Y hemos llegado a mi
número favorito, a ese número cabalístico que es el 7. Sí, siete han sido las
medallas de oro conseguidas por nuestros deportistas y la última, que no por
ello la menos importante ha sido la cántabra Ruth Beitia que el sábado por la noche sorprendió a todos en la
disciplina de Salto de Altura, como viene haciendo desde hace unos años en
otros campeonatos internacionales.
Una mujer que se llevó el
aplauso de todo el pabellón, por su gran trabajo, por su buen hacer, por una
carrera de casi tres décadas. 26 años dedicados al deporte y 37 años de edad,
todo un ejemplo de superación, de lucha, de entrenamientos y sin olvidar jamás
la sonrisa y el buen humor. Ese atuendo tan especial, esas gafas y esa postura
con unos movimientos de mano, difíciles de imitar.
Creo que el sábado por la
noche, noche en España se entiende, estábamos más nerviosos quienes la
estábamos siguiendo, que ella misma. No he visto deportista más templada, más
segura y… ¿Serán los años los que le han otorgado esa placidez o por el
contrario es la seguridad en sí misma que desprende a su paso? Sea como sea,
ella es la reina del Salto de Altura, ella es la medalla de Oro de estas
Olimpiadas de Río de Janeiro y es ella, la que nos ha hecho vibrar, saltar de
alegría y decir: Eres la más grande. Y ella es cántabra. Sí, me siento
orgulloso de que forme parte de mi querida tierruca.
Es la más grande porque
ella no solo compite, ella no sólo hace carreras impecables, ella no sólo sabe
caer como ninguna; es que ella disfruta como nadie de la especialidad que la
acompaña casi, desde que era una niña.
Después del 1,93 m,
quedaban cinco y entre ellas Beitia, Trost y Lowe, que no habían cometido
errores. La siguiente altura es 1,97m “Si
la pasa a la primera, es medalla segura” Y lo pasa de forma limpia, no así
sus adversarias y el listón llega a los 2 m y todas fallan. Es entonces cuando
la locura se desata entre el equipo español y aún más en ella misma. Su sueño
se había cumplido, 26 años ha tenido que esperar para ganar su medalla de oro
en unas olimpiadas y es felicitada por todos, sus adversarias y el público que
se pone en pie. Es entonces cuando Ruth corre a subirse a una especie de
andamio donde todo el mundo la dice que tenga cuidado, pero ella sólo tiene un
objetivo, abrazar a Ramón Torralbo,
su entrenador, quien está bañado en lágrimas.
Ruth Beitia Vila, nace en Santander
el 1 de abril de 1979. Entre sus triunfos está el que es tetracampeona de Europa, tiene 5 medallas en Campeonatos del Mundo y ha ganado 8 Campeonatos de Europa, sin olvidar el Oro en los Juegos del Mediterraneo y ser la
primera atleta española en obtener la IAAF
Diamond League en 2015 y ahora alcanza a ser la primera mujer española en
obtener una medalla de oro en atletismo en unas Olimpiadas.
Mis felicitaciones, todos los deportistas sois muy grandes, pero tú has
destacado y me siento orgulloso, lo digo una vez más, de que además de
representar a España, seas Cántabra.
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