La ley de Teherán, está escrita y dirigida por Saeed Roustayi. “Un thriller enérgico e impactante”
Un grupo de policías realizan una redada en un local, uno de los policías, Samad (Payman Maadi), sale al exterior y ve en el suelo la sombra de un hombre caminando por el tejado del edificio, decide seguir la sombra y se encuentra con un joven saltando del tejado al suelo, ambos emprenden una larga carrera. El joven tira sobre el pavimento un paquete de droga, el policía lo recoge y continúa la persecución, el joven finalmente cae en un gran agujero en medio de unas obras e intenta salir, lo que le resultará imposible al estar a gran profundidad; para su mala fortuna un camión arrastra una gran cantidad de tierra y basura, tapando por completo el agujero y dejando enterrado al joven, Samad piensa que ha perdido a su presa.
Tras el prólogo hallamos a la policía afanosa por encontrar a un importante narcotraficante, Nasser Khakzad (Navid Mohammadzadeh), a quien por fin Samad logra dar caza. Samad cree que con ese acontecimiento el caso quedará cerrado, pero no será así, pues tendrá que enfrentarse a las consecuencias de haber encerrado a Nasser, entrando en juego otros personajes como la novia del propio Nasser (Parinaz Izadyar) o el círculo vicioso que les rodea.
El productor, guionista y director, Saeed Roustayi, se graduó en la Universidad de Soore con una licenciatura en Cine y Televisión en Dirección. Se inició en el cortometraje con “Monday” 2011 al que siguieron “Khaaban Khala Khalwat”, “Ceremony” y el corto documental “Mantwhaa rangu rowshan” todos en 2012, el debut en el largometraje llegó en el 2016 con “Life and a Day” continuando con “La ley de Teherán” 2019 que llega ahora a nuestra pantallas. Este mismo año 2022, ha estrenado “Leila´s Brothers”.
En Irán, la pena por poseer drogas es la misma si llevas encima 30 gramos como si son 50 kilos, si te condenan, es pena de muerte; por lo que los traficantes no tienen miramientos a la hora de comprar y vender sustancias como el Crak, cuya venta se ha disparado en el país y a la que están enganchados, en la actualidad, más de 6,5 millones de personas. Esta es la premisa de este impactante thriller policiaco, en el cual la acción no da tregua a relajarnos, como tampoco a los traficantes y consumidores de droga.
Cabe subrayar, en primer lugar, la excelente dirección y el guion de Saeed Roustayi junto a las magníficas interpretaciones del elenco actoral, destacando a sus dos protagonistas principales: Payman Maadi, encarnando a Samad, el incorruptible y enérgico policía cuyo objetivo es terminar con la droga en el país. Una interpretación sobresaliente, que impacta y te agota, por la velocidad con que se mueve en escena, buscando resolver todos los problemas sin dejar cabos sueltos, y del lado contrario, nos topamos con Navid Mohammadzadeh en el papel de Nasser Khakzad, el narcotraficante cuyos discursos y recursos, traerán de cabeza a Samad. Un duelo magnífico en el que los diálogos y los cara a cara, estallan contra la pantalla dejando sin aliento al espectador. Son el alma y el corazón de la película, en un filme, en el cual el director, se atreve a hacer trampas emocionales al espectador y no desvelo cuales.
Roustayi nos ofrece el mundo de las drogas desde todos los ángulos: En medio de esa lucha entre la policía y los narcotraficantes, denunciando el consumo diario como podemos ver en la impactante escena en la cual los drogodependientes se refugian en el interior de tubos de hormigón para consumir Crack; la redadas en coche, en moto o a pie, lo que sea necesario para detener a los consumidores; la involucración de la mujer y la familia, la vida en la cárcel y cuantos conflictos podamos imaginar. Un filme trepidante que no se detiene ni un minuto entre la exposición de imágenes y diálogos intensos. Bien parece que Roustayi tiene prisa por cortar los graves problemas con las drogas en su país y a la vez, entretener al público con puro espectáculo en un metraje adecuado; ambos objetivos los consigue, pues el espectador queda atrapado entre las líneas del magnífico guion que ha sabido llevar con mano firme a la gran pantalla en planos sobrecogedores. Una vez más, el director nos sume en su mundo de injusticias, de miserias y el papel que muchas veces desempeña la mujer en la sociedad del país.
Un filme en el que sobresale, además de las interpretaciones y la magnífica dirección, el extraordinario montaje a cargo de Bahram Dehghan, la impactante banda sonora en la partitura de Peyman Yazdanian y la alarmante, por momentos, fotografía de Houman Behmanesh. Otra de esas películas tan necesarias.
Mi nota es: 8
ESTRENO EN ESPAÑA: 24 de junio.
REPARTO: Navid Mohammadzadeh, Peyman Moaadi, Parinaz Izadyar, Farhad Aslani, Houman Kiai, Maziar Seyedi, Ali Bagheri, Marjan Ghamari y Yusef Khosravi
PRODUCTORA: Boshra Films
DISTRIBUIDORA EN ESPAÑA: La Aventura Audiovisual.
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