La coproducción entre Austria, Francia y Alemania, Happy End está dirigida y escrita por
el austriaco, Michael Haneke, un
filme para el disfrute de los amantes de su filmografía, pues bebe de sus
propios éxitos.
No resulta
fácil hacer una sinopsis de este filme, como de otros del autor. Lo que sí se puede contar es que la historia
se centra en una familia burguesa que posee una empresa, que poca importancia
tiene o tal vez mucha, para el desarrollo de la narración; pues en realidad cada
uno de sus personajes, es un mundo por descubrir, como los secretos que guardan
celosamente y que en el momento menos esperado, lanzan como látigo al viento,
sin ningún pudor y hasta orgullosos de sus acciones más mezquinas.
La muerte, el
deseo de asesinar con total frialdad, el intento de suicidio, la búsqueda de cómplices
para ser ejecutado, mezclado con el dolor a través de los accidentes laborales
o las agresiones físicas, hasta pasar por la infidelidad, el desapego familiar,
las rencillas, las enfermedades mentales y el vacío absoluto del ser, son
algunos temas que trata Haneke, sin olvidar la crítica a la migración y los
refugiados que buscan auxilio en muchos países europeos.
Una vez más y como es de esperar,
Michael Haneke, sigue rompiendo las reglas narrativas convencionales, para
crear su propio lenguaje y de esta manera desconcertar al espectador no solo
con las historias a contar, sino a través de esa extraña estructura argumental
que la sustenta.
Él mismo ha comentado en más de una
ocasión que rechaza las construcciones argumentales tradicionales, la
continuidad considerada como lógica y que no teme a que el espectador se
aburra, se frustre o salga de la sala, con cierto cabreo; y con esta obra, creo
sinceramente que se excede, pienso que sobrepasa sus propios límites; pero también me asombra el poder y magnetismo
que posee para mantener al espectador pegado a la butaca, hipnotizado ante
una obra con dos temas principales, como
es el retrato frío de la burguesía y por otro lado, la crisis de los refugiados
en Europa. Una sociedad burguesa seriamente herida en lo moral y ético, y que
poco le importa mientras no pierdan el estatus en el que viven; y del otro
lado, los refugiados olvidados y expuestos en la división social.
Una obra que
si bien cuesta clasificar e intentarlo sería inútil, pues una vez más sus miedos,
sus fantasmas, su humor macabro y sus obsesiones, están por encima del todo, lo
que sí se puede afirmar, es que no es un filme para un público mayoritario. Hay
instantes que sinceramente cuesta seguir la narración por esa ruptura del
tiempo, por más esfuerzo que se haga y eso precisamente es lo que Haneke
pretende en sus obras, con mayor o menor acierto. No quiere un espectador fácil, quiere aquel que piense y sea
paciente, y yo afirmaría que además ese espectador se atreva a incluir las
piezas del puzzle que él omite intencionadamente, o no.
Cuenta con una
excelente fotografía de la mano de Christian Berger y
unas interpretaciones muy correctas, que aun no entiendo como en algunos
momentos, los actores pudieron entrar en situación.
Mi
nota es: 7
ESTRENO
en ESPAÑA: 20 de Julio
REPARTO:
Isabelle Huppert, Jean-Louis Trintignant, Mathieu Kassovitz, Fantine Harduin,
Toby Jones, Franz Rogowski, Laura Verlinden, Aurélia Petit, David Yelland,
Maryline Even, Frédéric Lampir, Dominique Besnehard, Alexandre Carriere, Bruno
Tuchszer, Nathalie Richard, Hassam Ghancy, Nabiha Akkari, Hille Perl, Philippe
du Janerand, Maëlle Bellec, Joud Geistlich, Jack Claudany, Timothé “Tim”
Buquen, Waël Sersoub, Marie- Pierre Feringue y David El Hakim.
PRODUCTORA:
Les Films du Losange/ X Filme Creative Pool/ Wega-Film/ arte France Cinéma/
France 3 Cinéma/ Westdeutscher Rundfunk (WDR), Bayerischer Rundfunk (BR)/ Arte
France/ Le Studio Canal+/ Ciné+/ Centre National du Cinéma/ France Télévisions/
ORF Film/ Fernseh-Abkommen/ Filmförderungsanstalt/ Eurimages
DISTRIBUIDORA
en ESPAÑA: Golem Distribución.
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