miércoles, 30 de abril de 2014

DÍA INTERNACIONAL DE LOS TRABAJADORES


            Mañana, 1 de Mayo, como cada año,  se celebra el Día Internacional de los Trabajadores. Es la fiesta a nivel mundial del movimiento obrero, jornada que se utiliza para realizar diferentes reivindicaciones sociales y laborales.

            La historia de este día festivo  se remonta al 1 de mayo de 1886, día de huelga en Chicago, donde se reivindicaba la jornada de 8 horas y donde el punto más álgido tuvo lugar tres días más tarde, el 4 de mayo, en la Revuelta de haymarket. Ese día y durante la manifestación pacífica una persona desconocida lanzó una bomba a la policía que intentaba disolver el acto de forma violenta. Este acto desembocó en un juicio, que años más tarde se calificó de ilegítimo y deliberadamente malintencionado hacia ocho trabajadores anarquistas, de los cuales cinco fueron condenados a muerte y los otros tres recluidos. El movimiento obrero les nombró Mártires de Chicago y así reza en la placa  conmemorativa que el Gobierno de Chicago dedicó a dichos trabajadores.

            Curiosamente, en Estados Unidos y Canadá no se celebra esta conmemoración, en su lugar se celebra el Labor Day, el primer lunes de septiembre en un desfile realizado en Nueva York y organizado por la Noble Orden de los Caballeros del Trabajo.

            Esta podría definirse como una breve historia de porque celebramos esta fecha, y cada 1 de mayo comprobamos como los sindicatos en este país celebran sus manifestaciones y donde sus principales dirigentes hablan en pódium improvisados en calles de todas las ciudades, sobre nuestro derecho al trabajo, a un salario digno y a una jornada justa. Y algunos creemos, porque yo me considero entre ellos, sobre todo en los últimos años, que todo esto es una pantomima. Ya no existe la lucha de los trabajadores, porque desde los propios sindicatos no quieren que exista esa lucha. Muchas palabras y pocas acciones, pues en realidad, sea quien sea el  partido que obtente el poder, ellos van a estar más a su lado, que al de los propios trabajadores. ¿Por qué? Por intereses. “YO TE DOY, TÚ ME DAS” o mejor “YO TE DOY, VOSOTROS NO OS MOVÉIS MÁS QUE LO NECESARIO” Hasta el punto, que hemos podido ver, como algunos sindicalistas se han beneficiado con dinero destinado a cursos y otras acciones más graves de manipulación, en algunas de nuestras regiones.

            La verdadera conciencia de lucha por el trabajador se ha perdido y en parte, hay que ser realistas, la tienen muchos trabajadores, que viendo como sus trabajos eran destruidos, como han sido manipulados, como se les obliga a trabajar jornada impensables con sueldos miserables, como se dejan humillar ante el látigo de las palabras  (“si no haces… vas a la calle” “Si no te parece bien, hay más gente esperando” “Es lo que te ofrecemos, si quieres lo tomas y sino…” “Te tienes que quedar dos horas más” Cuando luego esas horas sabe el trabajador que no las cobrará. Cuando te despiden sin justificación alguna, porque hoy así están estipulados los contratos. Contratos basura, contratos miserables, contratos vejatorios, contratos que aun trabajando, quien tiene la suerte de tener un trabajo, en ocasiones tiene que buscarse otras salidas, porque no llega a fin de mes…) Sí, muchos de esos trabajadores no han dicho nada, han tragado porque no querían perder su trabajo, no han apoyado las huelgas y lo peor de todo, cuando han perdido sus puestos de trabajo, muchos se han dejado caer en los sofás y esperar, esperar a qué, a la justicia social. ¿Dónde está la justicia social? Sin duda ciega, sorda y muda. No, no hay que esperar, hay que actuar.

            El 1 de Mayo ha pasado a la historia, al menos en este país, como una fiesta donde la gran mayoría de los trabajadores lo tienen como festivo, donde algunos se unirán a las manifestaciones y donde desde los informativos, que muchos manipulan hasta lo que se tiene que escuchar y ver a través de la televisión, nos ofrecerán.

            Soy optimista, siempre lo he sido, y espero, deseo, ansío, que un día, sea el que sea en el calendario, volvamos a salir todos a la calle, de forma pacífica y demostrando que somos nosotros quienes movemos las máquinas en las fábricas, quienes solucionamos los problemas informáticos, quienes estamos a los mandos y sacamos adelante la productividad, con nuestro esfuerzo físico o mental y quienes tenemos el poder.

Para terminar, no se me ocurre mejor frase que la que acompañaba a una campaña publicitaria: “… ¿Y si nos levantamos?  Contestaría diciendo: Si nos levantamos, temblaría el gobierno, los grandes empresarios y todos aquellos que siguen manipulando y castigando al trabajador. Por lo tanto ¿A qué esperamos?

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