viernes, 18 de noviembre de 2016

ENTREVISTA A FEDE POUSO (DISEÑADOR, PINTOR... ARTISTA)


Esta semana llega hasta todos vosotros un nuevo artista. Diseñador de moda y arte textil y artista plástico. Su nombre es: Fede Pouso.
J.S.- Fede, antes de entrar en materia vamos a conocerte un poco. ¿Cuáles eran los sueños que tenías de niño?

F.P.- Mi sueño desde niño siempre fue ser Artista. Siempre soñé con cantar y formar una banda ¡Amo la música! Para mi vida es fundamental, todas las personas que me conocen saben que siempre canto y escucho música, desde niño; lo hago fatal, pero me divierte. Con mi hermana menor jugábamos a formar bandas de Pop, nuestro primer casette fue el de las Spice Girls, explotamos de felicidad cantando ese primer álbum.
Mi madre fue la primera en pincharme esa fantasía – risas –, pero gracias a eso, ella me abrió a otros mundos del arte en los cuales pude sentir la misma pasión, que siento con la música.

J.S.- ¿Cómo resultó tu infancia en Montevideo, lugar en el que naciste?

F.P.- Mi infancia en Montevideo fue hermosa, muy tranquila, una infancia llena de juegos y creatividad, soñaba con todo lo que quería hacer, los lugares que deseaba visitar y todo lo que quería ser.

J.S.- Amor, amistad y familia. Son palabras que siempre tengo muy presentes en mi vida. ¿Qué significan para ti y en qué orden las ordenarías?

F.P.- En mi mundo la familia y la amistad significan amor, no considero más importante una que  la otra, todas son uno y de todas necesito para vivir.
Soy muy amigo de mis amigos, soy muy fiel de ellos y eso se lo debo a lo que aprendí de mi familia.

J.S.- En la Universidad del Trabajo de Uruguay (UTU) te gradúas en diseño de indumentaria y arte textil. ¿Por qué elegiste esta carrera?

F.P.- Cuando comencé a desarrollarme como hombre y como individuo, empecé a sentirme atraído más que nunca por la imagen. Me preguntaba de todo, lo que yo era, como me presentaba ante el mundo y lo que los demás  veían de mí.
Empecé tímidamente en mi casa a hacerme ropa con trapos, sabanas, toallas, papel, todo lo que encontraba cerca y las cosía a mano con unas puntadas horrorosas – Risas – No puedo evitar reírme cuando me acuerdo de esos momentos.
Al terminar la secundaria en Uruguay ya sabía lo que quería aprender y lo que necesitaba como punta pie para empezar.
Cuando puse un pie en la UTU de diseño y arte textil, sabía que ese lugar me iba a dar todas las herramientas para comenzar mi carrera y la humildad que necesitaría, para aprender de mis profesores.

J.S.- Al poco de terminar tus estudios, con 20 años, comienzas a trabajar como asistente y mano derecha del diseñador Marcelo Roggia. Uno de los diseñadores con más prestigio del país. ¿Qué supuso esta experiencia?

F.P.- No recuerdo nunca si fue a los 19 o 20 años, con exactitud, pero un día estaba terminando unos estudios que me habían quedado pendientes de la secundaria y un hombre se me acerca y me ve que llevaba un par de revistas de moda en la mano, era Mingo (Así lo llaman cariñosamente) y me preguntó que quería ser y yo le dije: diseñador de moda.
Hablamos durante varias horas ese día y me invitó a su atelier para conocerlo; era en la Ciudad Vieja, un lugar mágico y fantástico de Montevideo.
Mingo (Marcelo), fue mi maestro, mi mentor, fue un guía en el momento que estudiaba mi carrera; me enseñó todo sobre la profesión, lo malo, lo bueno y lo mágico, de ser un artesano de la ropa.
Junto a él  hice de asistente en uno de sus muchos desfiles y esa fue mi primera Fashion Week de Uruguay. ¡Cómo no querer y respetar a una persona que hacia realidad tus sueños y te educaba al mismo tiempo! La experiencia de conocerlo y trabajar con él, es algo que recordare el resto de mi vida.  Estoy muy agradecido, admiro su vitalidad y su mano de obra. Lo quiero mucho.

