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jueves, 11 de mayo de 2023

LA CINETECA RECIBE LA VII EDICIÓN DEL FESTIVAL FLAMENCO MADRID

La VII edición de este festival también aumenta la presencia de cine documental en torno al flamenco en Cineteca Madrid.

Flamenco Madrid refuerza también la oferta para público familiar.

Flamenco Madrid, festival organizado por el Área de Cultura, Turismo y Deporte del Ayuntamiento de Madrid, subirá el telón de su VII edición el domingo 14 de mayo y lo hará con el foco puesto en los más pequeños de la casa y sus familias, además de una completa programación para todos los amantes de este arte. “El objetivo es acercar el flamenco a la infancia a través de un formato adaptado y basado en el juego y de un espectáculo destinado a un público familiar”, explica el director artístico del Festival, Ángel Rojas.

La primera cita familiar es con José Suárez, El Torombo, que vuelve a Espacio Abierto. Quinta de los Molinos con el estreno absoluto de un taller de compás flamenco titulado Un pasito al pie de la letra (14 mayo, 13 y 18 h.). El año pasado este artista agotó entradas desde el primer momento pues su estilo conquista a niñas y niños desde que entran en la sala. “El flamenco es la letra popular del pueblo y de los niños, se hace poesía y la poesía se canta; y su cante lo bailamos al pie de la letra”, indica el artista, que descubrirá en su taller el Artecompáz que el arte es actitud y, a través de esa actitud, sacará el ¡Olé! que llevan dentro todos los niños y niñas que acudan.

La segunda propuesta para toda la familia tendrá como escenario La Casa Encendida que se suma este año por primera vez a Flamenco Madrid. Lo hace con el espectáculo El árbol del flamenco, de la Fundación Alalá, una obra de teatro musical en la que suben al escenario 26 niñas, niños y jóvenes que desplegarán todas las disciplinas flamencas: baile, cante, toque y percusión. La Escuela de Arte de la Fundación Alalá es un proyecto de integración que se desarrolla en el polígono Sur de Sevilla que apuesta por el flamenco como herramienta de transformación social y como lenguaje universal mediante el que se expresan emociones y sentimientos. El árbol del flamenco parte de una idea original de Emilio Caracafé, profesor y alma máter de la Escuela, a partir de la cual se ha montado una dramaturgia que realiza un recorrido por la historia y los diversos palos y estilos del flamenco, en una obra que mezcla el carácter didáctico con un montaje musical.

Esta obra invita a reflexionar sobre la ecología, y la preservación del entorno atendiendo a uno de los principales objetivos de la Fundación: la educación en valores de niños y jóvenes.

El flamenco a través del cine

El cine también es de los primeros en llegar a la programación del Festival. Para el director artístico este lenguaje cinematográfico permite “acercar el flamenco en todos sus prismas”. El 16 y 17 de mayo se podrá disfrutar en Cineteca Madrid de Canto Cósmico. Niño de Elche, dirigido por Leire Apellaniz y Marc Sempere Moya; y de Impulsos, de Emilio Belmonte.

Canto cósmico se aproxima al músico español más controvertido de los últimos años a través de las personas más relevantes que componen su vida y su obra. C. Tangana, Angélica Lidell, Pedro G. Romero, Raúl Cantizano, Israel Galván o Paqui y Aladino, sus padres, son solo algunas de las voces que, unidas a la suya propia en una polifonía armónica, dibujan este retrato libre, casi cubista, de Niño de Elche. Impulsos se adentra en el proceso creativo de la joven bailaora y coreógrafa Rocío Molina, un recorrido por la concepción y preparación de un nuevo e innovador espectáculo.

A Cineteca Madrid también llegará el 18 de mayo Mujer. Una mirada contemporánea a través del arte, que contará con la presencia de su director Mariano Cruceta y de Paco Grágera, asesor cultural de la obra. Ambos, junto con la interprete Mariana Collado y Gloria Solera propiciarán un encuentro con el público al finalizar la proyección. Este corto ofrece una mirada contemporánea sobre el vínculo poético establecido entre el arte y el amor, implícitos en el continuo movimiento del ciclo vital que se representa a través de la expresión de la feminidad, la danza, la música y la palabra de tres figuras fundamentales de la lírica española: Federico García Lorca, Antonio Machado y Juan Ramón Jiménez.

El 19 de mayo llega uno de los platos fuertes con la proyección de Antonio Canales, bailaor, dirigido por Raúl Rosillo. Una película documental que retrata a esta figura única del baile flamenco y reconocible personalidad que llegó a lo más alto de su profesión adquiriendo fama mundial.

