Hoy os traigo un nuevo
amigo, en esta ocasión fotógrafo y cortometrajista, su nombre es: Ismael
DeLarge
J.S.-Como
siempre antes de entrar en materia, me gusta hacer unas preguntas personales,
pero nunca íntimas. Tienes doble nacionalidad, italiana y española y nacido en
Madrid. ¿Tienes relación con tu familia italiana?
I.D.-
Pues
he de decirte que nunca he perdido el contacto completamente, pero como sucede
en muchas familias, tras el fallecimiento de mis padres el contacto se ha ido
espaciando en el tiempo, pero les quiero. Es curioso, pero a pesar de haberme
criado en España, mi manera de sentir y mi carácter es 80% italiano. Españoles
e Italianos, ambos somos Mediterráneos, pero de puertas para adentro hay diferencias
abismales. El temperamento, la forma de amar... no se si eso es bueno, pero en
mi caso los genes tiraron con fuerza hacia Italia.
J.S.- ¿Cómo fue tu infancia?
I.D.- Desde muy pequeño supe que era
diferente así que a modo de protección, me cree un universo personal donde
podía dar rienda suelta a toda mi creatividad y dentro de ese universo era
feliz. Nunca me gustó el colegio ni estudiar, pero sin embargo pasaba
largas horas en la biblioteca leyendo libros. Ahora cuando veo a niños de 5 años
no me puedo creer que a esa edad ya pidiera que me compraran discos adultos,
películas, libros fotográficos sobre cine de terror... Ahora lo recuerdo como
algo muy cómico pero como puedes comprender en ese momento era juntarte con
otros niños y sentir que tus intereses eran los de un marciano. En el fondo,
nada ha cambiado. Sigo igual de soñador y periódicamente necesito introducirme
en esa burbuja y alejarme de todo durante un tiempo para ser feliz. No te lo
tomes tan dramático como suena, pero casi todo el tiempo en mi vida, siempre me
he sentido extranjero en todas partes, incluyendo en mi ciudad.
J.S.- Todos los niños tenemos
sueños de pequeños, algunos incluso pensamos en qué ser de mayores. ¿Cuáles
eran tus sueños y qué deseabas ser cuando te hicieras grande?
I.D.- En mi niñez quise ser una estrella
del Rock pero desde la concepción más Pop que te puedas echar a la cara.
Siempre he sido muy idólatra y me crié bajo los pechos de grandes estrellas del
pop, así que era muy fácil verlos y soñar que estabas ahí. Supongo que no es
nada excepcional. Seguro que cualquier niño de ahora quiere ser de mayor Justin
Bieber. De niño atrae más ese brillo cegador, que el tono gris de la corbata de
un oficinista...
Ya
de adolescente, pasaba gran parte de mi tiempo recreando fotos icónicas con
amigos...todo en plan amateur, ¡muy divertido! Deseaba ser fotógrafo de
estrellas. Solo en parte, ese deseo se ha convertido. Pero restando todo ese
glamour que imaginé – Risas
J.S.- Esta es una de mis
preguntas favoritas: Amor, amistad, familia. ¿En qué orden las clasificarías y
por qué?
I.D.- Depende de tu edad, la clasificación
puede variar mucho. En la niñez la familia es muy importante, en la
adolescencia los amigos son primordiales... Pero sin dudarlo, en mi momento
actual destacaría como algo vital, el amor. Esta vida sin estar enamorado de
una u otra manera, no es más que una sucesión de hechos absurdos a cual más
grotesco. Por supuesto, en amor también incluyo el amor a la familia, a los
amigos, a los animales por supuesto y aunque esto arroje un pequeño chorro de
vómito sobre cualquier cántico espiritual anti-materialista, el amor a todas
esos objetos/fetiches que te hacen feliz.
J.S.- Entremos en materia.
Entre los años 2005 al 2008 diriges diversos cortometrajes de arte y ensayo
¿Qué te llevó al mundo del cortometraje?
I.D.- La necesidad de expresarme y
experimentar con los elementos que encontraba a mí alrededor. Mis cortometrajes
son muy serios, experimentales, emanan desasosiego y perturban a los
espectadores menos curtidos, pero si supieran lo divertidos que eran la mayor
parte de esos rodajes, alucinarían.
J.S.- Firmabas con el seudónimo
de Ismael C. Viondi. ¿Por qué motivo?
