domingo, 26 de marzo de 2023

65: CRÍTICA DE CINE

65, está escrita y dirigida por Scott Beck y Bryan Wood. “65 millones de años atrás, un viajero se estrelló en la Tierra”

El astronauta comandante Mills (Adam Driver), está casado con Alya (Nika King) con quien tiene una hija, Nevine (Chloe Coleman). Nevine está enferma y Mills acepta la misión de un viaje espacial que le proporcionará el dinero suficiente para poder intervenir a su hija. Durante el viaje entran en un cinturón de asteroides que les obliga a realizar un aterrizaje de emergencia. La nave queda destrozada en dos partes, alejadas la una de la otra. A la colisión sobreviven Mills y la joven Koa (Ariana Greenblatt), pues el resto mueren en el estado de criogenización en el que se encontraban. Ambos deberán emprender un viaje por un territorio inhóspito que no es otro que la Tierra 65 millones de años atrás, cuando en ella habitaban los dinosaurios y mucho caos.

Los guionistas, productores y directores, Scott Beck y Bryan Wood, se conocen desde la infancia, compartiendo una misma pasión, el cine. Su primer trabajo fue de proyeccionistas a la vez que escribían guiones. En la dirección se iniciaron con los cortometrajes “Yearbook” y “Remembering November” en 2002, “Lost/Fund” 2003, “Univertity Heights”, “Amber” y “Shades” en 2004, “The Bride Wore Blood” 2006 e “Impulse” 2010. Debutaron en el largometraje con “Nightlight” 2015 para continuar con “La casa del terror (Haunt)” 2019 y ahora “65” 2023. Para televisión han realizado capítulos de la serie “50 States of Fright” y el cortometraje “50 States of Fright: Almost There” ambas en 2020.

En  el comienzo escucharemos “65 millones de años atrás, un viajero se estrelló en la Tierra” y es que de alguna extraña manera, Mills viaja a un planeta habitado por dinosaurios muy voraces y al que le falta unos cuantos millones de años para que el primer homo, llamado Homo Habilis, nuestro querido antepasado, apareciera en él, más o menos unos, año arriba año abajo, dos millones y medio. Vaya también por delante que no estamos ante un nuevo parque jurásico, ni lo pretende. “65” posee su propia identidad dentro de la ficción en un tiempo que a todos, en mayor o menor medida, nos causa interés ¿Cómo era la vida realmente en nuestro planeta, antes de que el hombre lo pisara, lo dominara y más tarde comenzara a destruirlo? Y ¿Qué decir de los siempre bienvenidos dinos?

Es indiscutible quienes firman este proyecto, pues Scott Beck y Bryan Wood siguen la estela de la historia que en su día escribieron y adquirió Paramount para ser John Krasinski quien nos sorprendiera en la gran pantalla con “Un lugar tranquilo”. La fórmula es muy similar, en aquella situación una familia debía sobrevivir ante una invasión extraterrestre, en nuestra época, cuyos alienígenas atacaban ante el menor ruido; en esta ocasión los personajes se enfrentan a un enemigo demoledor, que cazaba ante el menor movimiento o sonido, dinosaurios en todos los tamaños y formas.

Aquí los dos personajes tienen una doble misión, por un lado llegar hasta la nave de salvamento y salir pitando ante lo que se avecina y la segunda, la más importante, sobrevivir a los dinosaurios, que por cierto, me resultan más creíbles y menos maquillados que los que nos ofreció en su día “Parque Jurásico” del gran maestro Steven Spielberg (Vaya por delante, que disfruto con cada una de las entregas de la franquicia). Y por si todo esto fuera poco, los guionistas y directores se ensañan con sus personajes con el uso del idioma y el lado emocional, sobre este último prefiero no develaros nada para que lo descubráis vosotros mismos pero en cuanto  al idioma, en aquel “Un lugar tranquilo” entraba en valor el lenguaje de signos ante la palabra hablada y en esta, la diferencia de idiomas con lo que los gestos sustituyen a las palabras, aunque les escuchemos hablar en algunas ocasiones; lo que me lleva a reflexionar sobre la importancia que Scott y Bryan le dan a la comunicación verbal.

Una película que hace guiños al género de ficción y para ello mencionaré las dos primeras que me vinieron a la mente, “Enemigo mío” 1985 de Wolfgang Petersen o la más reciente “After Earth” 2013 de M. Night Shyamalan, en referencia a la amistad o la propia necesidad de la unidad ante la soledad, lo desconocido o la adversidad; y si algo se agradece en esta película, es que en dicho planeta no nos topemos con habitantes humanos o humanoides entre tanto caos cósmico, salvo nuestros viajeros, que se enfrentarán a un planeta rodeado de géiseres, arenas movedizas, temblores de tierra, cielos plomizos y un largo etc., nada que no nos podamos encontrar en un planeta inestable y constantemente atacado por meteoritos de todos los tamaños. Así que el camino no será fácil y a ese viaje, estamos invitados.

En resumen “65” es una película modesta y disfrutable, con dosis de emoción y tensión, contando con dos interpretaciones creíbles hasta el punto que el espectador no precisa de más personajes pululando a su alrededor, una puesta en escena apocalíptica y una dirección contenida, cuidando los detalles y algo que se agradece, un correctísimo metraje, pues no hay que dilatar en el tiempo lo que no es necesario.

Mi nota es: 7

ESTRENO EN ESPAÑA: 24 de marzo

REPARTO: Adam Driver, Ariana Greenblatt, Chloe Coleman y Nika Williams.

PRODUCTORA: Beck Woods// Raimi Produtions// Sony Pictures Entertainment.

DISTRIBUIDORA EN ESPAÑA: Sony Pictures Releasing de España.

2 comentarios:

  1. Sin duda la veré, una puntuación de 7 lo merece.

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    1. Espero que te guste, a mí me resultó interesante. Saludos

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