Canales lleva 30 años pisando fuerte en su arte sin igual, un periodo que esta película repasa a través de vanguardistas y apabullantes puestas en escena, imágenes de archivo, sus propias palabras y testimonios de personalidades como Cayetana Martínez de Irujo, Jorge Javier Vázquez, Soleá Morente o Antonio Dechent.

Las dos últimas citas con el cine llegan de la mano de Pa'trás ni pa'tomar impulso y Se Prohíbe el Cante el 20 y 21 de mayo. La primera está dirigida por Lupe Pérez García y es la historia de Carmen Mesa, una mujer valiente y apasionada que lucha por el baile flamenco, su sueño. Este baile que siempre le es fiel será su compañero de aventuras en la cuadrícula de Buenos Aires, en su Andalucía natal y por los polvorientos caminos de Los Andes. La artista, además, actúa con su espectáculo Yo me lo guiso, yo me lo como, en el Teatro Flamenco Madrid el lunes 15 de mayo.

La película que cierra el ciclo está dirigida por Félix Vázquez y retrata el viaje por Andalucía de la cantaora sevillana Esperanza Fernández con la intención de recuperar la memoria de las peñas flamencas. En este recorrido, estará acompañada por figuras de primer nivel, como Arcángel, Miguel Poveda, Marina Heredia, Rocío Márquez o Jesús Méndez.

La vanguardia del flamenco, en Condeduque

Al Centro de Cultura Contemporánea llegan el 26 de mayo las propuestas más vanguardistas de la programación: Flamenco is not a crime y Jaleo is a crime, dos acercamientos desde la remezcla, la cultura crítica y el live cinema propiciados por Los Voluble para aproximar dos géneros como la electrónica y el flamenco. Inspirados por el movimiento free party is not a crime, presentaban una propuesta en la que el flamenco y la electrónica se cruzan con la cultura crítica y el political remix video.

Pedro y Benito Jiménez proponen dos acercamientos directos al flamenco y sus contraposiciones: el purismo frente a la vanguardia o la experimentación, la actitud frente a la aptitud flamenca o su paralelismo y conexión con otros géneros musicales como el Gqom, footwork, dub experimental, grime o reggaeton, entre otros muchos saltos estilísticos.      

En la web www.festivalflamencomadrid.com se puede consultar la programación y las medidas de accesibilidad.

martes, 29 de noviembre de 2022

CINETECA MADRID ESTRENA BRUCE WEBER

SURIA COMUNICACIÓN nos informa que Cineteca Madrid estrena Bruce Weber: el eterno movimiento, la retrospectiva más amplia del icónico fotógrafo y cineasta norteamericano. 

Dentro del ciclo más ambicioso de su obra presentado hasta ahora en nuestro país, destaca la proyección del último film que ha rodado, inédito en España, El tesoro de su juventud. La película brinda tributo al foto-periodista Paolo Di Paolo, el fotógrafo más leal y el mayor confidente de la élite cultural en los albores de la dolce vita. La comisaria de su obra, Silvia di Paolo, presentará el film el 2 de diciembre en la Sala Azcona.

El fotógrafo y cineasta Bruce Weber alcanzó la fama internacional a principios de los años ochenta gracias al éxito de imágenes que combinaban un estilo clásico con un trasfondo visceral de deseo y sexualidad. Su habilidad para construir una sensación de romanticismo y dramatismo le convirtió en creador de la imagen pública de marcas de moda como Ralph Lauren, Calvin Klein, Versace o Abercrombie & Fitch, además de consagrarle como director de documentales. Cineteca Madrid ofrece del 1 al 8 de diciembre la más amplia retrospectiva de sus películas realizada en nuestro país, con motivo del estreno de su última película, El tesoro de su juventud (2021).

En más reciente trabajo, Weber, rinde tributo al foto-periodista autodidacta Paolo Di Paolo, cuya breve pero intensa carrera profesional en Roma abarcó un período de catorce años durante los cuales trabajó para publicaciones culturales como Il Mondo y Tempo illustrato, convirtiéndose en el fotógrafo más leal y el mayor confidente de la élite cultural en los albores de la dolce vita.

Durante aquellos años Di Paolo fotografió a Sophia Loren, Marcello Mastroianni, Monica Vitti, Luchino Visconti o Anna Magnani, y también a Elizabeth Taylor, Grace Kelly o Tennessee Williams, así como a Pier Paolo Pasolini- de quien se celebra este año el centenario de su nacimiento y con quien colaboró estrechamente.