J.S.- A los 23 años participarás en revistas y campañas nacionales relacionadas con la moda y llegas a oídos de Rosario San Juan, la directora y creadora de la pasarela de moda en Montevideo, trabajando junto a ella en el equipo de dirección y arte de la Fashion Week de Uruguay, MOWEEK ¿Qué supone para un joven alcanzar estas metas?

F.P.- Yo conocí a Ro (Rosario) en mi primera Fashion Week, cuando trabajaba como asistente de Marcelo Roggia.
Claro que después de que supe quién era, empecé a averiguar todos los trabajos que ella hacía, y me encantaban.
Ella es una de las productora de moda en Uruguay más relevantes y respetada, es una mujer fuerte, es una de las personas que conozco que más trabaja y cree en su trabajo y en el trabajo de la gente que trabaja para ella.
Al principio dudó en contar conmigo para la Fashion Week... – Nuevas risas – Me río porque me costó mucho llegar a ella, que me viera, que confiara en mí, ya que su trabajo era fundamental y extremadamente profesional y yo era uno de los millones de chicos que morían por ese puesto junto a ella; pero lo logré y de su mano me llevó a ser parte del equipo artístico de Moweek .
Ella sin duda es otra maestra y guía en mi carrera y en mi vida, me enseñó todo, todo y más. Hoy en mis trabajos soy muy profesional y eso sin dudarlo es algo que aprendí de ella. Fue muy generosa al abrirme las puertas de su casa, donde trabajábamos mucho. Fue una maestra de lujo, hoy es una gran amiga; la quiero muchísimo, da gusto en la vida encontrarse con gente así ¡¿Cómo no ser agradecido con esta vida, que puso en mi camino a todas las personas que necesitaba para crecer?!

J.S.- Pero Fede no se conforma con su trabajo, con la experiencia adquirida y como muchos dirían, con esa zona de confort que un día decides abandonar, pues te sumerges en el mundo de las artes plásticas de la mano de tu madre, Lilian. ¿Por qué esta decisión?

F.P- Pasaron muchas cosas, mucho trabajo, muchas alegrías, muchas decepciones y muchas decisiones.
Todo lo que aprendí durante mi vida, sentí que no era suficiente, soy muy ambicioso en cuanto al conocimiento y a las experiencias, Uruguay en un momento dado se me quedó muy chico, necesitaba más y ahí no lo iba a encontrar.
Mis padres son españoles, siempre España fue parte fundamental de mi infancia y de mi crianza.
Tenía el privilegio de ser un ciudadano europeo y con 25 años de edad. ¿Cómo no lo iba a aprovechar? En ese momento trabajaba como diseñador para una marca de ropa en Montevideo, un día saliendo de trabajar, pasé por una casa de viajes, y sin contárselo a nadie, me saco un billete de avión para Madrid, la sensación fue MEGA. No lo dude ni un segundo.
Madrid era la puerta para comenzar de cero y ser todo lo que quería ser y más; fue una segunda oportunidad, estaba un poco cansado del mundo de la moda. Necesitaba expresarme de otra manera. La pintura fue la mejor manera de expresar lo que estaba viviendo, siempre vi a mi madre pintar, son los recuerdos más lindos y de felicidad que tengo en la memoria.
Comenzar a pintar aquí siempre fue en su honor.

J.S.- Te conviertes de esta manera en un artista autodidacta y decides explorar nuevos caminos dentro del arte. ¿Cómo fueron esos primeros pasos?

F.P.- Siempre fui un poco autodidacta, siempre supe juntarme con las personas que sabía que iban a ampliar mi mente y mis conocimientos. El arte es algo que para mí es vital. Soy una persona que al pasar los años conseguí ganar confianza y respeto por mí mismo y por mi trabajo. Mi primeros pasos por la pintura fueron una montaña rusa de sensaciones nuevas y de mucho trabajo personal. Se me presentó todo de una manera muy natural y orgánica.

J.S.- En tus obras intentas transmitir sentimientos, emociones, todo aquello que te puede hacer sentir bien o mal. ¿Cuándo finalizas una de ellas, crees que te han servido también de terapia, ante lo que estás experimentando en esos instantes, en tu vida real?

