jueves, 6 de septiembre de 2018

CARMEN Y LOLA: CRÍTICA DE CINE


Arantxa Echevarría debuta en la gran pantalla con una obra sincera y atrevida.  Carmen y Lola.

Carmen, es una adolescente gitana (Rosy Rodríguez), aguarda sentada en la cama, vestida para la ocasión, pues va a ser pedida en matrimonio, bajo la tradición gitana y antes de que los jóvenes puedan cometer algún error que lleve la vergüenza a sus familias, pero Carmen tiene una amiga muy especial, Lola (Zaira Morales).

Ambas se han conocido en el mercado donde sus familias tienen puestos de vendedores y desde el primer instante, las dos jóvenes se sienten atraídas. Lola no puede ocultar su amor por Carmen, mientras Carmen en un principio se resiste. Ella está comprometida en matrimonio y para los gitanos ese tema es sagrado.

Como suele ocurrir cuando asisto a un visionado, no me gusta saber nada ni de la trama, ni siquiera de lo que se está hablando de dicho filme. Prefiero ser sorprendido para bien o para mal, cuando me siento en la butaca y se apagan las luces. Arancha Echevarría con su ópera prima, me ha sorprendido positivamente, ante la sencillez y naturalidad con la que aborda temas como la homosexualidad femenina y la comunidad gitana,  que como bien sabemos, poseen unas tradiciones y costumbres muy diferentes a la de los payos. Y aquí Arancha, no se despeina al presentarnos un amor entre dos gitanas adolescentes.

En el titular hablo de una obra sincera y atrevida. Sin la menor duda lo es, y mucho más. Está rodada con una honestidad y sencillez asombrosa, haciéndonos partícipes del día a día de estas chicas y sus familias. Del trabajo de vendedores ambulantes que comienza antes de que despunte el día, de las costumbres, tradiciones y el machismo tan fuertemente arraigado en su cultura, y aun haciendo una fuerte crítica, trata la historia con un gran respeto.

Un retrato actual y a la vez tradicional, en el cual las chicas gitanas desean estudiar para no convertirse en peluqueras, algo que irrita a Carmen, cuando le hablan que ese es su futuro. Donde los chicos gitanos se aferran a su masculinidad machista hasta el punto de no admitir que una mujer les diga que no, pues son ellos los que deciden si una chica va a ser o no su esposa. Donde los padres sienten vergüenza y prefieren repudiar a un hijo o hija, antes de sentirse humillados ante su comunidad. Donde la puesta de largo de las hijas ante la pedida en matrimonio se convierte en una gran fiesta,  pues su hija conserva su virginidad. Su más preciado tesoro. Un retrato tan naturalista en la gran pantalla, que estremece y enmudece el alma.

Pero Arantxa no se limita con presentar una dirección correcta y un fabuloso guion; mima a cada personaje y para darles vida, no ha recurrido a actrices conocidas, sin duda, para que esa verdad que quiere exponer, sorprenda, lográndolo con creces. Zaira y Rosy asombran con la espontaneidad con que defienden a sus personajes. Moreno Borja, como padre de Lola, está simplemente fantástico; pero la interpretación que más me sorprendió, ha sido la de Rafaela León, como madre de Lola, en un personaje que desgarra el alma ante todo lo que tiene que sufrir con y por su hija.

La fotografía de Pilar Sánchez Díaz y la música de Nina Aranda, están tan cuidadas, que parecen estar fusionadas con toda la historia, agradeciendo que no distraiga en ningún instante al espectador, pero que logren fortalecer cada fotograma.

Mi nota es 8,5

ESTRENO en ESPAÑA: 7 de Septiembre


REPARTO: Zaira Morales, Rosy Rodríguez, Moreno Borja, Carolina Yuste, Rafaela León.

PRODUCTORA: Tvtec servicios audiovisuales/ ICAA.

DISTRIBUIDORA en ESPAÑA: Super 8 Media

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