lunes, 8 de enero de 2018

QUÉ FUE DE BRAD: CRÍTICA DE CINE

           Qué fue de Brad, cuenta con guion y dirección de Mike White. Un drama con tintes de comedia, donde muchos hombres pasados los 40, se identificarán.

          Brad (Ben Stiller) lo tiene todo en la vida: una mujer maravillosa, Melanie (Jenna Fischer), un hijo encantador y muy buen estudiante, Troy (Austin Abrams),  un buen puesto de trabajo y salud. Pero Brad parece no darle importancia a lo que en su mundo existe, sino el que rodea a los demás, concretamente las vidas de sus antiguos amigos de universidad, en quienes ve los triunfos y ninguna derrota, mientras que en su vida, sólo ve frustraciones.
          Con este argumento, Mike White, nos solicita que escuchemos, sobre todo escuchar, pues la gran mayoría de la película está en voz en off, la voz de Ben Stiller, que va relatando a los espectadores cuan desgraciado se siente y lo afortunados que son sus colegas.

     
  Un drama no exento de sátira, en un magnífico guion, que también firma el propio director y que durante el viaje que mantiene con su hijo, buscando la universidad para estudiar al año siguiente, le acompañan todos los fantasmas de los que se ha rodeado, que como en un aquelarre extraño le obligan a enfrentarse a las dudas, los miedos, la envidia, la codicia, el deseo de triunfo, las frustraciones, la ofuscación… y mantener un cara a cara con todos y cada uno de ellos. Los fantasmas, recuerdos o pensamientos que normalmente surgen en la mente de cualquier persona llegando a los 40  y la visión que de ellos tenemos, que no siempre es la acertada. Esa llamada crisis de los 40, cuando se echa la mirada atrás, en vez de seguir haciéndolo hacia adelante.
        
         Los sentimientos y las emociones están a flor de piel, durante las casi dos horas que dura la proyección, en la cual el actor Ben Stiller, se desnuda internamente para vestir la piel y el alma de Brad, a quien encarna con absoluta credibilidad. Me atrevería a decir que la mejor interpretación de su vida, en un filme que gira en torno a su personaje y él lo defiende con uñas y diente, logrando que el espectador se sienta identificado o vea en él, alguien muy cercano, en cada una de sus miradas, gestos, silencios.
      Un drama ligero, con esos toques de humor fino, con los que el director ha sabido dotarlo, para suavizar la tensión y disfrutar también de la presencia, aunque sea corta de, Jenna Fischer y la correcta y agradable interpretación de, Austin Abrams, encarnando a su hijo. Una sátira hacia todo aquello que damos valor en la vida y en realidad no necesitamos, no nos hace verdaderamente felices, pero… El ser humano es así.
        
       Si una pega se le podría poner, es tal vez, la lentitud en algunos momentos pues,  sobre la mitad de la cinta, parece decaer, pero es tan  leve que se perdona, consiguiendo elevarla hasta llegar a un justo final. Y lo que más valoro de este filme, es su sinceridad aplastante, sus directas reflexiones, la  honestidad y lo sutilmente conmovedora que resulta.

          Recomendable para quienes echan la vista atrás y  saber reflexionar con claridad.

          Mi nota es: 8

          ESTRENO en ESPAÑA: 5 de Enero

          REPARTO: Ben Stiller, Austin Abrams, Jenna Fischer, Luke Wilson, Jemaine Clement, Michael Sheen, Erin Agostino, Denisa Juhos, Pamela Figueiredo, Bruce Dawson, Nathaly Thibault, Shazi Raja, Larry Eudene, Meghan Gabruch, Richard Jutras, Dawn Ford.

          PRODUCTORA: Amazon Studios/ Montreal Casting/ Plan B Entertainment/ Sidney Kimmel Entertainment

          DISTRIBUIDORA en ESPAÑA: Vértice Cine.

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