sábado, 14 de julio de 2018

LAS GRIETAS DE JARA: CRÍTICA DE CINE


Las grietas de Jara está dirigida por el argentino Nicolás Gil Lavedra. ¿Una grieta física o social de un país donde la corrupción, aunque haya mejora en los últimos años, sigue siendo el pan de cada día? Cuenta con guion del propio Nicolás Gil Lavedra junto a Emilio Torres, basándose en la novela de Claudia Piñeiro.

          Leonor (Sara Sálamo) entra en el estudio de arquitectura Borla y Asociados, preguntando por Nelson Jara (Óscar Martínez), pues desde hace un tiempo, ha perdido el contacto con él. Las miradas y la forma de esquivar la pregunta sobre el paradero del Señor Jara, por parte del arquitecto Pablo Simó (Joaquín Furriel), su jefe Mario Borla (Santiago Segura) y la socia de este último, Marta Hovart (Soledad Villamil), evidencian que guardan algún secreto inconfesable.

          El espectador irá descubriendo la verdad a través de los flashback que tiene pablo sobre Nelson Jara, el propietario de una vivienda que sufre una grieta importante en su salón y lo achaca a las obras que la empresa Borla y Asociados están realizando al lado de su edificio. Les solicita una indemnización por los daños que le están ocasionando. ¿Qué hay de verdad y mentira? ¿Cómo actuará la empresa? ¿Qué ha pasado con Nelson Jara?

         Nicolás nos adentra en una historia oscura y misteriosa, envuelta en los problemas sociales y políticos que atraviesa Argentina. La estafa en los inmuebles es simplemente una excusa para denunciar la corrupción existente aún en ese país, donde pocos se salvan en lo político, empresarial, social  y las propias administraciones, provocando con ello, como suele suceder tantas veces, que el ciudadano tome cartas en el asunto y los atajos que sean necesarios, utilizando la argucia para solventar su economía, sus necesidades y sus problemas, con el mínimo esfuerzo, aunque no sea lícito. Una obra con un final revelador.

          Una sociedad de juguetes rotos para algunos, solo necesarios para cuando hay que votar y olvidados el resto del tiempo, viviendo en una sociedad que respira tristeza y agonía, cuando debería ser lo contrario, pero nada cambiará, nada se solucionará, hasta que los engaños, los trapicheos y la codicia de unos, cese para el beneficio de todos.

          Interpretaciones muy correctas como nos tiene acostumbrados el cine argentino, destacando al trío formado por Oscar Martínez, Joaquín Furriel y Soledad Villamil y suspendiendo una vez más a un Santiago Segura, que no deja de imitarse a sí mismo, resultando cansino con un registro actoral carente de toda expresividad, naturalidad y quedando burlesca su imitación del acento argentino. Pero parece que este cómico, no es consciente de sus limitaciones y equivocaciones. Osado es un rato.

           Mi nota es: 6,5

          ESTRENO en ESPAÑA: 13 de Julio

          REPARTO: Oscar Martínez, Joaquín Furriel, Soledad Villamil, Sara Sálamo, Laura Novoa, Santiago Segura, Zoe Hochbaum.

          PRODUCTORA: Coproducción Argentina-España/ MyS Producción/ Gaman Cine/ Telefe/ Cindy Teperman/ Benteveo Producciones Audiovisuales/ DK Group/ Royal Cinema Group/ Non Stop Digital/ Bowfinger Internacional Pictures.

          DISTRIBUIDORA en ESPAÑA: 39 Escalones.

 

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