PABLO MARTÍN |
J.S. Hoy llega hasta nuestro blog
un actor muy polifacético y madrileño de pura cepa. Nace y reside en la
actualidad en una de las zonas más emblemáticas de Madrid: Alcalá de Henares y
tuve el placer de conocerlo con la obra “El príncipe feliz”. Él es Pablo Martín.
Buenas Pablo, como imagino sabes,
antes de entrar en materia y material hay para hablar, siempre me gusta hacer
algunas preguntas para que los lectores te conozcan un poco más.
¿Cómo era Pablo de niño y qué
inquietudes tenía?
P.M.- Buenas Javier. Pues era
un niño al que le encantaba leer, poner vocecillas, los dinosaurios y los
animales. Nunca hice nada artístico más allá de dibujar y nunca había pensado
dedicarme al arte. Mi primera idea era ser “enterrador de cementerios para ricos/de
cruces grandes”, de ahí pasé a veterinario, informático, y ya me perdí en las
artes.
J.S.- Ordena por importancia
estas palabras y en una frase, si puedes, dinos el por qué: Amistad, Amor,
Familia.
P.M.- Pues me lo has puesto
fácil para ordenar. Amistad, amor, familia. El amor puede ir y venir, la
familia puede ser la que te toque o la que elijas pero la amistad es la firmeza
que siempre perdura.
J.S.- ¿Existen referentes
artístico en tu familia?
P.M.- Una tía mía fue actriz
de joven, aunque me enteré tarde y un tío ha empezado a dirigir.
J.S.- Te diplomas en arte
dramático y dirección y pedagogía teatral ¿Qué te llevó al mundo de la
interpretación y dirección?
P.M.- A la interpretación la
verdad que llegué por inercia. Todo empezó por un compañero de instituto que
necesitaba chicos para el grupo amateur en el que estaba y de repente ya me
encontré estudiando a los pocos años. La dirección fue un descubrimiento que
apareció en paralelo y que realmente me fue atrayendo, superando por momentos
las ganas de interpretar.
J.S.- Estudias canto lírico y
musical como tenor lírico-ligero con la maestra Dunia Martínez Aguilar y con Enrique R. del Portal ¿Qué te
atrajo de esta disciplina musical?
P.M.- Parece que lo mío es
inercia por consejos ajenos. Siempre me había gustado cantar y berrear desde
Andrea Bocceli a ACDC pasando por
Disney. Me decían que tenía muy buena voz, aunque reconozco que cantaba
completamente a mi bola. Empecé las clases, a probar el lírico y por aquí
estamos.
OBSESIÓN |
J.S.- Pero luego continuas con otras
técnicas de canto: Voice Craft, Speech Singing level, Canto moderno y musical.
¿Te atraía el teatro musical, tan de moda en las últimas décadas o por el
contrario era el deseo de perfeccionar tu voz?
P.M.- Sinceramente el teatro musical nunca me atrajo
demasiado aunque suene feo decirlo y luego le pillase el gusto. Seguramente que
el perfeccionar mi voz se acerque más a mis pretensiones, aunque la realidad es
que me fascina la voz en general y su funcionamiento, no solo a la hora de
cantar. El conocer todo su funcionamiento y el poder ver como evolucionan las
voces ajenas y lo que se puede llegar a hacer. Más que una razón musical diría
que es un tema de investigación general fisonómica y sonora, por encima del desarrollo de la mía.
J.S.- Y leyendo tu biografía, me
sorprendió y me hizo recordar a Rodolfo Valentino, no sé por qué – risas –,
cuando leí que te habías adoctrinado en sable, florete, espada y daga con el
profesor Jesús Esperanza en la escuela de esgrima Ateneo y más tarde en lucha y
esgrima escénica con Jon Bermúdez. ¿Qué
provocó llevarte al uso de esta arma blanca?
P.M.- Bueno. La verdad es que
primero trabajé con Jon Bermúdez y luego empecé en la escuela de esgrima Ateneo
que lleva Jesús Esperanza. ¿El qué lo
provocó? Es una habilidad-herramienta actoral importante y nadie puede negar
que estar dándote espadazos, es una pasada (risas)
DELIRIO LOCO |
J.S.- Estamos viendo, que como
sucede con muchos actores, no te quedas con la base sino que buscas desarrollar
y aprender todo lo que puedes y está a tu alcance, y así podemos ver que
realizas cursos de: Comedia dell´arte (Ana Moreno) Music hall (Raquel Alonso) Verso (Laila Ripoll y Javier
Aranzadi) Tragedia griega (Patricio Armenteros) Clown (Javier Barriga y Delfín
Caset) y un largo etc. ¿El ser un actor más completo y disciplinado abre más
puertas?
P.M.- Disciplinado debe ser
obligatorio. El tema de más completo o no, tiene un poco de trampa. Suele
decirse que el abarcar más te abre más puertas. Yo estoy de acuerdo a medias.
Si que el poder realizar diferentes cosas te ayuda a participar en un abanico
más amplio, pero también te impide “competir” con alguien especializado en algo
más concreto.
