martes, 14 de junio de 2016

HOMOFOBO ATENTADO EN ORLANDO



El pasado domingo hemos vivido con estupor y rabia contenida, un nuevo ataque de homofobia, en esta ocasión en Orlando (Florida)

Un joven de 29 años entró en una popular discoteca frecuentada por la comunidad LGTBI e indiscriminadamente abrió fuego contra todos los presentes, cobrándose un total de 50 muertos y más de 53 heridos.

El atacante abatido por la policía, de nombre Omar Siddique Mateen, era  estadounidense de padres afganos. Así mismo el  Estado Islámico ISIS, asumió la autoría del atentado, pero las autoridades de los Estados Unidos señalan que no existen pruebas de una conexión entre el grupo y el ataque.

El presidente Barack Obama ha clasificado la masacre como un “acto de terrorismo y odio”

Simplemente he querido hacer un resumen de lo sucedido y decir que para mí, además de un acto de terrorismo y odio, es una barbarie que no se puede quedar así.

Desde del domingo y tras leer diversos comentarios por las redes sociales, sólo me queda clara una cosa, de esta salvajada todos o casi todos somos en parte culpables y víctimas, todos, tú también aunque lo niegues y digas que eres un gran defensor de los derechos fundamentales del ser humano, yo también lo soy y creo que todos, me incluyo, tenemos parte de culpa, y el motivo no es otro que todavía no hemos aprendido a educar a la sociedad. Nosotros, todos, debemos hacerlo día a día, sin decaer y sin bajar la guardia. No vale con postear en una red social una foto o una frase. No vale con decir que formas partes de un determinado colectivo y sólo hables de lo que los demás hablan. No vale con ir a una manifestación y luego olvidarte del tema. Tenemos que involucrarnos más y más, hasta lograr la TOTAL, TOTAL IGUALDAD.

Debemos conversar con nuestros vecinos, cuando miran para otro lado y comentan como dos chicos o chicas van agarrados de la mano, hacerles comprender que ese acto tan natural, lo hacen ellos con sus mujeres o sus maridos.

Debemos educar a los padres y hacerles comprender que sus hijos gays, lesbianas, bisexuales… son iguales a los heterosexuales. Que cuando descubren que su hijo o hija no se siente identificado en el cuerpo que le ha tocado vivir, le ayuden, le comprendan, le protejan, en esa vulnerabilidad como niño-adolescente y a superar su cambio, en los años venideros.

La educación de orientación sexual,  también debe de fomentarse en los colegios, incluso como asignatura. Pues bien sabemos que lo que se enseña con naturalidad en la infancia y adolescencia, queda grabado en nuestras mentes, para nuestro desarrollo positivo y actuación,  en la sociedad.  

No existe diferencia en el sufrimiento, en la risa, en el aprendizaje para ser hombres y mujeres de valía el día de mañana. Trabajadores que se convierten en tus compañeros, compañeros que te ayudan y apoyan… Novios y novias que forman sus propias familias, como tú soñaste formar la tuya.  ¿Qué diferencia hay entre unos y otros? NINGUNA, NINGUNA ¡NINGUNA!

Debemos pedir responsabilidades a las religiones y a la católica que desde los púlpitos están incitando al odio y a la desobediencia de las leyes sobre la identidad LGTBI, una iglesia que se fundamenta en el amor al prójimo. No consintamos más su verborrea llena de palabras cínicas, envenenadas y encubiertas, cuando en su seno se están cometiendo graves atentados de casos de pederastia y donde la homosexualidad es una realidad.

NINGÚN DIOS, NINGÚN DIOS HA QUERIDO NUNCA NADA MALO PARA UNO DE SUS HIJOS ¡NUNCA!

Debemos exigir a los gobiernos que tomen cartas en el asunto y establezcan leyes más duras, pues para muchos políticos parece que el colectivo LGTBI sólo les interesa cuando llegan las elecciones. ¡BASTA YA, POR FAVOR! Pero basta de verdad, pongamos freno a este genocidio en pleno siglo XXI; así como a todas las instituciones mundiales que se sienten a debatir un tema tan serio como es la homofobia, donde miles de seres humanos mueren cada año en el planeta

 ¿Cuándo aprenderemos que el amor no tiene barreras, no conoce de frontera, no responde a etiquetas? El amor es universal e infinito y así debemos aceptarlo. Todos amamos y todos deseamos ser amados. ¿Qué diferencia existe entre los unos y los otros? ¿Acaso tu vecino es diferente a ti por amar a otro igual? ¿Acaso no tiene los mismos problemas en la vida diaria que los tienes tú?

PIENSA, POR FAVOR, PIENSA UN POCO ANTES DE INSULTAR, MENOSPRECIAR O AGREDIR A UN SEMEJANTE, POR SU CONDICIÓN SEXUAL.

MÁS EDUCACIÓN SOCIAL, MÁS RESPETO UNIVERSAL Y MÁS ENTENDIMIENTO PERSONAL, A LAS PERSONAS DE ESTE PLANETA PARA CONVIVIR EN PAZ Y ARMONÍA.

1 comentario:

  1. seamos realistas: vivimos en la cúspide de la punta del iceberg de los lugares del mundo donde se respetan los derechos humanos, y aún así, estamos rodeados de auténticos trogloditas que viven entre nosotros cuando deberían estar en la más recóndita de las junglas con sus semejantes.
    Totalmente de acuerdo en que nos falta aún micho en el capítulo de la educación...todo casi. Pero cuando ésta también falla, quizás deberíamos ser más severos con nuestras leyes, ya que el antisocial, el no evolucionado, el salvaje, sólo se frena ante el castigo

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