asistente de dirección y poco más tarde dirigirá su primer cortometraje “L`Avant dernier” 1981, además de fundar su productora Les Films du Loup. Entre sus primeros trabajos nos encontramos con su ópera prima, “Kamikaze 1999 (El último combate)" 1983, “Subway. En busca de Freddy” 1984 o “El gran azul” 1988, con gran éxito de crítica y público. Entrando en la nueva década disfrutaremos con el thriller “Nikita, dura de matar” 1990, cuyo éxito provocó que en Hollywood se hiciera el remake con el título de “La asesina”, un año más tarde realizaría el documental “Atlantis” y saltamos a la que posiblemente sea su obra más internacional y galardonada, “El quinto elemento” 1997. Durante unos años se toma un descanso en la realización y produce un buen número de filmes. Regresa a la dirección para estrenar en 2005 “Angel-A”  y un año después, la primera de la saga relacionada con el libro que escribió para sus hijos “Arthur y los Minimoys” a la que siguieron “Arthur y la venganza de Maltazard” 2009 y “Arthur y la guerra de los mundos” 2011 y como su filmografía es larga, nos quedaremos con los tres últimos títulos “Lucy” 2014, “Valerian y la ciudad de los mil planetas” 2017 y la que ahora nos presenta “ANNA”

Sasha Luss ya había trabajado con Luc Besson en “Valerian y la ciudad de los mil planetas” en el papel de la princesa Lihö-Minaa, pero en esta ocasión, le ha ofrecido todo el protagonismo y ella no ha desaprovechado ni un plano. Nos ofrece un personaje de mujer dura y soñadora, romántica y letal, que lo mismo muestra toda su sensualidad en una pasarela de París, dulzura al lado del hombre por el que siente cierta atracción o deja aflorar su frialdad ante las situaciones de violencia extrema que vivirá, disparando con total naturalidad a quienes considera sus enemigos, eso sí, sin dejar de vestir con exquisita elegancia, según la situación lo requiera; sangrando, manchándose o sufriendo más de lo que cualquier ser humano, aguantaría, pero ella es… Anna.
Luc ha sabido rodear a su heroína de grandes estrellas, destacando una impecable Helen Mirren como Olga, la fría adiestradora de la KGB y sus compañeros, en el bando ruso: Luke Evans como Alex Tchenkov y en el lado americano: Cillian Murphy encarnando al miembro de la CIA, Lenny Miller, por mencionar a algunos de ellos.
Acción y espionaje que se va desglosando como las figuras huecas que forman una Matrioshka, con la particularidad, que cada vez que Luc abre una de ellas, busca el sorprendernos con su contenido. Una trama sencilla y original en la forma en que está presentada, interviniendo otro gran protagonista, el  montaje. Besson, en las escenas más impactantes, tras ser mostradas al espectador, de forma ingeniosa da marcha atrás y descompone lo visto, para mostrarnos la realidad de lo sucedido. El juego de engaños es una constante durante todo el filme, para el cual, Luc confía en la maestría de su montador, Julien Rey.

Besson toca temas muy actuales,  como la frialdad en las relaciones humanas, la necesidad de confiar en alguien, las traiciones, los intereses creados, la soledad,  la crisis en los gobiernos, la opresión o la ausencia de la verdadera libertad. Crítica con dureza al mundo de la moda y con conocimiento de causa. Una profesión que encierra miserias, egos, arrogancia y mucha explotación; cuando al público se le ofrece una realidad totalmente distorsionada. Es una de las profesiones más cínicas a las que yo, personalmente,  me he enfrentado y aquí Besson, con suma elegancia, pero sin tapujos, nos la desvela.

Terminaré mencionando al equipo técnico, del que Luc siempre se ha sabido rodear muy bien. Ya he elogiado la extraordinaria labor del montaje a cargo de Julien Rey, así que toca destacar la excelente fotografía de Thierry Arbogast, con una exquisita iluminación, el lujoso y acertado vestuario a cargo de Olivier Bériot, para terminar con la banda sonora de Eric Serra. Una gran acompañante, durante todo el filme.
 
Mi nota es: 8
ESTRENO en ESPAÑA: 30 de Agosto
REPARTO: Sasha Luss, Helen Mirren, Luke Evans, Cillian Murphy, Eric Godon, Eric Lampaert, Pauline Hoarau, Avant Strangel, Jan Oliver Schroeder, Rupert Wynne-James, Réginal Kudiwu, Adrian Can, William Sciortino, Maxence Huet, Lera Abova, Alexander Petrov, Nikita Pavlenko, Anna Krippa, Aleksey Maslodudov, Ivan Franek, Jean-Paptiste Puech, Alison Wheeler, y  Andrew Howard
 
PRODUCTORA: Europa Corp.
DISTRIBUIDORA en ESPAÑA: Entertainment One Films Spain.

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