J.S.- Y antes de entrar en tus
trabajos, que han sido muchos para lo joven que eres, has sido y eres profesor
en diversos colegios de interpretación, canto y voz, así como realizas cursos
de preparación para el ingreso en la R.E.S.A.D ¿Qué te ofrece personalmente, la
enseñanza?
P.M.- La enseñanza me ofrece
el poder aprender mucho más, enseñando. El hecho de poder ayudar a los demás a
mejorar, aprender y evolucionar es un gran aliciente para mí y todo lo que
aprendes de cada uno de tus alumnos, es una mina nueva de conocimiento y
visiones a explorar (sin entrar en la relación personal que se establece). Una
frase que suelo decir mucho a mis alumnos
es: Mi efectividad no se
demuestra en lo que haga, sino en lo que tú logres con mi ayuda. Y eso es
lo que me llena.
J.S.- Y entramos en tu
trayectoria profesional, y para comenzar lo haremos con el teatro: Tu primera
obra será en el 2006 “Historia de una escalera” de Buero Vallejo, con la
dirección de Pedro Estrena y Oskar Frendo. ¿Qué supuso pisar las tablas para
interpretar la obra de un maestro de la dramaturgia española?
P.M.- Pues supuso mi estreno
en este mundillo y con tres personajes a la vez. Desde entonces Su García, una
gran artista amiga mía, me llama “el camaleón”. Muchos nervios pero nadie murió
en el intento (risas).
J.S.- Desde ese año 2006 todos
los años estarás sobre los escenarios con una obra distinta, en ocasiones con dos: “Caricias” Y “Perdona bonita”, “Amor
canalla” dirigidas también por Pedro Estrena y Oskar Frendo con la CIA
Petrospektivateatro ¿Qué te aportaron estos directores y la compañía?
P.M.- Pues supuso el comienzo en
esta carrera de locos. Fueron unos años intensos y divertidos, eran compañeros
con mucho arte y muchos de ellos han
seguido en el mundillo encima o detrás del escenario.
J.S.- En el 2009 trabajarás con
la compañía teatrexdefinir con la obra Backroom: The Glory Hole. ¿Qué papel
tuviste en dicha función?
P.M.- Fue una obra potente
para el festival internacional “Al carrer”. Yo representaba a una de las
victimas de un asesino de clientes de backrooms, que le atormentan sin cesar.
Una propuesta arriesgada pero con muy buen resultado.
J.S.- En ese mismo año
interpretarás el papel del conde en “El castigo sin venganza” de Lope de Vega y
terminamos tu trayectoria teatral en el 2014 con “Agosto” de Javier Aranzadi.
¿Con qué personaje te has sentido más cómodo de todos los interpretados hasta
el momento?
P.M.- Difícil elección. Creo que
me quedo con la Luna de “bodas de sangre”. Un personaje muy polipolar y encima
de mi amado Lorca.
HERODES: JESUCRISTO SUPERSTAR |
P.M.- Puedo destacar que pensar que sabiendo cantar y actuar por
separado no es lo mismo que junto (risas) No rehúyo del musical, pero me quedo
con el teatro convencional, considero
que me ofrece mayor libertad.
J.S.- Unos años más tarde volverán
a ofrecerte trabajar de nuevo en Jesucristo Superstar en los papeles de: Anas,
Simón y Herodes con el grupo luces y acción teatro ¿No supone demasiado esfuerzo interpretativo y
vocal, representar varios personajes en una misma obra?
P.M.- En este caso me supuso
mayor esfuerzo tener que aprenderme dos de los tres papeles (Herodes ya lo
había hecho con la compañía Ritus) en menos de una semana muy liada y sin
ensayar porque fue una sustitución de emergencia. Fue un poco locura, pero
estuvo bien eso de representar Jesucristo Superstar en una iglesia. Si hubiesen
sido varias representaciones habría sido un mayor esfuerzo vocal, aunque siendo
de la misma tesitura los tres personajes y sabiendo que no cantan demasiado,
creo que podría sobrevivir.
J.S.- Otros musicales pasarán por
tu vida como: “Para musicales estamos” Con el grupo Ritus, “El libro de los
cuentos” en el papel protagonista y en gira española con Jackpot producciones y
en el 2015, con la obra que yo te descubrí “El príncipe Feliz” de Oscar Wilde,
con dirección de Pedro Entrena, en el papel de Golondrina. Obra que ya sabes,
me encantó y recomiendo desde aquí. ¿El trabajar con diferentes compañías y
directores tan diversos, ayuda a la formación de un actor?
P.M.- Gracias, la golondrina
es un papel muy bonito que espero poder representar muchas veces más .Creo que
es un pilar importante que no se enseña en las escuelas, cada compañía ya sea
profesional o amateur es un mundo al igual que los distintos directores y
formas de trabajar. Tablas, tablas y tablas es lo que realmente te va a enseñar
y nunca puedes descuidarte ni oxidarte. Considero que los artistas somos como
tiburones, si paramos de nadar aunque sea un momento, nos hundimos y remontar
es difícil.
