El otro día, entre mis contactos de Facebook, vi publicado este post que
me pareció muy importante y a tener en cuenta.
Mucho se ha leído, escrito y
debatido sobre si ha sido una buena idea repatriar a los dos religiosos que
desde Liberia llegaron a Madrid, por estar enfermos de ébola, como muchos
saben, una enfermedad muy contagiosa y mortal. Desgraciadamente Miguel
Pajares falleció hace unos días y la hermana Juliana está en un buen
estado en general, aunque se le esté aplicando el protocolo y se repetirán los
test de ébola, que en Liberia le dieron negativo y con ello confirmar que ella
no está infectada.
Sea como sea, creo que siempre
que se pueda ayudar a un enfermo, no hay que poner ningún tipo de obstáculos,
pues creo firmemente, que el Ministerio de Sanidad, si ha dado luz verde a la
entrada de estas dos personas en el país, es porque todo está bajo control y no
hay que alarmar a la población, ni la propia población hablar por hablar, que
es lo que está ocurriendo, sin tener conocimiento de lo que está sucediendo
realmente.
Algunos han enfermado y otros han fallecido,
por estar directamente al servicio de los menos favorecidos, de los enfermos,
de los desahuciados. Personas que hasta hace unos días han estado dando la
vida por los demás y por hacer más llevadera la miseria en la que viven, sin
pedir nada a cambio, simplemente ofreciendo su humanidad, sus conocimientos y
su entrega desinteresada. ¿Quién puede criticar el hecho de que sean
repatriados a su país para intentar curarles, aunque no se consiga, bajo la falta de medios en el
lugar en el que se encuentran?
Por otra parte, la foto que
comparto aquí con vosotros, tiene un doble sentido, pues es cierto, que mucha
gente se olvida de que en otros países, menos favorecidos, la gente muere de
hambre, de miseria, de enfermedades que se podrían curar y no propagar si
tuvieran medios, y que la sociedad, en una gran parte, se ha olvidado de ellos,
entre otros, los gobiernos e incluso las altas jerarquías de la iglesia, que
atesoran grandes riquezas y no comparten con quienes lo precisan.
Estos religiosos son la
muestra de la otra iglesia, la humana, la de verdad, la que Jesús de Nazaret
propagó y anunció en su evangelio, no la que la iglesia del poder quiere sustentar
para seguir enriqueciéndose, con interpretaciones y manipulaciones hechas a su medida.
Creo que es tiempo de meditar,
tiempo de hacer un alto y reunirse todos los grandes, los poderosos, los que
tienen las llaves de que el hambre y la miseria en el mundo, incluso en nuestro
primer mundo (como lo llamamos) se termine para siempre.
¿No ha sufrido lo suficiente la
sociedad? ¿Qué culpa tienen quienes han nacido en otros países para morir de
hambre o de enfermedades por no poder ser curadas? ¿Para qué os sirve el
dinero, si os vais a morir igual dentro de una caja de madera? ¿Dónde están los
principios de la humanidad?
Feliz día a todos.
Lanzo la misma pregunta que dejas al final de tu post: ¿Dónde están...? Me encantaría que los que dominan el mundo pudieran (quisieran) responder.
ResponderEliminarGracias por la reflexión, Javier.
Un saludo.