sábado, 6 de octubre de 2018

GAUGUIN, VIAJE A TAHITÍ: CRÍTICA DE CINE


Gauguin, viaje a Tahití, está dirigida por Edouard Deluc compartiendo guion con Etienne  Comar, Sarah Kaminsky y Thomas Lilti.

Es el año 1891, Paul Gauguin (Vincent Cassel) vive en París, al igual que otros pintores, con los que se reúne en un bar. Un día intenta convencer a sus amigos para viajar a la Polinesia, donde podrán encontrar inspiración y vivir en completa libertad, no sentir las ataduras de las modas, la política que les rodea, sin olvidar la falta de recursos económicos para sobrevivir. Sus amigos no se atreven, pues como él, no tienen dinero. Su mujer e hijos tampoco quieren dejar Europa.

Gauguin emprende su sueño exiliándose en Tahití. La vida no le sonreirá cayendo enfermo. Tras su recuperación decide explorar el interior de la isla, encontrándose con una tribu. Conocerá a una nativa de nombre Tehura (Tuheï Adams) de la que se enamorará.

         Edouard Deluc dirige y guioniza junto a Etienne Comar, Thomas Lilti y Sarah Kaminsky, el primer viaje del pintor francés a Tahití. Arruinado y sin la menor inspiración, el pintor se internó en la isla más grande de la  Polinesia Francesa, pasando grandes calamidades, enfermedades e incluso casarse con una nativa y tener hijos, sin olvidar que la inspiración le llevó a realizar una importante colección. Obras donde  en un gran número, el personaje central era su mujer. Como ocurriese con otros artistas, no vería el éxito en vida, pero sí regresaría en más ocasiones a dicha isla. No destripo nada de la historia, porque ya es historia.

Una obra que habla de decisiones, de soledad, del amor,  de búsqueda de la inspiración -el alimento del artista-, de supervivencia y de una vida naturalista. Caminará entre paisajes de los cuadros que un día pintará, vivirá estampas que reflejará con su arte posimpresionista, escucharemos las cartas que dedica a su esposa e hijos, antes de que estos le abandonen. Conocerá el amor y los celos. Olvidará por un tiempo la pintura y trabajará como estibador para poder afrontar sus gastos. Una obra perseguida por el gran manto de la pobreza.

Edouard Deluc, nos narra y presenta un gran abanico de temas, de capas en las que no profundiza, pues en realidad su objetivo primordial es el pintor, es la persona; lo demás son circunstancias, “peones” u objetos que forman parte de su vida, como el colonialismo, la comunión con la naturaleza, la religión, el despertar a una sexualidad de adolescente, como comenta en un momento determinado el pintor o los celos ante machos más jóvenes que él. Una narración pausa, que como el propio Gauguin, Deluc cubre el lienzo de la gran pantalla con la bucólica fotografía de Pierre Cottereau y la suave música de Warren Ellis.

Interpretaciones correctas, destacando a Vincent Cassel, con un Gauguin entre la locura y la humanidad y Tuheï Adams, en su personaje de dulce y entrañable Tehura.

Mi nota es: 6,5

ESTRENO en ESPAÑA: 5 de Octubre

REPARTO: Vincent Cassel, Tuhei Adams, Malik Zidi, Pua-Tai Hikutini, Ian McCamy y Pernille Bergendorff

PRODUCTORA: Studiocanal

DISTRIBUIDORA en ESPAÑA: VerCine.

No hay comentarios:

Publicar un comentario