jueves, 9 de febrero de 2023

JOYLAND: CRÍTICA DE CINE

Joyland está escrita y dirigida por Saim Sadiq, compartiendo guion con Maggie Briggs. “Una mirada al cine queer desde Paquistán”

Haider (Ali Junejo), está casado con Mumtaz (Rasti Farooq) y viven en la casa paterna con su padre, Rana Amanullah (Salmaan Peerzada) junto a su hermano Saleem (Sohail Sameer), la esposa de éste, Nucchi (Sarwat Gilani) y sus sobrinas. Haider, al no tener trabajo, se dedica a ayudar a todos, incluso en la cocina y en el cuidado de sus sobrinas, hasta que un día encuentra un trabajo en un teatro como bailarín, formando parte del acompañamiento de Biba (Alina Khan), una joven bailarina transexual de la que se enamora, dando un giro a su vida sentimental y familiar. 

El guionista y director, Saim Sadiq, tras asistir a Academia St. Mary`s en Lalazar, amplió su formación estudiando antropología en la Universidad de Ciencias Administrativas de Lahore, graduándose en 2014  y en 2019 con la maestría que obtuvo  en escritura de guiones y dirección en la Escuela de Artes de la Universidad de Columbia en Nueva York. En la dirección se inició con los cortometrajes “Stepmotherland” 2014, “The Letters of Mikael Muhammad” 2015, “Blackbird” 2016, “Pasban (The Caretaker) 2017, “Nice Talking to You” y “Nowhere” en 2018 y “Darling” 2019 para debutar en el largometraje con “Joyland” 2022.

Joyland nos habla de la familia, de la maternidad, de la desigualdad de género y por ende el rechazo hacia la comunidad LGTBIQ+, girando alrededor del patriarcado y el machismo más latente en ese país, Paquistán, cuya sociedad sigue vejando y negando a la mujer sus derechos, ahogando la libertad que por justicia le corresponde. Un filme duro y tremendamente realista que se antoja triste y esperanzador, frustrante, doloroso y por instantes, muy sutiles, casi como en un suspiro, dichoso. Una felicidad que dura  lo que el deseo tarda en darse cuenta de la realidad y de que aun pareciendo que se abren puertas, éstas permanecen bien ancladas para que nada cambie, sujetas a las tradiciones, costumbres y una férrea religión. 

Haider, el  protagonista principal, sobre el que gira la historia, se nos presenta como un fracasado. No tiene trabajo ni beneficio, pero por el contrario es quien se encarga de traer todo a casa, de mantenerla en orden, del cuidado de su padre discapacitado, de ayudar en la cocina, de cuidar de sus sobrinas; un perdedor y débil a los ojos de Rana, cuyo ejemplo lo encontramos en la escena en la que el padre le pide que sacrifique una cabra para celebrar el nuevo nacimiento en la familia y él no puede, mirando al animal con compasión, siendo su mujer quien, quitándole el cuchillo de la mano, cumpla con el cometido. Nadie le respeta y ansioso por ese respeto busca trabajo, hasta entrar a formar parte del cuerpo de baile de Biba, una transexual de la que se enamora, aunque la sumisión congénita que sufre, le persigue como una desalentadora sombra. Una obra a través de la cual, las grandes verdades salen a la luz en pequeños fogonazos, que Saim Sadiq, astutamente nos va desvelando a medida que transcurre la acción, sorprendiéndonos con cada golpe de efecto. Un filme de intensos contrastes e importantes lecturas, denotando que la felicidad no existe más que en los sueños arrebatados, a la vez que manifiesta una severa crítica al patriarcado presente en cada esquina y en donde las apariencias, sosiegan al espíritu. 

Joe Saade, con su aguda fotografía, logra captar con absoluta naturalidad y realismo cuanto la historia nos quiere mostrar y que el lenguaje de la palabra, no llega a alcanzar. Planos sencillos pero efectivos bajo una iluminación tenue e intimista. La banda sonora de Abdullah Siddiqui, se filtra con elegante ingenuidad entre los personajes y espacios retratados. A destacar la magnífica interpretación de Ali Junejo encarnando a Haider, quien además de mostrarnos lo que su mente guarda con celo, nos ofrece la dura realidad de un país sometido a la tiranía del varón y la religión.

Mi nota es: 7,5

ESTRENO EN ESPAÑA: 10 de febrero.

REPARTO: Ali Junejo, Alina Khan, Rasti Farooq, Sarwat Gilani, Sohail Sameer, Salmaan Peerzada y Sania Saeed.

PRODUCTORA: All in Caps Productions// Blood Moon Creative// Film Manufactures Inc. (FMI)

DISTRIBUIDORA EN ESPAÑA: Surtsey Films.

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