J.S.- En el 2011 empiezan tus
actuaciones en zarzuela y opera. “La alegría de la huerta” “La corte del faraón
y antología de zarzuela” (2011) “Las leyendas de Bécquer” (2012/13) “Carmina
Burana” (2013) Tenor primero del Orfeón de Chamartín (2012/14) y en este año 2015 “Katiuska” “El barbero de
Sevilla” “La corte del Faraón” “Agua, aguardiente y azucarillos” ¿Qué te
ofrecen los diferentes géneros musicales, ante otras disciplinas escénicas?
P.M.- Hablando de zarzuela
creo que es mi ideal unión de canción y texto para trabajar. Suelen tener mucho
feedback y siempre están muy bien cuidadas porque el público suele ser muy
exigente. Antes pensaba que la edad media de su publico eran los cien años
(risas) pero me alegra ver que hay muchos jóvenes que van a verlas, que está modernizándose
y que aún no muere, aunque sea un genero un poco “apartado”. Respecto a la opera,
dura, meticulosa pero cuando consigues hacerla, la sensación es casi orgásmica (los
orgasmos los dejo para los aplausos, en
cualquiera de los géneros).
SERIE DE ANTENA3: BANDOLERA |
J.S.- En Cine y TV entras en el
2008 con “Amor lupino” en el papel protagonista y dirigido por José Manuel
Jiménez, hasta llegar a este año 2015 donde protagonizas el largometraje “El
valor del viento”. ¿Qué diferencia principal, has encontrado entre actuar en
vivo en un escenario a pasar a los medios audiovisuales como el Cine y TV?
P.M.- Haré dos divisiones.
Teatro y audiovisual por un lado y por otro cine/cine TV o TV diaria. Hablando técnicamente
digamos que es una manera de trabajar
muy distinta el teatro y el audiovisual, vocalmente, corporalmente,
“sensitivamente”,… Pero dentro del audiovisual diferenciaría el cine o las
series rodadas estilo cine y las series diarias. Cuando ruedas cine suele ser
duro por que puede haber muchos saltos
de una escena a otra, debe ser todo intenso y a la vez muy contenido, todo más
naturalizado y muy meticuloso. Sin embargo en rodaje de series diarias suele ser más parecido a un teatro off en el
que tienes que grabar muy rápido muchas cosas, y no se suele trabajar tan en
profundidad. Yo prefiero trabajar teatro
o cine pero es un gusto personal. Ya de paso hago publicidad y pongo de ejemplo
de serie cine, una serie de próximo estreno en TV donde interpreto al prota
malo malísimo producida por Banin films llamada Lj detective.
J.S.- En el 2011 te animas a
dirigir teatro y lo haces con “Carga” una obra escrita por ti y salvo en ese
mismo año con “El ángel de la guarda” de Freur Jaeggy y en el 2012 con “La
gaviota” de Antón Chejov, las demás obras además de ser dirigidas, también
serán escritas por ti: “Caos navideño” y “Fiesta del canovaccio” (2013) “Tempus
fugit” y “Rebirth again” (2014) “Into the flood” y “Soy actriz… O no” (2015)
¿Es más fácil dirigir obras escritas por ti mismo, o las ya creadas por otros
autores?
P.M.- Depende de lo bien que
te caiga el autor (risas). Suele ser más fácil dirigir lo que has escrito
porque mientras escribo ya voy viendo más o menos cómo montaré la obra, y
cuando el autor es ajeno tienes que analizar muy bien primero la obra, antes de
meterte en el fango. Pero me cuesta más escribir que dirigir en general.
J.S.- Y ahora es cuando me hago
la gran pregunta. Si en el 2014 también diriges para cine “Apología” escrita
por ti. ¿Tienes un pacto con el Dios Cronos, para acometer tantos proyectos?
P.M.- 8760 horas son y me
parece que no he rellenado las suficientes. Digamos que soy un culo inquieto y
no puedo dejar de trastear con una cosa u otra.
J.S.- ¿Cómo ha evolucionado Pablo
Martín en estos años duro trabajo y de que proyecto tiene ese recuerdo
imborrable?
P.M.- He memorizado tantas
cosas que creo que no recuerdo ninguna (risas) No me atrevería a elegir un solo
proyecto, pero puede que el Carmina Burana en el auditorio nacional de Madrid
se acerca bastante a esa categoría. Mi evolución… digamos que cuanto más sabes,
más ignorante te encuentras y ha habido
momentos muy buenos y también muy malos hasta el punto de quemarme un poco y
tener que “depurar”. Han sido unos años muy intensos, de mucho trabajo y poco dinero
(risas)
J.S.- Mucho trabajo y poco
dinero, me suena bastante en vuestra profesión ¿Qué proyectos tienes para un
futuro cercano?
TEATRO: FUEGO FATUO |
J.S.- Y como siempre no puede
faltar mi pregunta final. ¿Qué te hubiera gustado que te preguntara y no he
hecho?
P.M.- No nombraré la cuerda en
la casa del ahorcado (risas). Creo que ha sido una entrevista bastante completa
y respetuosa. Un placer poder contestarte a tus preguntas. Pero si quieres que
añada alguna pregunta… ¿Cambiarías de país? Por ejemplo.