F.P.- Cada Pintura que termino es un trabajo personal en el cual hago mis propias terapias. Todas ellas están cargadas de sentimientos y de momentos puntuales, vivencias y maneras de ver el mundo. Todas son muy especiales para mí y en todas me reconozco como artista, que es lo único real que me interesa.

J.S.- Como hemos hablado, España era el país natal de tus padres que emigraron en su día a Uruguay y un día del año 2014, decides ser tú el que venga a vivir aquí. ¿Cuáles han sido las diferencias más notables, que has encontrado entre ambos países?

F.P.- Venir aquí me hizo entender más a mis padres y me hizo reconocer en ellos muchas cosa que me sirvieron a mí como persona y artista para desarrollarme, la humildad y el trabajo constante y sobre todo, a no aceptar un no como repuesta.
En España encontré un país que me brindo visibilidad, algo que en Uruguay había logrado hasta cierta medida.
Europa me abrió los ojos y expandió mi horizonte, y era algo que no estaba logrando en Montevideo y lo consideraba fundamental como persona y artista.
A veces siento pena por sentir que Uruguay quedó atrás. Para mí ser sudamericano es un orgullo que llevo adentro y que cualquier Uruguayo, lo sentiría de esa manera. Allí fue donde pasé gran parte de mi vida y haber nacido uruguayo generó una visión más panorámica sobre el mundo, me hizo ver más allá de mis posibilidades.

J.S.- Al poco de llegar, formarás parte del equipo de Santi Senso, para la obra “El Descanso de Caronte” como diseñador de vestuario. ¿Cómo surgió el encuentro entre ambos artistas?
F.P.- Conocer a Santi fue algo maravilloso, él me dio la oportunidad de ser libre y tomar mis propias decisiones, de forma personal y como artista.
Inmediatamente con Senso hubo una sinergia de trabajo increíble.Me fascinó el mundo del teatro al que él me introdujo; su lenguaje es muy honesto y sincero y eso era algo que necesitaba en esta nueva etapa.
Él tiene un profundo respeto por mi trabajo y eso me hace ser más fuerte a la hora de defender y presentar mis diseños para los diferentes Actos Íntimos que él me presenta. Me encanta ser parte de la compañía. Para mí es un honor y es algo por lo que le estaré agradecido siempre. Me hizo sentir parte de algo y de un lugar.
El teatro me conecto con una sensibilidad estética que me deslumbró y me generó mucho interés trabajar en él. Nunca lo había experimentado.

J.S.- Santi Senso te apoyó en tu primera exposición “Todo está bien en mi mundo” durante la performance “useME” en el mítico edificio donde comenzó la movida madrileña en los años 80. ¿Cómo viviste aquel momento?

F.P.- Ese momento fue increíble, todo se juntaba, mi primera expo, mi primer año en Madrid y en un barrio donde las artes están hasta en la calle presentes y sobretodo, en ese edificio, el cual había presenciado parte importante de la historia y la cultura española. Para mí era todo un honor estar ahí.
Mi obra “Todo está bien en mi mundo” me gusta verla como una obra punk. Es oscura, es caos y dentro de esa rudeza, tiene su verdad y su revolución espiritual y personal, siento que esa obra se inició donde tenía que ser iniciada, eso es algo maravilloso.
La obra “useMe” fue perfecta para presentar esta expo. Santi me dejó intervenir el espacio donde los espectador iban a interactuar individualmente con él;  así que coloqué toda mi obra por el espacio y pinté todas las paredes dejando espacio en blanco, para que la gente cree un cadáver exquisito con su experiencia ahí dentro ¡Fue espectacular!

J.S.- A finales de Mayo de este año 2016, presentaste tres series de pinturas tituladas “Todo está bien en mi mundo” “Fit – Me” y “Las Devoradoras” en el Urban Club Madrid. ¿Cuál fue la acogida durante los días de la exposición?