I.D.- En realidad no se trata de un
pseudónimo. Ismael es mi nombre y Viondi uno de mis apellidos. Es ese momento
tenía la idea de utilizar mi nombre y jugar con mis diferentes apellidos
para según qué campo, pero ahora ya no lo veo práctico. Al fin y al cabo, todos
son yo. Hay un cortometraje reciente que todavía no he estrenado llamado KOPP y
lo registré como 'Delarge'. Este corto es algo así como una perversión de uno
que hice en el pasado llamado KOOP. Vuelve a ser 100% experimental y en un
momento dado, en cámara se muestra un suicidio, así que seguro que volveré a
tener problemas, pero eso ya es una contante. Me aburre, pero no me asusta...
J.S.- Con tus cortometrajes
participas en varios festivales. ¿Qué te aportó el acudir a dichos certámenes?
I.D.-
Pues como casi todo en esta vida. Cosas buenas y cosas malas. Como positivo,
principalmente embarcarme por primera vez en pequeñas aventuras muy
interesantes. Como negativo, descubrir que prácticamente nadie hace nada si no
es a cambio de algo. Todo es una puta utilización y en el mundo del arte
todavía más.
Tengo
anécdotas muy divertidas de esos días. Mi favorita es una en la que una mujer
salió indignadísima del cine a mitad de la proyección de mi corto. Y dejo un
cartel escrito a mano en la puerta de la sala que señalaba al nombre de mi
corto y con mayúsculas “es una vergüenza que proyectéis este tipo de cortos”.
El dueño del festival quería quedarse con el cartel, pero al final me lo dio y
aún lo conservo. Nos reímos mucho. Ambos nos sentíamos muy orgullosos de haber
provocado esa reacción tan desmesurada de indignación en alguien – Risas.
J.S.-
Sin darte cuenta y como suele suceder con algunas profesiones, entra en tu vida
la fotografía, poco a poco pero de forma voraz, como afirmas al hablar de ella,
“la fotografía se apodera de tu creatividad”. ¿Qué fue lo que te atrapó
verdaderamente de este arte?
I.D.- La fotografía es algo esencial en mi
vida. Me seduce, me divierte e incluso me sirve para comunicarme. Alguna vez ya
he explicado lo siguiente, pero lo expresa muy bien. Cuando tienes un sueño,
por mucho detalles que des a tu interlocutor es imposible que la persona
imagine las cosas tal cual tú las sentiste. La fotografía te da esa oportunidad
de mostrarlo. Mi obra es muy instintiva y no es raro que me venga una imagen a
la cabeza en cualquier momento, y tenga que rápidamente hacer un boceto
rápido, y no quedo satisfecho hasta que el resultado fotográfico es lo más
parecido a lo que imaginé.
Por
otra parte, la fotografía te da la posibilidad de trabajar más individualmente.
Puedes permitirte el lujo de que solo importe tu opinión e incluso trabajar
solo contigo mismo. Por mi carácter germánico en el trabajo, eso son grandes
ventajas.
J.S. Consideran tu obra
barroca, controvertida, atmosférica, unas veces cargada de inocencia y otras de
perversidad. ¿Cómo la clasificas tú y de que fuentes bebes?
I.D.- La verdad es que todos esos
adjetivos, creo que la definen muy bien. Poco podría añadir. Hay una parte de
mi obra más relajada, que encuadraría en fotografía erótica con sus
peculiaridades, pero hay otra más densa, la principal, que creo que es muy difícil
de encuadrar. Hay artistas que se pasan la vida dibujando el mismo cuadro y
haciendo la misma foto, no lo critico, pero a mí me aburriría, es por eso que
al moverme dentro de muchos estilos, siempre pensé que no tenía uno propio,
pero han sido otros los que me han hecho ver que me equivoco. En el arte está
ya todo inventado y yo no soy una excepción...pero de veras que no sabría cómo
clasificarlo. Es erótico, sucio, a veces lúgubre, otras rebosa vida, dicen que
trasgresor. No lo sé, pero lo que sí sé es que es muy humano.
Respecto
a los artistas que admiro, la lista sería inacabable, pero sobretodo
especificaría al director de cine alemán Jörg Buttgereit y el artista belga
thierry Zenó. La estética visual de ambos me ha influenciado plenamente en cada
uno de los aspectos de mi obra, por otra parte, también te diría el
performancer ucraniano Oleg Kullik y el fotógrafo Miron Zownir, aunque ambos
son mucho más descarnados que yo. Por supuesto, no puedo olvidarme de las
películas eróticas de los 60 y los 70, ¡una gran influencia sin duda!
J.S.- Tu debut será en el 2011
en la “Dass Gallery” (Fort Myers, Florida – USA) ¿Cómo llegan tus obras hasta
dicha galería?
