miércoles, 2 de mayo de 2018

AMOR A MEDIANOCHE: CRÍTICA DE CINE

          Amor a medianoche,  cuenta con guion de Eric Kirsten y Kenji Bando, donde Scott Speer dirige un filme que rasga el alma.

          Katie (Bella Thorne) no ha salido de casa más que para ir al hospital y vive tras cristales por los que no pueden penetrar los rayos solares. Tiene una rara enfermedad llamada XP (Xerodermia Pigmentosa). Huérfana de madre, convive con su padre Jack Price (Rob Riggle) y la única amiga que la visita desde muy niña, Morgan (Quinn Shephard). Su padre lo es todo en su vida: maestro, amigo, compañero... Jack se ha entregado en vida a su hija que está a punto de cumplir los 18 años y graduarse.

          Las horas en casa las pasará estudiando, tocando la guitarra y cantando las canciones que ella misma compone, además de observar a través de los cristales especiales de su habitación, desde que tiene uso de razón, a un niño camino del colegio, del cual se enamora a primera vista. Al cumplir los 18 años y graduarse, su padre le permitirá salir esa noche a tocar la guitarra en la estación de tren. Mientras canta, un chico, Charlie (Patrick Schwarzenegger) se acerca, ella se pone muy nerviosa, Charlie, al igual que ella, se han hecho adolescentes, Charlie es ese niño que ella ha ido viendo crecer día a día a través de su ventana.

          De Amor de media noche, de entrada se puede decir que es un filme que destila litros de positivismo por cada uno de sus fotogramas. Una nueva película amable. Tremenda y exquisitamente romántica, a la vez que dura y realista dentro del tema que trata.  Está basada en un filme japonés dirigido por Norihiro Koizumi en  el 2006

          Como decía en la sinopsis, estamos ante una obra que habla de una de esas enfermedades raras, que muchas veces se dejan de financiar por ser un número muy pequeño de pacientes los que las sufren. En esta ocasión será el XP (Xerodermia Pigmentosa) Enfermedades con las que tienen que luchar no solo los enfermos, sino los familiares que tienen a su lado.

          Pero este filme dramático, también nos cuenta una historia de amor, amistad y paternidad idílica, de las que desearíamos ver cada día a nuestro alrededor. ¿Qué hay de verdad o ficción en esta hermosa historia de amor? La respuesta está en lo que hemos convertido esta sociedad y en lo que debería  ser. Nos extraña y nos confunde, contemplar como irreal algo que debería ser normal. La amistad por la amistad. El amor paternal y soporte de los hijos sin límites, y por supuesto, el verdadero amor, que muy pocas personas llegan a alcanzar.

          Esta obra está dirigida a un público adolescente, a un público consciente de la necesidad de apoyar a las enfermedades raras y sobre todo, a ese público que sigue creyendo en el amor sin barreras.

          La dirección de actores está muy correcta y la pareja protagonista, simplemente deliciosos y creíbles. De esos amigos que transmiten positivismo y energía especial que cala en el alma, cuando están junto a uno. Bella Thorne, resulta tan bella por fuera como por dentro, además de embriagarte con su voz, a través de las canciones y Patrick Schwarzenegger (no hace falta decir de quien es hijo), el amigo, hermano o el hijo que todos desearíamos tener.

          La banda sonora de Nate Walcott, acorde con la historia y Karsten Gopinath pinta la fotografía de puro romanticismo.

          Mi nota es: 7

          ESTRENO en ESPAÑA: 4 de Mayo

    REPARTO: Bella Thorne, Patrick Schwarzenegger, Quinn Shephard, Tiera Skovbye, Jaeda Lily Miller, Kiefer O`Reilly, Allyson Grant, Dean Petriw, Ava Dewhurst, Rob Riggle, Ken Tremblett, Jenn Griffin, Paul McGillion.

          PRODUCTORA: Wrigley Pictures/ Boies/ Schiller Film Group.

          DISTRIBUIDORA en ESPAÑA: Diamond Films España.

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