El otro día os ofrecí la magnífica
crítica que me habían realizado para la página SPANISH GAY FICTION,
hoy os ofrezco la entrevista que me realizó
Alejandro Gutiérrez para dicha página. Está en inglés, y para aquellos que
dominéis dicho idioma os dejo el enlace a la misma
http://spanishgayfiction.blogspot.com.es/2015/01/interview-with-javier-sedano.html para los que
desgraciadamente no sabemos inglés, os la pongo aquí tal y como yo se la envíe
en castellano. Espero que sea de vuestro agrado.
Muchísimas gracias A SPANISH GAY
FICTION y en especial a ALEJANDRO GUTIÉRREZ.
Un fuerte abrazo.
Javier Sedano.
ENTREVISTA PARA LA PAGINA SPANISH GAY FICTION
S.G.F.- Tras
las puertas del corazón posee
muchos discursos. Pero tal vez uno de los más evidentes es su defensa del
naturismo. ¿Hasta qué punto el nudismo ha sido/es importante en tu vida? ¿Crees
que suele ser malinterpretado? Muchas personas –especialmente gays – ven en las
localizaciones nudistas lugares puramente de encuentro sexual.
J.S.- El nudismo es una forma de vivir en armonía con el medio y como tal lo
disfruto siempre que tengo posibilidades. Me hace sentir vivo y libre y por
supuesto aquellas personas que no han estado en contacto con el nudismo,
tienden a pensar que es una manera de provocar y exhibirse, muy lejos de la
realidad.
Y es cierta tu última afirmación.
Muchos gays encuentran en las zonas nudistas una forma más para los encuentros
sexuales, algo que no se puede evitar. Ese fue uno de los motivos que me llevó
a escribir “Tras las puertas del corazón”, entre otros muchos temas. Mostrar la
normalidad y que nada tiene que ver nudismo con sexualidad.
S.G.F.- Si
no tengo mal entendido, Tras las puertas del corazón fue tu primera
novela. ¿Cómo fue la experiencia no solo de escribirla, sino también de
encontrar una editorial para publicarla?
J.S.- Fue mi primera novela publicada, pero ya tenía cuatro escritas y estaba
escribiendo la segunda entrega “Preguntas sin respuesta”. La experiencia fue
apasionante, porque me enfrentaba por
primera vez a una historia de gran envergadura. Lo de la editorial vino por
parte de un amigo, Raúl, que fue el primero que leyó la novela y entusiasmado
me dijo que la tenía que enviar a una editorial.
Odisea
me contestó antes de un mes que sí, que la historia les interesaba mucho y a
los pocos meses estaba en las librerías.
S.G.F.- Tu
nombre completo es Francisco Javier García Sedano. Unas novelas las firmas como
Javier Sedano, y otras como Frank García. ¿En qué te basas para firmarlas bajo
un seudónimo u otro?
J.S.- Las que firmo como Javier Sedano digamos que son las novelas más
convencionales, más románticas, donde sumerjo a los personajes en momentos
históricos de nuestra sociedad y más cuidadas en cuanto al lenguaje en sí.
Frank García por el contrario es más erótico y más canalla en cuanto a la forma
de relatar.
S.G.F.- Alex
es un español que viaja a EE UU a mediados de los 60 y vive unas experiencias
que, desde luego, le hubieran sido imposibles si se hubiera quedado en España.
¿Cuánto hay de tu experiencia en el relato de la vida de Alex? ¿Y cuánto hay en
la vida de Alex de proyección de cómo te gustaría que hubiera sido tu vida?
J.S.- A mis personajes, no sólo a Alex, les di lo mejor de mí. Hay muchos momentos
reales de mi existencia y de la gente que me ha rodeado en los mejores
instantes de mi vida. A cada uno le doté de una parte de mi personalidad y
luego, por supuesto, la libertad de la fantasía que enriquece aún más a todos
los personajes. En cuanto a situaciones que me hubieran gustado vivir, no
serían precisamente las de Alex, sino las de Ray. Ray disfruta de ese espíritu
inquieto que llevo dentro. Esa libertad de hacer lo que desea y ofrecer todo lo
mejor a los demás, que yo no he podido llegar a lograr, ni siquiera acercarme a
él.
S.G.F.- ¿Dirías
que el EE UU del movimiento hippy es para ti lo más cerca que ha estado la
historia contemporánea del paraíso terrenal? ¿Crees que esa filosofía sigue
teniendo vigencia en nuestros tiempos?
J.S.- El movimiento hippie como tal no era tan idílico. Ellos buscaban vivir en
armonía con la vida, con la naturaleza, con el entorno estuvieran donde fuera y
sobre todo el respeto por el prójimo y la paz como estandarte, pero tenía un
inconveniente, a mi modo de ver: Las drogas. Y a la segunda pregunta decirte
que esa filosofía de vida podría ser perfecta y de hecho hay algunas colonias y
pequeños pueblos recuperados, donde muchos jóvenes están viviendo de esa
manera. El regreso a la naturaleza. Sería perfecto convivir y vivir con los
demás creando comunidad, prescindiendo de las drogas que creo que no hacen bien
a nadie.
