Muchos han sido los meses que se ha debatido sobre política
en este país.
Muchos han sido los meses donde incluso algunas personas
han dejado de ser amigas de otras, por pensar de forma distinta políticamente
hablando, cuando en realidad, en la diversidad está la perfección.
Muchos han sido los meses donde una gran mayoría de la
ciudadanía española buscaba una alternativa, un cambio, un nuevo rumbo para
poder mejorar las situaciones en sus provincias, regiones o ciudades.
Muchos han sido los meses que los políticos nos han querido
embaucar con su palabrería, algunos con más acierto que otros.
Pero ante todo, en estos meses se ha demostrado que los
españoles queremos manifestar nuestro malestar.
Nuestra crítica, no destructiva, como algunos quieren hacer creer, sino
constructiva. Y decir a todos los políticos BASTA YA. Os damos nuestro voto
para que trabajéis, no para que os pitorreéis de nosotros, como venís haciendo
por décadas.
Con estas elecciones municipales y regionales, han caído de
sus pedestales políticos que parecía imposible, algún día sucediera, pues más
que estar sentados en un sillón, ya formaban parte de él y del mobiliario de
ese lugar.
Se han caído "intocables", los que creían ser dioses divinos,
donde el pueblo debía rendirles pleitesía, sin más. Pero NO.
Ahora han llegado nuevos rostros, nuevas ideas, nuevos
partidos y los prehistóricos que no han querido ver la evolución social, mueren
como lo hicieron los dinosaurios. Pues así
se han comportado muchos de ellos, como auténticos dinosaurios.
Valencia, Barcelona, Madrid… Tres grandes pilares de la
política española, dejan la butaca a nuevas ideas y proyectos. Y desde estas
líneas espero y deseo que no se apoltronen como lo hicieron los anteriores,
sino que usen el sillón lo necesario y que pateen las ciudades y sus regiones,
para saber cuáles son las necesidades reales de sus ciudadanos.
En Madrid vamos a tener la gran suerte de contar con una
gran mujer en la alcaldía. Manuela Carmena, por la que tengo una gran
admiración. Una mujer cercana, real, del pueblo. Una mujer luchadora que se ha
enfrentado a muchas dificultades en la vida, una mujer que conoce los problemas
de la gente, porque los ha defendido. Ella es de las que va en bicicleta (que lástima que yo no
sepa andar en bici para invitarla un día a dar un paseo por el Retiro), pero
quien sabe si me la encontraré en el metro, pues también usa el transporte público, no taxis ni coches oficiales. Carmena es como nosotros, un ser
humano de verdad, real, de carne y hueso y que sufre como lo hacemos todos... No,
no son todos seres humanos iguales, pues algunos políticos han demostrado a través de
los años, que no tienen ni sangre en las venas, ni sentimientos, ni emociones
hacia el ciudadano, sino hacia ellos mismos. Esos no son seres humanos, esos son
vampiros.
Madrid hoy sábado recibe con honores a Manuela Carmena y
posiblemente cuando tú leas esto, me encuentre en Cibeles para vitorear su bien
ganado nuevo puesto de trabajo, porque la alcaldía, ser alcalde, es un trabajo,
el trabajo de cuidar de sus ciudadanos y de la ciudad.
Manuela Carmena desde ayer estaba ya en la prensa de
nuestro país vecino. Francia y donde os dejo aquí la portada del diario Le
mondé.
Manuela Carmena, ahora sí lo podemos decir muy alto. SÍ SE
PUEDE y TÚ ERES LA GRAN PRUEBA DE ELLO. Te queremos y lo sabes. Por favor, no
nos defraudes, que necesitamos volver a sonreír en esta ciudad.
NOTA: A todos los que han hecho crítica fácil. A todos los intolerantes que no quieren cambios porque como los políticos que se van, viven muy bien en su mundo de cristal. A todos los que intentan truncar los sueños de los demás, porque desean que nadie sueñe, más que ellos. A todos los que han deseado coartar la libertad de sus conciudadanos, les digo: Basta ya, es tiempo del cambio, habéis tenido más de treinta años para hacer las cosas bien y no habéis querido, porque el egoísmo, la soberbia, la prepotencia, la arrogancia, el ego... os ha cegado a todos. Recordad que el cosmos es muy inteligente y a él no le podéis engañar, y quien sabe, si algún día, algunos de vosotros, también caéis de vuestros pedestales, como tantos están cayendo. Nadie es intocable, nadie es imprescindible