F.P.- Eso fue un momentazo,  de esos que también recordare siempre, yo obviamente era pura ansiedad mezclada con nervios, fue muy bonito, me sentía como en mi cumpleaños.
Era la primera vez que me enfrentaba a un público con mis pinturas, esa vulnerabilidad que sentí durante toda la exposición me hizo apreciar más mi trabajo, estaba orgulloso de él y me sentía fuerte como para responder cualquier pregunta que el público quisiera hacerme. Percibí como el artista tímido que soy despertaba, eso es algo que no sentimos todos los días.
Presente en el Urban Club Madrid de la mano de la plataforma para artistas Vizualy (http://www.vizualy.com) con una convocatoria increíble, me sentí muy apoyado por mis colegas, mis amigos y tanta gente maravillosa que se acercó a felicitarme y sobretodo, se acercó para decirme lo que habían sentido y vivido al ver mi obra, que era lo que más me importaba de todo, saber si era capaz de despertar algo en la gente. No me importaba mucho si era algo negativo o positivo. El reto para mí, era hacer sentir algo, despertar a las personas.

J.S.- Nunca digo estas cosas en una entrevista, pero en esta ocasión sí, porque viene muy bien a un comentario que tú has dejado en tu biografía. Dices “Me considero fan de la gente que va contra corriente y dedica su tiempo y su vida a demostrar que no estamos pre-programados, que no somos una simple pieza de ajedrez y que el amor, nuestro amor, es la única cura” Y lo primero que sentí cuando te conocí, sin haber leído estas palabras, ni escuchado lo que hasta ahora me estás contestando, fue ternura y acercamiento. Un alma libre sin miedos a lo que le rodeaba, al menos en ese momento. Pienso igual que tú y en algunas ocasiones me pregunto porque la gente está tan encorsetada en sus vidas. ¿Cuál es tu opinión sobre la sociedad que nos rodea?

F.P.- ¡Ufff!! Aquí escribiría horas sobre esta pregunta. Soy muy reivindicativo con estos temas – Sonríe - Siento que la gente tiene mucho miedo, pienso que estamos en un momento clave tanto espiritualmente y en cuanto a humanidad se refiere, donde todo lo que hagamos tiene una consecuencia inmediata sobre nuestra vida. Nos estamos distrayendo y olvidando para que estamos aquí. Nos imponen el miedo para mantenernos controlados y zombies. Hacen lo que quieren con nosotros; por mi parte el miedo y la estupidez  quedó atrás, lo maravilloso de ser artistas no solo es entretener, sino que es decir lo que nadie puede decir, lo que la gente teme decir, creo que si llegué hasta este punto es para eso, para comunicar, para despertar  las personas que lo necesitan, para dar manos y para generar emociones y brindarme como ser humano. Mis únicas armas son el amor y sé y confío, que con eso voy y vamos a poder curar todo lo que está mal en el mundo; sólo necesitamos unir fuerzas y levantarnos, encontrar lo que nos hace mal, lo que nos degrada como seres. Tenemos que ser muy cuidadosos en lo que elegimos ser, proyectar y en lo que queremos dejar en el mundo.

J.S.- ¿Cuáles son los nuevos proyectos de Fede Pouso?

F.P.- Ya estoy gestando la nueva colección de obras que saldrá en poco tiempo, me gusta darme mi espacio para hacerlo, lo considero fundamental.
Próximamente viajare a mi Uruguay querido en busca de inspiración y  exponer mi trabajo ahí, para todas las personas que amo, que no pudieron estar aquí.
Aquí en Madrid en Noviembre volvemos junto a Santi Senso, Ana Rujas y Cary Rosa con nuestro último Acto Intimo “PornoCapitalismo a sangre viva” que fue estrenada dentro del festival Surge Madrid en el Teatro del Arte.
Y siempre sigo con mis trabajos como estilista en moda, conociendo gente inspiradora y lugares y marcas fantásticas.

J.S. Y mi pregunta mítica. ¿Qué te hubiera gustado que te preguntara y no he hecho?

F.P- Creo que tocamos varios puntos personales de una manera muy bonita  y te lo agradezco, porque por lo general soy muy tímido y reservado y nunca respondo esas preguntas – Sonríe, y es que siempre sonríe – Me encantó colaborar con vos en esta entrevista y me tomo el atrevimiento de escribírtelo, para agradecerte tu disposición e interés por mi trabajo.
Estoy muy feliz de encontrarme con personas como vos. Gracias Amado Universo, Gracias a ti y Gracias.

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