Teatros
del Canal lleva a escena el humor irreverente de Les Chiens de Navarre en La
vida es una fiesta (La vie est une fête)
El último montaje de la
compañía francesa que dirige su fundador Jean Claude Meurisse, nonimado a los
premios franceses Molière como mejor espectáculo de teatro público, se estrena
en España del 20 al 23 de abril en la Sala Verde.
El espectáculo,
ambientado en una sala de urgencias de un sanatorio siquiátrico como trasunto
de una sociedad enferma, está acogido al sello Creación Canal y se exhibirá en
francés con sobretítulos en español
El estilo irreverente y
transgresor del colectivo teatral francés Les Chiens de Navarre vuelve a Teatros
del Canal, esta vez con el estreno en España de La vida es una fiesta (La vie
est une fête). La formación que dirige Jean-Christophe Meurisse se
estrenó en España en 2021 en este mismo escenario madrileño con No todo el
mundo puede ser huérfano, y del 20 al 23 de abril presentan su último montaje,
donde mete al espectador en una sala de urgencias siquiátricas que funciona
como un espejo de una sociedad enferma. El espectáculo está nonimado a los
premios de teatro franceses Molière (los equivalentes a los Max españoles) como
mejor espectáculo de teatro público.
Después de tratar temas
como la identidad nacional en Hasta tus brazos (2017) o las neurosis
familiares en No todos pueden ser huérfanos (2019), la compañía gala
retoma el tema de la locura en La vida es una fiesta (La vie est une fête).
La obra empieza en un parlamento con un guirigay de voces de políticos de todas
las tendencias que se insultan ante los infructuosos intentos del presidente de
la Cámara de calmar la situación. Sigue en un sanatorio mental en ruinas donde
se reúnen, entre otros personajes, un diputado de extrema derecha, una mujer,
un maduro ejecutivo al que sus jefes jóvenes fanáticos capitalistas de la
ecología han despedido de la empresa, todos ellos parodiados en extremo.
El humor incorrecto, la
irreverencia, la burla contra todos convierten a La vida es una fiesta en
una celebración amarga que reclama la libertad de expresión y arremete contra
esa idea actual tan extendida de la cancelación.
“No hay nada más humano
que la locura -explica el director de La vida es una fiesta-. Las
urgencias psiquiátricas es uno de los pocos lugares que pueden albergar a cualquier
persona en cualquier momento, con independencia de su edad, sexo o país. Un
lugar de vida extremadamente palpable para salirse de la carretera. Una pequeña
vía de humanidad”. En ese escenario, que supone un trasunto de una sociedad
enferma, discurre este espectáculo irreverente, de humor sarcástico, escenas de
violencia, desnudo y sexo explícito.
Jean-Christophe
Meurisse descubrió el teatro a los 21 años mientras estudiaba en la Facultad de
Artes de Rennes. Formado como actor clásico, trabajó sobre las tablas durante
ocho años hasta que fundó en 2005 Les Chiens de Navarre, para la que ha
dirigido los ocho espectáculos que ha creado con la compañía.
A lo largo del tiempo
ha ido modificando el proceso de creación y pasó de escribir los textos a la
improvisación con los actores, concibiendo obras alocadas, mediante la
expresión de los deseos libres de los intérpretes.
Además de director
teatral, Meurisse ha probado con el cine y su primer largometraje, Apnée,
de nuevo una comedia alocada como sus espectáculos teatrales, fue seleccionado
para la Semana de la Crítica del Festival de Cannes en 2016.
Su segundo
largometraje, Orangessanguines, se presentó en julio de 2021 en la
selección oficial en el Festival de Cannes en una sesión de medianoche, y se
estrenó en los cines en noviembre de ese año.