Pero en estas olimpiadas,
como me imagino que en otras, saltan algunas noticias curiosas que resumo aquí:
La primera de ellas es
relacionada con el sexo y según algunos medios ha sido todo un escándalo, algo
que yo no considero así, pero me limitaré a dar la noticia.
Dicen que los deportistas
deben abstenerse de sexo durante las competiciones, porque les debilita y no
rinden como deben hacerlo.
Desde luego que a esta
observación tanto la saltadora de trampolín brasileña Ingrid de Oliveira como el remero Pedro Gonçalves no hicieron
el menor caso y se saltaron una de las normas internas en las instalaciones
donde viven los deportistas, pues no se privaron de tener una sesión
maratoniana de sexo, justo la noche antes de volver a competir Ingrid, lo que
acarreó que al día siguiente, ella y su compañera, Giovanna Pedrosa, a la
que echó de la habitación, quedaran en una posición muy mala cuando eran
favoritas para medalla. Giovanna enfadada, informó de lo sucedido la noche
anterior al Comité Olímpico de Brasil.
Esas calenturas que malas son, cuando se es joven.
La segunda y tercera
noticias me encantan, pues es el amor el gran protagonista y cuando digo amor,
es amor, no sexo J
La primera de la que os
hago partícipes, es la pedida de matrimonio de una voluntaria de las Olimpiadas
de Río, a su novia jugadora de rugby, la brasileña Isadora Cerullo, y es que en Brasil, el matrimonio igualatorio
existe desde el año 2013 y aunque hay un gran colectivo LGTBI, a la
normalización en cuestiones como esta, le faltan muchos pasos que dar, tal vez
por eso, el gesto de la voluntaria se haya hecho viral por todas las redes y la
prensa haya dado una gran importancia a la noticia, cuando la chica en
cuestión, le dio un beso a su novia delante de cientos de cámaras, para confirmar su próximo enlace.
La otra protagonista fue
la atleta china, He Zi, feliz
subiendo al pódium para recibir la medalla de plata, pero aún más lo fue cuando
su novio, el también saltador Qin kai,
se acercó al pódium y tras arrodillarse ante ella le entregó un anillo de
compromiso y una flor. Ante dicho acto de romanticismo, ambos no pudieron
contener las lágrimas.
Me pierde el romanticismo, yo también hubiera
llorado.
Esta nueva noticia ya me
descoloca un poco, porque si por una parte lo puedo entender, por otra…
Vosotros mismos opinaréis.
Esta vez es un nadador
etíope de 24 años de edad, de nombre Robel
Kiros Habte, quien un día decidió
cambiar la historia del deporte de su país, quería ser diferente a los ojos
de sus compatriotas corredores, él
deseaba ser nadador.
Pero no ha sido noticia
por ser nadador, ni por recordar su actuación al legendario guineano Eric Moussambani, que se hizo famoso en
los juegos de Sydney, sino por su físico, que según todos los medios de
información no encajaba con los cánones del deporte acuático. En definitiva,
que tiene sobrepeso para ser nadador olímpico.
Habte participó en las
series de 100 metros libres y quedó el último, media piscina por detrás de sus
rivales y siendo el único en superar el minuto para completar los 100 metros.
Tras la prueba declaró a
los medios de comunicación allí reunidos: “Soy
muy feliz porque es mi primera competición en los Juegos, así que doy gracias a
Dios” … “Cada día, todo el mundo cuando se levanta en Etiopía, lo que hace es
correr, no nadar. Yo no quería correr, yo quería nadar”
Sin duda el sueño de un
deportista cumplido, aunque en esta ocasión tenga varias lecturas su
participación.
Ha roto la imagen física que todos
tenemos de un nadador, y sin complejos
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