Leer titulares como: “Un ayuntamiento malagueño organizará comuniones
civiles sin connotaciones religiosas” o “Rincón de la Victoria primer municipio
que implanta las comuniones civiles” me ha hecho pensar durante la mañana, a
medida que en las diversas redes sociales iban saltando los post, que el ser
humano está alcanzando grados de estupidez muy elevados o surge el deseo y la
picaresca de ganar dinero sin ningún tipo de escrúpulos, por parte de algunos o
de muchos.
Rincón de la Victoria es un
municipio malagueño que está gobernado por cuatro partidos. PSOE, IU, Partido
Andalucista (PA) y Ahora Rincón. ¿Quién da más? Pero no es noticia por tener
cuatro partidos gobernando, sino por los enunciados presentados ¿Este
consistorio no se sonroja ante esta descabellada idea? No, está claro que no,
porque todo este negocio ya empezó con los bautismos civiles y las bodas de oro.
Señoras y señores. Bautismo y Comunión son dos de los siete Sacramentos
de la Iglesia Católica, un invento de la iglesia para tener sujetos por vida a
todos los cristianos.
Uno de los ediles de dicho Ayuntamiento ante el motivo de celebrar las
comuniones dijo “Sin querer entrar en enfrentamientos ni disputas con la Iglesia,
entendemos que hay una demanda ciudadana de ofrecer la posibilidad de organizar
comuniones al margen de la religión, porque hay determinadas celebraciones que
sólo se ven con un sentido religioso, pero también lo pueden tener civil o
social” para continuar “Queremos dar la
oportunidad a las familias que lo deseen, y que no tengan ninguna inquietud
religiosa, de hacer una ceremonia de paso de la infancia a la preadolescencia
de sus hijos”
Está claro que desde hace ya muchos años: Bautizos,
Comuniones y Bodas, entre otros, se han convertido en un auténtico negocio para
muchas empresas y para quienes lo celebran. Es una forma más de montarse una
fiesta y disfrutarla en compañía de familiares, amigos, vecinos y
conocidos… Y si me apuráis, hasta el amigo del amigo de un amigo que pasaba un
día por la calle cerca de donde vivía el novio o la novia, o el niño a bautizar o quien hacía la comunión. Porque seamos
realistas, sobre todo en muchas bodas, familiares directos e incluso los novios, se
preguntan más de una vez ¿Quién es fulanito o menganito que está en la boda y
no lo han visto en toda su vida? El caso es que entren en el negocio y que
luego a quienes son bautizados, han celebrado la comunión o se han casado, les
quede una buena cantidad de dinero o les llenen de regalos, que no se hubieran
comprado en muchos años.
Pero el descaro de que un Ayuntamiento
celebre o quiera celebrar Bautizos civiles o Comuniones civiles, me parece
demencial, surrealista, propio de una época de picaresca española, que parece
que cada día está más de moda. ¿Qué va a ser lo próximo: Confirmaciones
civiles, Extremaunción civil o el Orden sacerdotal civil? Porque visto lo visto… En fin, ver para creer o leer para
sorprenderse.
Quienes me conocéis, sabéis muy bien que me
considero cristiano, porque creo en el mensaje de Jesús de Nazaret, pero que no
comulgo con la Iglesia, sea la católica o cualquiera de las inventadas a través
de los siglos. Como reza el dicho: “A Dios lo que es de Dios y al César lo que
es del César” Seamos serios, por favor.
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