jueves, 6 de junio de 2013

115 ANIVERSARIO DEL NACIMIENTO DE UN GRAN DRAMATURGO: FEDERICO GARCÍA LORCA


Ayer día 5 de Junio se celebraba el 115 aniversario del nacimiento de un gran escritor: Poeta, dramaturgo y prosista español, Federico García Lorca.

Federico García Lorca nació en Fuente Vaqueros el 5 de Junio de 1898, y murió el 19 de Agosto de 1936, en Alfacar, fusilado tras la sublevación militar de la Guerra Civil Española. Sobre su muerte, continúa el debate, pues las hipótesis van desde su afinidad con el Frente Popular hasta el hecho de declararse abiertamente homosexual.

Perteneciente a la generación del 27 a Federico se le considera el poeta de mayor influencia y popularidad de la literatura española del siglo XX. Y como dramaturgo, uno de los más importantes, junto a Valle-Inclán y Buero Vallejo.

Nació en el seno de una familia acomodada, su padre era un hacendado y su madre, maestra de escuela, quien fomentó el gusto literario de su hijo. De su padre heredó la pasión y de su madre la inteligencia y la sensibilidad. “Toda mi infancia es pueblo: Pastores, campo, cielo, soledad…”

Su madre le enseñaría a leer, música y canciones y su tía Isabel a tocar la guitarra, a cantar coplas, canciones populares... A los 2 años mostraba su habilidad para aprender canciones, y a muy temprana edad escenificaba en miniatura oficios religiosos,
Y durante su adolescencia, se atrevió a interpretar al piano obras de Beethoven, Schubert, Chopin y Ravel. En esa época hizo una gran amistad con Manuel del Falla. En sus palabras dijo: “He tenido una infancia muy larga, y de esa infancia tan prolongada me ha quedado esta alegría, mi optimismo inagotable. Esta risa de hoy es mi risa de ayer, mi risa de infancia y de campo, mi risa silvestre…”

Federico tenía una salud frágil y no caminó hasta los 4 años. Influenciado por su madre, leyó la obra de Víctor Hugo y de Miguel de Cervantes.

Aunque se licenció en Abogacía por la Universidad de Granada, nunca la ejercería, pues su pasión era la literatura.

En la obra de Federico García Lorca, influyeron: Lope de Vega, Manuel Machado, Juan Ramón Jiménez, Azorín, Miguel de Unamuno, Antonio Machado… La gran mayoría de la generación del 98.

En su época de Estudiante, su vida transcurre entre la música, poesía, literatura y actividad creadora y cultural. En aquel ambiente serio y un tanto britanizado de la Residencia donde se alojaba, Federico era un estallido de libertad, inspiración y alegría. Alberti, Dalí y Buñuel, se convertirían en sus más fieles seguidores. Durante los nueve años que vivió en dicha residencia, se relacionó con otros artistas y literatos, frecuentando tertulias y tabernas populares. Vivir y ver vivir era lo principal para él: “Yo antes que nada, soy vidista”.
En 1921 publicaría: Libro de poemas, obra juvenil, pero que ya adelanta la indiscutible personalidad del autor, el libro no tuvo mucho éxito, salvo para Juan Ramón Jiménez, que acababa de fundar su revista de literatura: Índice y lo invitó a colaborar en ella, así, a partir del número dos, y en los siguientes, aparecerán poemas de dicho autor.

En 1925, Federico García Lorca, da por terminada su obra: Mariana Pineda, cuya primera lectura pública hace en Cadaqués, adonde había ido a pasar unos días a casa de su amigo Salvador Dalí. La hermana de éste, Ana María, tras finalizar su lectura recuerda: “Todos estábamos conmovidos. Mi padre gritaba excitado, diciendo que Federico era el poeta más grande del siglo. Yo tenía los ojos llenos de lágrimas, y Salvador nos miraba curioso y enorgullecido, como diciendo. ¡Eh! ¿Qué os creíais?”

La obra se estrenó en Junio de 1927 en el Teatro Goya de Barcelona, interpretada por Margarita Xirgu, la mejor intérprete del teatro lorquiano, descubridora y animadora del talento del dramaturgo. El éxito fue total tanto de público como de crítica. Se representaría en teatros españoles, europeos y americanos.

