Ayer y tras la insistencia de varios amigos, terminé de leer “50 sombras
de Grey”.
Al comenzar su lectura, lo primero que detecté, es el gran parecido con “Crepúsculo”
y al leer sobre la autora, descubrí que esa obra, era el referente a la suya,
pues se confiesa una gran admiradora de la trilogía de crepúsculo.
Los protagonistas: Una jovencita inexperta, con tendencia a caerse
siempre. Un personaje misterioso (vampiro sustituido por un sadomasoquista) Un
amigo enamorado de la protagonista (hombre lobo sustituido por un fotógrafo
atractivo) Una madre que se ha casado varias veces y así, la mayoría de los
personajes, calcados de dicha trilogía.
Pero a media que la historia avanza, comienza a inquietarte, a atraparte,
a sentirte como un Voyeur y ese estímulo te mantiene hasta el final.
El gran acierto de esta obra, sin duda, es la “ingenuidad” como está
contada. Mis personajes favoritos, sin la menor discusión, son la conciencia de
la chica y su diosa interna, como la llama. Te hacen esbozar más de una
sonrisa, cuando la tensión se palpa en el ambiente.
Lo peor, tal vez, a mi gusto, es la reiteración de frases y palabras que
brotan del pensamiento de la protagonista y en ocasiones, las descripciones, se
quedan flojas, así como anteponer los sentimientos, a la belleza física que la
embriaga de Grey.
Lo más atractivo, desde mi punto de vista, son las diversas
lecturas que tiene la novela en cuanto a la parte más psicológica de los dos
protagonistas principales y cómo ella le gana terreno a él.
Cuando me hablaron de la historia, me describían a Grey como el gran
macho, el hombre ideal, el alter ego que muchas mujeres buscan. Pues
sinceramente, a mí me ha defraudado hasta el punto de vista de considerarlo un:
cobarde y canalla ante las situaciones, aunque tenga esa chispa de humor y destellos de humanidad cuando se olvida de sus sombras. Por el contrario, ella gana en fuerza e
incluso, en autoestima.
La mejor escena de Grey, a mi gusto, cuando la lleva a perseguir el amanecer en un vuelo sin motor, se despierta en él, el niño, el adolescente, el juguetón, el hombre que muestra el amor y confianza que tiene en ella, y el mejor momento de ella, el del final, no os diré el por qué. Lo descubriréis si la leéis.
No os cantaré más, pero sí os la recomiendo. No es una obra maestra, pero
es entretenida y tiene uno de los finales que más me ha impactado.
P.D. Haciendo honor a que se trata de una novela erótica, esta novela, ha servido para desvirgarme en la literatura erótica. Aunque algunos sabéis que he escrito algunas novelas de este género, nunca había leído una hasta la fecha, aunque os cueste creerlo.
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