Me gustaría saber, señora
Botella, si su estupidez es natural o la provoca para hacerse notar, ya que nadie quiere saber nada de
usted, salvo escucharla decir: DIMITO. Entonces la ciudad de Madrid saldría a
la calle para festejar que por fin del ayuntamiento se ha ido la más
impresentable, desvergonzada, irrespetuosa, homofoba y hasta surrealista cuando
interviene en alguna rueda de prensa, que ha tenido la ciudad en estos últimos
tiempos. Porque por lo menos, algunos de su partido, que no tienen ni idea de
política y menos que decir, leen lo que les escriben, aunque comentan el error
de terminar con: Fin de la cita.
Pero usted es tan prepotente e insolente, pensando que lo sabe todo, que se atreve a hablar sin saber, sin tener conocimiento de quien gobierna
en una zona u otra del país, cuando por arte de magia con su verborrea transforma la palabra “tripartito” en
“bipartito” en una misma frase y refiriéndose a la misma zona gobernada. Cuando
confunde fechas y mezcla futbol con política. Cuando tuvimos que soportar, por su mala gestión, una huelga de basura durante días, con los problemas que puedo provocar, y tantas y tantas estupideces que
hemos escuchado y vivido para vergüenza ajena de los madrileños, sin
nunca disculparse. Simplemente, señora Botella, usted además de ser una ignorante, es
una atrevida hasta límites insospechados.
Posiblemente nunca un alcalde se
ha convertido en el hazmerreír no sólo de todos los españoles, sino fuera de
nuestras fronteras. Una pena, desde luego. Porque me imagino que por lo menos
leerá la prensa, tanto nacional como internacional. ¿O no? ¿No se le cae la cara de vergüenza leyendo lo que piensan de usted los medios de comunicación?
Señora Botella, y que conste que
estoy haciendo un gran esfuerzo por poner la palabra “Señora” porque
sinceramente, a mi juicio, no se la
merece. Usted no es una señora, es más, me cuesta creer que es un ser humano,
porque nadie puede concentrar en su mente tanto odio y desprecio como lo que usted
destila y quedarse tan a gusto y tranquila. Me viene a la mente otra época y otros mandatarios de aquí y de allá. Su odio es absoluto hacia determinadas formas
de vivir, compartir y sentir.
Usted perdió el poder celebrar
las Olimpiadas en Madrid, Sí, por mucho esfuerzo que los demás hicieron, usted
la cagó por las patas abajo, como siempre, por no llevar nada preparado, por
intentar engañar a gente mucho más inteligente que usted, con cuatro frases que
ni siquiera se creía, en un inglés deplorable.
Y luego llega la fiesta más
importante de Madrid, Sí, lo es y usted lo sabe y por ello quiere destruirla,
aunque los más de 100 millones de euros que se quedan en la ciudad, no los
desprecia. Al dinero no le hace ascos ¿verdad? Me estoy refiriendo a las
fiestas del Orgullo Gay.
¿Sabe qué el alcalde de Barcelona
ha estado en los actos más relevantes del orgullo de su ciudad? ¿Sabe qué es
conocedor del beneficio económico que genera para la ciudad y la apoya
completamente? Pero usted no, usted quiere ir contracorriente. Quiere ser
única. Y Dios bien sabe que lo es, para fortuna de todos los madrileños.
Madrid tiene varias fiestas
populares durante el verano. ¿Ha medido alguna vez los decibelios que se
provocan en esos días y noches? No, claro que no, porque para usted esas
fiestas están bendecidas por la iglesia.
¿Se cree usted de verdad que porque se confiese de todos sus terribles
errores hacia sus semejantes, va a ser absuelta? No me haga reír. Usted ya está
condenada para toda la eternidad.
El miércoles se celebró el pregón
de las fiestas y hasta poco antes no se sabía si habría o no audio para las dos
presentadoras de lujo: Ruth Lorenzo y Conchita Wurst. Por si no sabe quiénes son, algo que no me
extrañaría, fueron la representante de España y la Ganadora del Festival de
Eurovisión 2014, respectivamente. Y usted tiene el atrevimiento de intentar provocar un pregón
silencioso. ¿Hasta dónde llega su desfachatez? Ni siquiera respeta a los
artistas, que no es la primera vez, pues hace años también lo hizo con el
concierto de la Década Prodigiosa, privándoles del sonido.
La veremos abandonar antes su cómodo sillón en la alcaldía, que conseguir derrotarnos a todos nosotros.
La veremos salir antes
con la cabeza baja por las puertas del ayuntamiento, que destruir la fiesta más
importante de la ciudad.
La veremos salir antes disparada del ayuntamiento de Madrid, que comulgar con sus ideas prehistóricas.
Recuerde que usted está ejerciendo de alcaldesa por imposición, no por votación
Para finalizar recojo las
palabras de la presidenta de la Federación LGTB, Boti García, que dijo: “No
permitiremos que los decibelios nos corten nuestra voz, que es la voz de la
diversidad. El delito tiene que ser la discriminación, no los decibelios”
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