En 1929 sufre una crisis personal y acepta la invitación de su amigo maestro, Fernando de los Ríos, para viajar a Estados Unidos. Nueva York le inspiró hasta tal punto que escribió: poeta en Nueva York, con un tono desgarrador, en la línea de la estética surrealista. En esta obra denuncia la angustia, la soledad, el miedo y la esclavitud, que hay detrás de la deslumbrante fachada de la ciudad de los rascacielos.
Ya en Madrid, tras este apasionante viaje, y con el apoyo de su amigo Fernando de los Ríos, formará el grupo de teatro universitario, ambulante (La Barraca) divulgando la obra de: Lope de Vega, Calderón de la Barca, Tirso de Molina… Junto con este grupo, recorrerá una gran parte de la geografía española.

Sería invitado a dar conferencias y escribiría sus célebres: Seis poemas Galegos, con la ayuda lingüística de Eduardo Blanco Amor y Ernesto Guerra da Cal, amigos personales del autor.

En 1933 viajó a la Argentina de la Década Infame para promover la puesta en escena de algunas de sus obras por la compañía teatral de Lola Membrives y para acudir a varias conferencias.

El 11 de Febrero de 1933 Co-fundó la Asociación de Amigos de la Unión Soviética, creada en unos tiempos en que la derecha sostenía un tono condenatorio en relación a los relatos sobre las conquistas y los problemas del socialismo en la URSS.

Entre 1933 y 1936 escribió: Diván del Tamarit, Llanto por Ignacio Sánchez Mejías, conmoviendo al mundo hispano, La casa de Bernarda Alba y trabajaba en La destrucción de Sodoma, cuando estalló la Guerra Civil española.

Colombia y México, cuyos embajadores previeron que el poeta pudiera ser víctima de un atentado debido a su puesto de funcionario de la República, le ofrecieron el exilio, pero Lorca lo rechazó, dado tal vez, como sucede a todo poeta, carente del sentido de la realidad. Se empeñó en ir a pasar el verano a su tierra Granadina, como todos los años.

En ese año le preguntaron sobre su preferencia política y él manifestó que se sentía a su vez católico, comunista, anarquista, libertario, tradicionalista y monárquico. Nunca se afilió a ninguna de las facciones políticas y jamás discriminó o se distanció de ninguno de sus amigos, por ninguna razón política. Incluso tuvo una gran amistad con el líder y fundador de la Falange: José Antonio Primo de Rivera, quien dijo de él: Otro buen chico. ¿Sabes que todos los viernes ceno con él? Solemos salir juntos en un taxi con las cortinillas bajadas, porque ni a él le conviene que le vean conmigo ni a mí me conviene que me vean con él.

El 16 de agosto de ese mismo año, tras una denuncia anónima, es detenido en la casa de uno de sus amigos, Luis Rosales, también poeta, quien obtuvo la promesa de las autoridades nacionales de que sería puesto en libertad “si no existiera denuncia en su contra”. La orden de ejecución fue dada por el gobernador civil de Granda: José Valdés Guzmán, quien había ordenado su detención. Fue fusilado en el camino que va de Viznar a Alfacar, y su cuerpo permanece enterrado en una fosa común anónima en algún lugar de esos parajes.

H. G. Wells envió el siguiente comunicado a las autoridades militares de Granada: H. G. Wells, presidente Pen Club de Londres, desea con ansiedad noticias de su distinguido colega Federico García Lorca, y apreciará grandemente la cortesía de una respuesta.

La respuesta fue la siguiente: Coronel gobernador de Granda a H. G. Wells – Ignoro lugar hállase D. Federico García Lorca – Firmado: Coronel Espinosa.

Para finalizar nos quedaremos con las palabras que el gran Antonio Machado tuvo para tal vil acto: “Se le vio, caminando entre fusiles, por una calle larga, salir al campo frío, aún con estrellas de la madrugada. Mataron a Federico cuando la luz asomaba. El pelotón de verdugos no osó mirarle a la cara. Todos cerraron los ojos; rezaron: ¡Ni Dios te salva! Muerto cayó Federico – Sangre en la frente y plomo en las entrañas - … Que fue en Granda el crimen sabed - ¡Pobre Granada! – En su Granada…

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