I.D.- Pues de una manera totalmente
fortuita y casual. Los galeristas de la “Dass Galley” estaban pasando unos días
por Europa y visitaron a un amigo común. Ese amigo nos presentó y en el último
momento decidí enseñarles algunas de mis fotografías. Eran sobretodo
auto-retratos con mayor o menor grado de desnudez. Mi trabajo les gustó y al
poco de ello, me invitaron para formar parte de una exposición colectiva
llamada “Skin”. Un buen comienzo accidental sin el que quizás sin ese empujón
no me hubiera atrevido posteriormente a inmiscuirme en el mundo del arte.
J.S.- Debido al éxito de dicha
exposición, te conceden una beca para la realización de un Máster de Fotografía
Artística y Artes Visuales en la Escuela “The unión artists studios” ¿Qué nos
puedes contar de aquella experiencia?
I.D.- Sólo y únicamente cosas buenas.
Piensa que estamos hablando de pasar de hacer fotos por diversión a conseguir
una beca de una escuela de arte Norteamericana. A diferencia de otros momentos
de mi vida en los que todo lo que me han enseñado he desechado el 90% en favor
de la creatividad y de buscar más o menos la individualidad, en este caso todo
fue enriquecedor. Mis profesores, David Acevedo y Xavier Brignoni son dos
artistas en mayúsculas y fomentan muy activamente la cultura artística en toda
la zona de Fort Myers en Florida. Aprender de ellos fue un lujo. Su trabajo se
centra principalmente en la pintura y su estilo es diametralmente opuesto al
mío. Son todo color, pasión, exuberancia... pero respetan y estimulan el camino
individual de cada artista. Como pequeño agradecimiento, quise contar con ellos
para mi comisariado en Madrid. Mis recuerdos de la “Union artists estudios” son
todos positivos y enriquecedores en mi modo posterior de trabajar.
J.S.- En tu currículum comentas
que desde el año 2013 has ido exponiendo tu polémica obra en diversas
exposiciones colectivas e individuales por todo España, Florida (USA) y más
recientemente en Berlín (Alemania) ¿Quién considera polémica a tu obra, tú o
quienes la ven?
I.D.- Creo que mucho más quienes la ven. No
soy tan ingenuo como para no ser consciente de que mi obra puede provocar
reacciones adversas, pero no busco la provocación sin fundamento. Detesto el
arte hueco que busca desesperadamente llamar la atención con elementos
obvios como la religión o la política. Siempre busco reciprocidad en quien
presencia mis obras, pero cuando hay una polla por el medio no siempre es
fácil, porque mucha gente solo ve la polla...nada más!
J.S.- Parte de tu trabajo
homo-erótico ha sido reunido por el artista berlinés Rinaldo Hopf en los libros
fotográficos “Mein Schwules auge 11” “Mein Schwules auge 12” “Mein Schwules
auge 13” ¿Qué siente un fotógrafo cuando ve sus obras clasificadas en tomos?
I.D.- Un inmenso placer. Es algo así como
tener la sensación que un pedazo de ti se reparte entre muchas personas.
Alemanes, holandeses y belgas me han mostrado su interés y la descubrieron a
través de esos tomos. De otra manera, hubiera sido casi imposible.
Personalmente,
soy un consumidor enfermizo de libros fotográficos, me parecen el soporte
ideal para que un fotógrafo comparta su trabajo y poder disfrutarlo a tu
manera siempre que quieras.
Respecto
a Rinaldo, no solo es un gran artista con una trayectoria impresionante al que
admiro, sino que tiene la genial idea de publicar un interesantísimo anuario
con lo mejor del arte homo-erótico internacional y para mí es un honor que haya
contado con mi trabajo en los tres volúmenes que mencionas.
J.S.-
Por otro lado otra parte de tu obra, esta vez heterosexual, la recoge la
artista Claudia Gehrke en “Mein Heimliches auge XXX” bajo la editorial alemana
“Konkursbuch Verlag” Todas tus obras está recopiladas por artistas alemanes.
¿Has intentado publicar algunas obras tuyas en España?
I.D.- En este caso, mi colaboración con
Claudia ha sido puntual y en el libro aparecen muy poca obra mía, pero me
siento muy agradecido igualmente de que quisiera mostrar ese otro lado de mi
obra que pocos conocen.
Es
cierto que de un tiempo para acá algunos de mis movimientos están en Alemania y
muchos más que me gustaría tener. Creo que me entiendo muy bien con
ellos, y mi obra gusta y tiene salida allí.
