Misión
Imposible: Fallout, se convierte en la sexta entrega de la
saga, con guion y dirección de Christopher
McQuarrie. Una franquicia que demuestra una vez más, la capacidad de
sorprender y mantener en tensión al espectador. Simplemente, electrizante.
Tras
una misión fallida donde dos bombas han caído en manos de terroristas, Ethan
Hunt (Tom Cruise) regresa a la
acción junto a sus compañeros del FMI,
entre los que se encuentran Alan Hunley (Alec
Baldwin), Bejamin “Benji” Dunn (Simon
Pegg) y Luther Stichell (Ving Rhames),
junto a algunos de sus fieles aliados como la espía del MI6 Ilsa Faust (Rebecca Ferguson), la nueva directora
de la CIA (Angela Bassett) y la
mujer de Ethan, Julia Meade-Hunt (Michelle
Monaghan), que en Misión Imposible: Protocolo fantasma, se simuló su muerte
para protegerla.
Desde que en 1996 Brian de Palma nos
ofreciera el primer filme de la saga, han sido varios directores los que con
mayor o menor fortuna, pero siempre con éxito absoluto de taquilla, se han enfrentado a una nueva aventura de Ethan, como:
John Woo (2000), J.J. Abrams (2006), Brad Bird (2011) y Christopher McQuarrie
(2015), que repite con esta última entrega, siendo a mi gusto, la mejor hasta
la fecha.
Poco a poco, Tom Cruise se ha ido mimetizando en Ethan en cada una de las
entregas, y es que desde el principio, desde aquel primer Misión Imposible,
dedujimos que se sentía cómodo con este personaje, que parecía hecho a su
medida, hasta presentarse, hoy en día, como el mejor de los trapecistas, para dar el todo al espectador, negándose desde el principio a ser sustituido en las escenas de riesgo. Nada de redes, nada de engaños. Ethan
es Tom y Tom sufría y sigue sufriendo más de un susto entre caídas y piruetas. Pero le faltaba el
director que coreografiase cada uno de sus movimientos y sin duda Christopher es el mejor cómplice tras el encuentro
en la anterior entrega, sacando todo su potencial para extraer al Hunt héroe y
al Ethan hombre. El valor y el ímpetu más impresionante, en comunión con los sentimientos
más humanos; de esta manera juntos, han creado una obra que corta la
respiración.
Un elenco actoral de primera
categoría, donde me gustaría destacar a las actrices, que rara vez se las menciona
en un filme de acción, ellas son con todos los honores: Rebecca Ferguson, Michelle
Monaghan, Angela Bassett y quien parece haber robado el corazón de Tom en la
vida real, Vanessa Kirby. Papeles secundarios de gran importancia, como el resto de los compañeros masculinos.
El cine de acción está de fiesta y sus
seguidores bailando ante Fallout. ¿Quién puede dar más, en las dos horas y
media, que dura el filme? Adrenalina que corta la respiración al espectador y lo
hace gozar en la butaca a través de un gran espectáculo visual entre magníficos escenarios naturales y unas deslumbrantes
coreografías de acción.
Espionaje y contraespionaje, buenos
muy buenos y malos perversos y quienes juegan al despiste entre un bando y el
otro; en un guion rico en matices, en giros constantes, donde dudamos de todos
salvo de Ethan, quien nos despierta toda su confianza. Por algo conocemos hasta
sus debilidades, algunas de ellas expuestas en este filme. Un guion y una
dirección que consiguen mantener en vilo e inquietos en la butaca, al espectador más sereno,
sin dejarle despegar los ojos de cada centímetro de la gran pantalla. Nada se
puede perder de lo que se ofrece.
Una obra con un magnífico montaje, obteniendo una
asombrosa y vertiginosa velocidad, muy bien acompañada por la espectacular banda sonora a cargo de Joe Kraemer y la
cuidadísima fotografía, rica en planos y perfectamente iluminada en cada
encuadre, por Rob Hardy.
ESTRENO en ESPAÑA: 27 de Julio
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