lunes, 3 de septiembre de 2018

MAMÁ Y PAPÁ: CRÍTICA DE CINE


          De entrada se me ocurre describir a, Mom and dad, como la mayor ida de olla que a un guionista y director, en este caso Brian Taylor, se le puede ocurrir. Salvaje e impensable. Eso sí, el espectador se lo pasa en grande desde el inicio hasta el final.

          Una zona residencial tranquila. Familias acomodadas. Convivencia en armonía. Adolescentes que estudian, comparten amigos, juegos e incluso coquetean con los primeros amores. Todo aparentemente normal.

   
       La historia se centrará en una de esas familias, compuesta por el Padre (Nicolas Cage), la Madre (Selma Blair) y sus dos hijos, la adolescente Carly (Anne Winters) y el pequeño Josh (Zackary Arthur). Una familia feliz, en la cual hasta los hermanos se llevan bien, cuidando el uno del otro. Los únicos problemas a los que se enfrentan son, por parte de la madre, el sentir como su hija se aleja de ella, perdiendo la amistad que mantenían, efecto propio en cualquier joven cuando surge la rebeldía de la adolescencia y donde su madre buscará la forma de recuperarla, y por parte el padre, el comenzar  a sufrir la crisis de los años y de no haber realizado los sueños que siempre esperó lograr. Pero todo eso va a cambiar, cuando de repente una mañana en las televisiones y emisoras de radio surge una extraña frecuencia que afecta a los padres volviéndoles, exclusivamente, en contra de sus propios hijos.

          Ante este planteamiento surrealista y totalmente inconcebible para un ser humano, no solo para los dos jóvenes adolescentes, Carly y Josh, el espectador se ve inmerso en una locura absoluta, partiendo de una de las escenas más salvaje y violenta vista en una pantalla, como es la de la llegada de los padres al colegio a recoger a sus hijos y en vez de esperar el recibimiento habitual, no, todo se desata. Me ha traído recuerdos de otra fantástica película, dirigida por el gran Narciso Ibáñez Serrador ¿Quién puede matar a un niño?

          ¿Qué está sucediendo? Se pregunta el espectador atónito ante lo que está viendo, pasando a las carcajadas y frenesí, y olvidándose de las preguntas.

          Brian Taylor no solo dirige este tremendo filicidio, sino que también es el guionista y sinceramente, me gustaría saber en qué pensó cuando no solo lo escribió, sino el atreverse a filmar esta macabra historia con grandes dosis de humor negro.

          Desde que recuerdo haberme sentado en una butaca de cine y de eso hace ya mucho tiempo, jamás había visto una película tan salvajemente alocada, descabellada y a la vez alcanzar tal grado de hilaridad, que logra enloquecer al propio espectador, consiguiendo que la mente experimente el vértigo de estar viajando en una extraña montaña rusa de sensaciones, sentimientos encontrados y desconcierto absoluto. Una anarquía llevada al extremo, con una resolución casi orgásmica.


          Un thriller amoral, que curiosamente funciona a la perfección y  podríamos definir como una paranoia que abduce al espectador por las imágenes tan surrealistas y demenciales que desfilan ante sus ojos. Todo ello plasmado bajo la atenta mirada de  Daniel Pearl, con su excelente fotografía, que convierte en algarabía la sala, al menos en el pase visionado durante la V Edición de Nocturna Madrid, donde tuve el placer de disfrutarla. La música del compositor Mr. Bill, también es un elemento a tener en cuenta y es que por instantes, Mom and Dad,  te hace sentir incómodo, mientras que en otros, las carcajada resuenan en todo el cine.  

          Difícil elegir cuales son las mejores interpretaciones, si la de los dos jóvenes hermanos o la de los padres, pero lo que sí tengo claro es que esta película es un gran caramelo para Nicolas Cage, quien borda su papel. Un personaje que parece escrito para su disfrute y el de sus fans, pues logra hasta satirizarse a sí mismo. Selma Blair, su esposa en la ficción, se muestra tan creíble como divertida y ambos, entre expresiones y diálogos donde el vocabulario en ocasiones, llega a resultar poco ortodoxo. Anne Winters y Zackary Arthur, como los jóvenes que tienen que intentar sobrevivir a la locura desatada en la mente de sus progenitores que siempre han cuidado de ellos, es excepcional. Ese amor de protección entre hermanos que darían la sangre el uno por el otro, suaviza toda la tensión acumulada en el espectador.  

          Son muchos los momentos para recordar y no olvidar jamás.  

          Mi nota es: 7

          ESTRENO en ESPAÑA: 31 de agosto

          REPARTO: Nicolas Cage, Selma Blair, Anne Winters, Joseph D. Reitman, Zackary Arthur, Olivia Crocicchia, Brionne Davis, Tyler Sopland, Bishop Stevens, Matthew W. Allen, Dale Miller, Ellen Marguerite Cullivan, George Griffith, Marilyn Dodds Frank, Michelle Poole, Kris Jerome Flowers.

          PRODUCTORA: Armory Films/ Three Point Capital/ Zeal Media.

          DISTRIBUIDORA en ESPAÑA: A Contracorriente Films.

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