Cuando “Un reino unido”, se subleva ante la soberbia, prepotencia y el racismo interracial, que destilaban sus opresores con sus
ideales retrógrados.
Un
chico de raza negra Seretse Khama (David
Oyelowo) conoce durante una fiesta a una joven oficinista londinense de
raza blanca, Ruth Williams (Rosamund
Pike), bailan y quedan para verse al día siguiente, entre ellos nace el
amor y es cuando él desvela a la chica su verdadera identidad. Es el heredero
al trono del país de Bechuanalandia,
lugar al que pronto deberá regresar tras finalizar sus estudios en la capital
británica y ser coronado.
Ruth
de entrada queda desconcertada, le agradece la sinceridad y que no
desapareciera sin más, él reacciona al instante desvelando que siente algo
especial por ella, que la ama y ante la oposición de todos, se casan.
Se
crea entonces un gran revuelo político en el gobierno del Apartheid de
Sudáfrica, sin olvidar el deseo del gobierno británico de tener el control
absoluto del oro, diamantes y uranio de dicho país, como sucedía en las minas
de los demás países de África del Sur.
Un
matrimonio que desafió a la sociedad de mediados del siglo XX, enfrentándose a
los gobiernos de sus países, al apartheid y a sus familias.
Un reino unido, de la directora Amma Asante (Belle), se presenta como
un magnífico Biopic, basado en la
historia del príncipe de Bechuanalandia,
la actual Botswana, de la cual fue
el primer presidente. Una pareja que luchó por amor y contra la segregación
racial. Un matrimonio que durante sus años de convivencia, no estuvieron
exentos de problemas. ¿Pero qué pareja no tiene problemas, cuando lo comparten
todo?
Asante
dirige con pleno convencimiento esta cautivadora historia, con guion de Guy
Hibbert, logrando mantener pegado a la butaca al espectador, al cual por
momentos lo hace sentir inquieto, molesto por la rabia contenida en el
desprecio hacia otros seres humanos y esas ínfulas de supremacía que siempre ha
tenido una gran parte de la sociedad británica, creyéndose intocables, únicos y
superiores, cuando desgraciadamente, ante determinados valores sociales y
democráticos, según mi punto de vista y no soy el único, dejan mucho que
desear.
En aquel entonces fue el Apartheid, hoy es el Brexit.
Una
película con una narración esplendida y una puesta en escena sobresaliente,
abanderando el idealismo, el amor verdadero, la lucha por la verdad, la
victoria cuando un pueblo está unido, el deseo de prosperar, el ansia por un
mundo más plural, el verdadero sentido de la democracia…
Habrá
quienes opinen que es una película predecible desde el principio, pero no es
así, pues estamos ante una historia real, no ficticia, por lo tanto nada es
predecible, todo es historia.
Un
reparto de lujo, dirigidos con firmeza para hacer creíble, no solo a los
personajes, sino cada escena que filma con minuciosa precisión. Destacando la excelente pareja protagonista
compuesta por David Oyelowo y Rosamund
Pike, quienes cautivan a los espectadores con sus interpretaciones magistrales.
Sam McCurd nos viste la mente y los ojos con la fascinante fotografía, llena de
matices, de tonalidades que cambian según las situaciones presentadas y donde
algunas escena, nos llevan al recuerdo de otra joya cinematográfica como es
Memorias de África, algo que también se advierte por una parte, en el
romanticismo bucólico y paisajístico, que a través de las notas, marca Patrick Doyle en su banda sonora y por
otra, en las situaciones dramáticas y tensas vividas y que encogen el alma.
Recomendable para todos los amantes del cine con mayúsculas y del drama en particular
Mi nota es: 9
ESTRENO EN ESPAÑA: 5 de Mayo
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