viernes, 20 de octubre de 2017

HANDIA: CRÍTICA DE CINE


           Tras el gran éxito de los directores Jon Garaño y Aitor Arregi con Loreak, ahora llegan a las pantallas de los cines de toda España con Handia, una historia real, contada a modo de fábula.

          Estamos en el siglo XIX. En un caserío guipuzcoano viven dos hermanos que ayudan a su padre (Ramón Agirre) en las labores del campo. Un día ven llegar a unos soldados, pues están en plena I Guerra Carlista y el hermano mayor, Martín (Joseba Usabiaga) se ve obligado a unirse a ellos, prometiendo a su hermano, Joaquín (Eneko Sagardoy), que volverá, que le espere y que juntos se harán cargo del caserío, pues su padre ya está mayor.
         Martín regresa de la guerra y descubre con sorpresa que su hermano Joaquín, ha crecido más de lo normal, se ha convertido en un gigante. Buscando una forma de sacar un dinero que les hace falta para mantener el caserío, proyectan un viaje por toda Europa, para presentar a su hermano gigante ante el mundo, a cambio de pagar por verlo.

          Los directores Jon Garaño y Aitor Arregi, junto con José Mari Goenaga y Andoni de Carlos, firman y elaboran un magnífico guion basándose en la historia  del hombre más alto conocido en esos tiempos, Miguel Joaquín Eleizegui Arteaga, quien nació en 1818  y murió a los 43 años de una tuberculosis pulmonar en 1861. Junto a su hermano viajó por gran parte de Europa y además de ser visto por un público general, también fue estudio de médicos e incluso recibido por personajes ilustres como: La Reina Isabel II de España, la Reina Victoria del Reino Unido o Luis Felipe de Francia.

          Sin duda se nota que ambos directores han contado con el mismo equipo de Loreak, pues la historia está relatada con  similar sutileza e idéntico romanticismo lírico. Una obra que juega con la leyenda y la realidad,  donde en muchas ocasiones las palabras dejan paso a las bellas imágenes y la narración, se vuelve poesía. No olvidándose de las tradiciones, las cuales se conservan en nuestros tiempos.

          Técnicamente a la cinta no se le puede pedir absolutamente nada. Ambientación espectacular bajo la atenta mirada del fotógrafo Javier Agirre. Una fotografía bucólica en su mayoría. Claustrofóbica en algunos momentos. Envolvente y sobrecogedora siempre. Visualmente perfecta, rodeada de esa niebla, de las nubes plomizas, de esas nieves y ese frío que se cala en los huesos tan propio del norte de la península; siempre ajustada a través de esa iluminación y exquisita paleta de colores. La banda sonora de Pascal Gaigne penetra nuestros tímpanos, para relajarnos y situarnos en la acción. El montaje y el vestuario tan correctos, que pasan inadvertidos por su precisión.

          El elenco de actores, simplemente acertadísimos. La pareja de hermanos, Martín y Joaquín o Joseba y Eneko, están soberbios. Funcionan a la perfección en una complicidad absoluta y creíble ante el espectador. No quiero dejar sin mencionar a Ramón Agirre, comedido, firme y resignado, en su personaje de padre.

          Tal vez el espectador más avispado, encontrará en la obra algunas lecturas, que como sucede durante toda la película, se dibujan de forma ingeniosa. 

          Mi nota es: 7,5

          Recomendable para amantes del cine.

          ESTRENO en ESPAÑA: 20 de OCTUBRE

          REPARTO: Ramón Agirre, Eneko Sagardoy, Joseba Usabiaga, Aia Kruse, Iñigo Aranburu, Iñigo Azpitarte.

          PRODUCTORA: Irusoin/ Kowalski Films/Moriarti Produkzioak.

          DISTRIBUIDORA: A Contracorriente Films.

 

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