La carrera de Paolo Di Paolo se interrumpió con el cierre de Il Mondo y el auge del periodismo de paparazzi y su decisión de abandonar la vida fotográfica fue definitiva: se retiró al campo y nunca más habló con nadie de aquella etapa de su juventud. Su extraordinaria obra fotográfica se mantuvo oculta en una caja en el desván de su casa durante más de 50 años, hasta que su hija Silvia la descubrió de manera accidental hace 20 años.

Cuando Bruce Weber se tropieza, también de manera fortuita, con una fotografía de Pasolini en una pequeña galería de Roma, queda tan impresionado por su belleza que emprende la búsqueda del misterioso fotógrafo que la tomó, poniendo en marcha la fascinante historia que da origen a esta película. El 2 de diciembre, Silvia di Paolo, archivista y comisaria de su obra, presentará la película en la Sala Azcona.

El tesoro de su juventud son casi dos horas de puro éxtasis visual, en el que las imágenes de Di Paolo invitan a viajar a un pasado nostálgico, lleno de belleza y cinefilia. Hoy en día, a sus 96 años, el legado fotográfico de Paolo Di Paolo es para Italia y para el mundo, tan importante como el de Cartier-Bresson en Francia o el de Cecil Beaton en Inglaterra. (Festival PlayDoc)

Además de su película más reciente, la retrospectiva hace un recorrido por su filmografía con la proyección de varios títulos clave: Broken Noses (1987), su primer largometraje documental, un análisis de Andy Minsker, antiguo campeón de boxeo que gestiona en Oregón un club dirigido a jóvenes dotados de talento y potencial -que compitió en la Sección Oficial del Festival de Sundance-; la película de más fama de Weber, Let’s Get Lost (1988), en la que se indaga en la vida del trompetista y cantante de jazz Chet Baker y que fue nominada al Premio Oscar y obtuvo el Premio de la Crítica en el Festival de Venecia, cuyo 35 aniversario se celebra este año con una versión restaurada en 4K, que recorrerá de nuevo esos selectos circuitos; su film posterior, Nice Girls Don’t Stay for Breakfast, en la que se hace lo propio con la del actor y cantante ocasional Robert Mitchum y que tuvo su première en el Festival de Venecia; Chop Suey (2000), un viaje fotográfico para documentar la transición de un sujeto llamado Peter Johnson de la niñez a la madurez con una realización similar a un diario cinematográfico -que obtuvo una Mención Especial del Jurado del Premio Teddy Bear en la Berlinale- y A letter to True (2003), una mirada impresionante al afecto, la lealtad y el amor incondicional que demuestran los perros, a los que el cineasta considera una metáfora de la paz y la esperanza en el mundo, que participó en la Sección Panorama de la Berlinale.

"En tan solo un puñado de largometrajes documentales, Weber no únicamente ha convertido su obra cinemática en una extensión de sus intereses temáticos y estéticos como fotógrafo —es imposible confundir sus filmes con los de nadie más, incluso si uno solo conoce su obra fotográfica—, sino que, al mismo tiempo, ha ampliado en gran medida el ámbito de sus empresas artísticas.

Las películas, que, en comparación con las fotografías, conllevan las ventajas añadidas del tiempo, el movimiento y el sonido, le han permitido a Weber investigar con mucha más exhaustividad unos temas que ya estaban presentes en su obra gráfica, como es el caso de la masculinidad estadounidense. Sin duda, podría argumentarse que los filmes factuales constituyen la expresión más íntima y completa de la visión del mundo que tiene él como artista. En ellos existe mucha belleza, pero se trata de una belleza exaltada porque, en tanto que documentalista, Weber dispone también de margen para estudiar el dolor, la congoja y las complejidades de las bellezas que expone.

La perspectiva caleidoscópica que es tan típica de la obra factual de Weber llega incluso más allá del mero empleo de material grabado en épocas diferentes. En toda su filmografía ensarta tomas y sonidos cargados de melancolía que por sí solos no quieren decir mucho pero que, en el contexto de la obra, evocan sensaciones y lugares de distintos tipos. Sus documentales no son biografías que contengan hechos a secas, sino, más bien, audaces evocaciones jazzísticas de personas que intentan transmitir lo que sentían y lo que les hicieron sentir a otras; obras que versan sobre la inesperada trayectoria vital de esta gente y sobre lo pluridimensional e incluso contradictorio de su persona. Y, como da a entender Weber, no solo a través de sus altibajos, sino también a causa de ellos, había belleza en la vida de todos."

(Retratos caleidoscópicos por Boyd van Hoeij. Festival PlayDoc)