S.G.F.- Si
tuviera que hacerle una crítica negativa al argumento de la obra, sería en
relación a las paternidades de Ray y Alex. No me termina de convencer las
razones por las que tuvieron que mantenerse a la sombra de las vidas de sus
hijos. Sorprende que dos personajes que desprenden tanto amor se alejen de sus
propios hijos. Aprovecha este momento para defender sus motivos, Javier...
J.S.- Ninguno de los dos se siente orgulloso
de esa separación, de ese alejamiento, pero era una forma de mostrar a los
lectores, cuantos errores somos capaces de cometer diciendo: “Mañana iré” “La semana que viene sin falta vamos a ver
a…” y tantas frases que decimos al cabo de la vida. Si te das cuenta, en la
novela hay mucha crítica social e incluso de situaciones por las que hemos
pasado o hemos visto que otros han cometido errores que son fáciles de
solucionar, si nos tomamos un tiempo para nosotros mismos.
S.G.F.- Me
llama la atención que en las relaciones sexuales, que describes como abiertas,
en ningún momento aparezcan los celos por parte de nadie. ¿Hasta qué punto
crees que esto es viable más allá de la ficción? ¿Crees que es posible una
relación abierta donde nunca surjan los celos? ¿Has vivido alguna vez una
relación así?
J.S.- Soy de los que creo que si en una relación hay sinceridad por parte de ambos,
los celos no tienen razón de existir.
Los celos son provocados por la desconfianza y
por las inseguridades de uno mismo. Si en un momento determinado un
miembro de la pareja oculta una situación al otro, sea de la índole que sea,
que en la novela también está contemplado, debe hacer lo que creo es justo
entre dos personas razonables: Buscar el momento y hablarlo. (Secuencia del
lago entre Alex y Ray) Y sí, he vivido en una situación parecida y funcionaba,
el problema es que por razones que nada tuvieron que ver con los celos, tuvimos
que dejarlo. Hoy en día somos magníficos amigos.
S.G.F.- Siguiendo
con el tema de la sexualidad… Ray y Alex son bisexuales. Hay voces que aseguran
no creerse el tema de la bisexualidad. Que se es homosexual o heterosexual,
pero no las dos cosas a la vez. Lo cierto es que aunque Ray y Alex son capaces
de querer a las mujeres, en ningún momento las aman tanto como se llegan a amar
entre ellos. ¿Crees que un individuo puede amar con la misma intensidad tanto a
un hombre como a una mujer? ¿Y crees que puede darse una convivencia como la de
Ray y Alex con sus esposas, las cuales, por cierto, también se quieren la una a
la otra?
J.S.- Esta novela tenía el “problema” de que deseaba plasmar todos los sentimientos
y emociones del ser humano, así como sus códigos éticos y morales, y por lo que
muchos lectores han dicho, lo conseguí. Ese era el objetivo primordial y la
bisexualidad tan castigada por heterosexuales y gays, tenía que estar muy
presente. Presente para demostrar que el amor no conoce de etiquetas y que por
supuesto se puede amar a un hombre igual que a una mujer, incluso amar a un
hombre y una mujer a la vez. ¿Por qué no? Y una relación parecida a la que
viven Alex y Ray, la conocí hace unos años.
S.G.F.- La
historia de Alex tiene dos partes claramente diferenciadas: la primera sucede
en EE UU, y la segunda tiene lugar en España. Ambas parecen funcionar como la
teoría del yin y el yang. Claramente, los sucesos positivos se dan lugar en la
primera, y es en la segunda cuando nos topamos con el lado más dramático de la
historia. También el propio Alex descubre su lado oscuro. ¿Tuviste en cuenta
esta filosofía a la hora de plantearte la construcción en dos partes de la
novela? ¿Podría hacerse una lectura política de tu elección?
J.S.- Creo que tanto en una parte de la novela como en la otra, los personajes
viven situaciones duras. No olvidemos el motivo que les lleva a coger las
maletas e irse a España, pienso que es uno de los instantes más dramáticos de
la novela, aunque bien es cierto que las mayores dificultades las vivirán en
España. Son choques sociales y sobre todo emocionales. Si te detienes, te darás cuenta
que nada ocurre porque sí y por el contrario sus vidas estarán en constante
lucha con todo lo que les rodea. Son dos seres muy vitales y viven el día a
día. Pero como te decía antes, deseaba mostrar todos los sentimientos del ser
humano, los buenos y los malos, y entre los malos estarán la rabia y el odio
que cegará en un momento determinado a Alex.
S.G.F.- ¿Qué
recuerdas de la España de la Transición? ¿Cómo la viviste?
J.S.- Era muy joven, pero recuerdo unos años muy locos, donde parecía que aquello que
nos habían dicho que era malo, se veía como algo natural. Donde mucha gente
tenía miedo a lo que podía llegar y sobre todo al movimiento cultural, social y
político que se vivió. Como dice Alex, a España llegaron los aires de libertad
que ellos habían vivido años atrás en Estados Unidos.
