Hemos despedido por fin el 2014.
Unos acompañados de la familia, otros de amigos, otros de su pareja, otros
incluso solos, los que lo han hecho en el hogar y los que lo hicieron fuera de
casa, quienes tomaron las uvas y quienes por tradición cultural no lo han
hecho, y desgraciadamente algunos en los hospitales, para últimos mucha energía
y fuerza para salir adelante; pero estoy seguro que todos, cuando dieron esas
doce campanadas tenían la mente llena de buenos deseos para el 2015.
Hemos despedido por fin el 2014
con cánticos, con risas, con brindis, con besos y abrazos, con palabras de
cariño y fraternidad.
Hemos despedido el 2014 cargados
de energía positiva, dejando atrás todo lo malo y negativo que nos ha podido
suceder durante estos 365 días.
Demos por tanto la bienvenida al
2015. Bienvenido seas y que nuestros sueños nos puedas conceder en la medida
que determines. Que en el viaje que emprendemos contigo en estos 365 días que
tenemos por delante, no existan muchas trampas, ni muchos baches que saltar,
piedras que sortear y dificultades que nos cueste afrontar.
Demos por tanto la bienvenida al
2015 donde yo, particularmente le sonrío en la noche madrileña, desde mi hogar
acompañado de amigos con los que he compartido la cena, la última cena del año,
en una agradable tertulia, donde con cada campanada he intentado pedir un deseo, un sueño, no sólo para mí, sino para el mundo.
Bienvenido 2015 Entra con aires
de renovación, con aires de vida, con aires de sorpresas, con aires de trabajo
para quienes no lo tenemos, con aires de paliar la pobreza, con aires de infringir
raciocinio a los políticos para que sepan gobernar con sabiduría y justicia
para todos, con aires de que los sueños se cumplan y que al llegar al final, a
la meta, a ese último día de este año que hoy comienza, respiremos con fuerza y
digamos todos: GRACIAS 2015.
BIENVENIDO, ENTRA POR LA PUERTA
GRANDE, ACOMÓDATE Y HAZNOS DISFRUTAR DE LOS NUEVOS 365 DÍAS QUE TENEMOS POR DELANTE.
No hay comentarios:
Publicar un comentario