De
momento no he intentado publicar nada en España, ¡claro que me gustaría!, pero
no olvidemos que mi propuesta no es nada mainstream. El páramo cultural
creciente en España es desolador, libros fotográficos de 400 páginas acaban a
2,95 Euros, y no estamos en la Movida Madrileña, que venía bien la
diferenciación, ahora no. A muy poca gente le apetece ver a un señor que
le falta una pierna, o un parto anal. Sin embargo, seguro que medio país se
emocionará cuando otro fotógrafo capture nuevamente la mano de un viejo junto a
la de un bebé – Risas – Sal a la calle y pregunta, ya verás como no me
equivoco...
J.S.- Finalizando con el mundo de la fotografía, en Julio de 2015
presentas en Madrid el primer comisariado reuniendo un total de 20 artistas
nacionales e internacionales. ¿Qué resultado tuvo aquel proyecto?
I.D.-
Habría que dividir en el tiempo mi sensación respecto a ese proyecto. Cuando lo
hice, sentí lo que se debe de sentir cuando estas cavando una zanja en el
ardiente asfalto en pleno agosto a las tres de la tarde. De ahí que el día de
la inauguración apareciera con un delantal de carnicero manchado de sangre y
con hollín por todo el cuerpo. Haber aparecido encorbatado hubiera sido un
trabajo de hipocresía demasiado grande por mi parte. Tuve que manejarme con más
de 20 artistas diferentes, que como en todo, los hay muy profesionales y unos
pocos, no tanto.
Nos
retuvieron varias obras de artistas internacionales en la aduana, me encargué
por decisión propio hasta del más mínimo detalle que te puedas imaginar,
literal: web, catálogo, poster, logística, promoción y un largo etc. La experiencia fue verdaderamente agotadora.
Pero
mi sensación al tiempo fue bastante positiva. Me sentí orgulloso de hacer la
exposición tal cual la tenía en mente. La mayor parte de los artistas fueron
estupendos. Conocí a fotógrafos muy importantes que me han influido
enormemente, pude mostrar obra de artistas muy talentosos desconocidos en
España, el global de la exposición resultó bastante acogedor, estaba todo lleno
de guiños personales, la galería me ayudó en todo lo que estaba en su mano...y
lo más importante, fue un gran éxito de asistencia. Al público le gustó y son
muchos los que me animan a hacer periódicamente otros "Con acento en la
ó" (así se llamó a la exposición). Es muy posible que el día menos pensado
vuelva a montar algo así.
J.S.- Pero además de cortometrajista y fotógrafo eres Artista Gráfico.
Tus portadas han sido publicadas en España, Inglaterra, América y Japón.
¿Quiénes reclaman tus trabajos principalmente?
I.D.-
Hace tiempo que dejé aparcado el diseño gráfico para centrarme en la
fotografía. En su momento reclamaban mis diseños principalmente compañías
videográficas. Nuevamente utilizaba un pseudónimo diferente. Si eres dado a
importar Dvds con ese tipo de películas que nunca editarán aquí, es muy
probable que tengas alguno de mis diseños en tu estantería.
J.S.- ¿Cuáles son los nuevos proyectos de Ismael cara al 2017?
I.D.-
Estoy trabajando en varias cosas a la vez y todas continúan en mi línea
estilística. Mira que intento mantener a raya mi lado animal, pero me es
imposible.... – Risas – El que intenten
censurarme constantemente solo hace que aumente mi deseo de rebelarme aun
más...
Por
otra parte tengo varios proyectos ya terminados que simplemente están buscando
el momento adecuado para ser mostrados, pero no olvidemos que mi obra posee una
ausencia de discurso moralista muy acusada, no aburro con farsas solidarias y
no pretendo hacer creer a la gente que la vacuidad está llena de significados.
Todo ello, no siempre es entendido en el mundo del arte contemporáneo, así
que... ¿Quién sabe lo que nos deparará el 2017?
Confío en que cosas muy buenas.
J.S. Mi pregunta mágica. ¿Qué te hubiera gustado que te preguntara y no
he hecho?
Sería
una ordinariez por mi parte decirte que debes preguntarme. La entrevista me ha
encantado tal cual esta y te doy las gracias.
Aunque también es cierto que sería una ordinariez no contestar a tu
pregunta... Algo que me pregunta mucho
la gente es: ¿Te pones cachondo mientras haces tus sesiones? La respuesta es,
NO. Normalmente estoy tan concentrado en que todo salga bien que ha habido
veces que ni siquiera he sido consciente de si el modelo llevaba el pubis
depilado o no (por poner un ejemplo), hasta que he llegado a casa y he visto
las fotos con detenimiento.... – Risas – Por otra parte, reconozco que no soy
una máquina, la máquina la tengo entre mis manos (no, no hablo de mi
chorra...me refiero a mi cámara - Risas) Y sí, si ha habido casos en los que mi
entrepierna se ha puesto algo tontorrona, pero son casos muy aislados...