Stanley Kubrick como el gran
genio que era, nos sorprendía cada vez que una de sus películas llenaba la gran
pantalla. En 1971 llevó al celuloide la obra de: Anthony Burgess, La naranja
mecánica, convirtiéndose por derecho propio, en toda una obra maestra, la cual
en la actualidad se sigue estudiando por cinéfilos.
Fue protagonizada por un jovencísimo
Malcolm McDowell, Patrick Magee, Michael Bates…. Y la banda sonora corrió a
cargo de Wendy Carlos inspirada en temas clásicos, tan habitual en este
director.
Sin duda, dos de los elementos
muy importantes en las películas de este gran maestro, es el vestuario y la
decoración ambiental, que en esta cinta, juegan con un futuro indeterminado.
Kubrick era un genio además de un perfeccionista obsesivo. Hizo muy pocas películas, todas buenas o muy buenas.
ResponderEliminar