S.G.F.- Uno
de los aspectos que más me llaman la atención es que gran parte de la narración
está basada en la conversación. Ésta es pausada, reflexiva y desde una posición
de respeto. ¿Lo hiciste a manera de ejemplo de lo que debería darse en la
realidad, como una manera de reivindicar una actitud positiva en el intercambio
de opiniones en un mundo donde esta cualidad no parece estar precisamente a la
orden del día?
J.S.- Sí, en mis novelas deseo dar una gran importancia a las conversaciones, pues
en ellas cada uno expresa su forma de ser, de pensar y de sentir. En efecto,
como comentas, hoy en día la mayoría de los problemas que surgen es porque la
gente no conversa, no se sienta a hablar con tranquilidad y lo peor de todo, no
escuchan a los demás cuando están hablando.
Podríamos
decir que vivimos en la Era de la individualidad, que de forma muy sigilosa nos
han implantado sin ser conscientes de ello. En el día a día, vemos en
televisión como la gente no habla, grita. Los políticos no se escuchan e
incluso se insultan. Se han olvidado las formas, los saludos… Cada uno desea implantar su ley y su manera
de pensar, e incluso por la calle o en las terrazas las gentes no conversan,
chatean.
S.G.F.- También
se puede detectar en muchas de estas conversaciones una intención didáctica.
Nelson Mandela dijo que la educación es el arma más poderosa que se puede usar
para cambiar el mundo. ¿En algún momento te has planteado que Tras las
puertas del corazón pueda cambiar la filosofía vital del lector?
J.S.- No fue mi intención, aunque al igual que tú otras personas me lo han comentado.
“Tras las puertas del corazón” es una novela directa al corazón de nuestro
cerebro. Busqué crear personajes de carne y hueso y no de tinta y papel. Desee
mostrar al lector los valores que estamos perdiendo, las críticas sin sentido,
el afán por el poder, el desear más allá de lo que podemos alcanzar, sin dar
valor a lo que tenemos a nuestro alrededor, el desdén por el desdén y sobre
todo, que el ser humano es capaz de alcanzar sus objetivos sin pisar a nadie y
por el contrario, sí compartirlo.
S.G.F.- Es
llamativo que una pareja de hombres no lleguen a sufrir momentos de homofobia a
lo largo de su relación durante los 60, 70, 80, 90… La homofobia solo aparece,
de pasada, en dos momentos de la novela: cuando relatas brevemente los
disturbios de Stonewall, y en el personaje de Laura. ¿Fue una decisión
voluntaria por tu parte despejar la novela de todo conflicto de naturaleza
homófoba en el relato de la historia de amor de Ray y Alex? Y en caso
afirmativo, ¿por qué?
J.S.- El motivo de no profundizar en el tema de la homofobia, fue porque no lo creí
necesario en la historia aunque lo tocase de forma sutil. Estaba seguro que ya
surgiría el momento de ser tratado con más profundidad, como así sucedió tras
finalizar la trilogía con “Corazones en
libertad” donde el tema principal es la homofobia, en una novela dura y
dramática.
S.G.F.- Ray
y especialmente Alex están muy involucrados en el mundo del teatro, tanto en su
etapa en San Francisco como en Barcelona. Hace tiempo el teatro era un medio de
concienciar al espectador, de protestar frente a los abusos, de romper moldes
sociales. ¿Cuál ha sido/es tu relación con el teatro? ¿Crees que sigue
existiendo ese tipo de teatro, o en nuestra época está bastante adocenado?
J.S.- El teatro lo descubrí junto a mi madre cuando era muy niño a través de la
pequeña pantalla en aquel Estudio 1 de TVE, luego he tenido mis pequeños
escarceos cuando vivía en mi ciudad natal dirigiendo pequeñas piezas con guión
propio o de alguna amiga. Es una de esas pasiones junto con el cine, que
siempre que puedo acercarme a él, estoy dispuesto a vivirlo con intensidad.
Y
a la segunda pregunta sí. Ha vuelto ese teatro alternativo, creado por pequeñas
compañías y en pequeñas salas reivindicando un teatro más cercano con el
espectador. La crisis ha despertado de nuevo la imaginación y hoy por hoy no
hace falta un gran teatro para ver una buena obra. Hay magníficas piezas
teatrales en pequeña salas.
S.G.F.- ¿En
qué estás trabajando ahora? ¿Cuáles son tus proyectos más inmediatos?
J.S.- Ahora estoy con la promoción de mi nueva novela: “Al filo de la pasión” una
novela de corte erótico donde los protagonistas son Carmen, una treintañera de
clase alta, apasionada, inteligente y hermosa que conocerá a León, un joven de
veinte años inquieto por descubrir la sexualidad plena. Ambos vivirán
situaciones sexuales de alto voltaje, con constantes sorpresas durante la
narración. Está publicada en Amazon y firmada como Javier Sedano
Dentro
de unos días saldrá también “Macho Alfa” novela erótica gay, firmada como Frank
García. También publicada con Amazon.
Por
lo demás estoy trabajando en una obra de teatro y muy pronto comenzaré con un
amigo un proyecto común de una serie. Una serie de rabiosa actualidad en clave
de comedia.