La coproducción entre Portugal y Francia, Fuego Fatuo está dirigida por João Rodrigues con guion de Paulo Lopes Graça, João Rui Guerra de Mata y João Pedro Rodrigues.
La narración nos sitúa en el año 2069 en una habitación de paredes blancas con un camastro en el centro, en el que yace el cuerpo del príncipe Alfredo (Joel Branco). Al lado un niño, Sancho (Vasco Redondo) juega con su camión de bomberos sobre el cuerpo del difunto. El Flashback nos retrotrae al año 2011, cuando Alfredo era joven y vivía con sus dos hermanas y sus padres, Eduardo (Miguel Loureiro) y Teresa (Margarida Vila-Nova). Su padre le inculca el amor a la naturaleza y los árboles. Pasados unos años escucha en las noticias los incendios que se están propagando por el país y Alfredo (Mauro Costa) decide hacerse bombero. Ingresa en el cuerpo de bomberos y conoce a Afonso (André Cabral), un instructor con el que mantendrá una relación amorosa y secreta.
El director, João Rodrigues, estudió en la Escuela Superior de Teatro y Cine en Lisboa - Portugal. Trabajó como Ayudante de Dirección y Montador hasta que se inició en la dirección de cortometrajes: “O Pastor” 1988, “Parabéns!” 1997, “China,China” 2007, “Alvorada Vermelha” 2011, “Corpo de Afonso”, “Manhã de Santo António” 2012, “Mahjong” y “Venice 70: Future Reloaded” 2013, “IEC Long” 2015, “Où en êtes-vous, João Pedro Rodrigues?” 2017, “Um Quarto na Cidade” 2022. En el mediometraje nos encontramos con “Esta É a Minha Casa” 1997 y “Viagem à Expo” 1998. En el largometraje debuta con “El fantasma” 2000 y continúa “Odete” 2005, “Morir como un hombre” 2009, “A Última Vez Que Vi Macau” 2012, “El ornitólogo” 2016 para terminar con “Fuego Fatuo” y “Onde Fica Esta Rua? ambas en 2022.
Rodrigues aprovecha muy bien los 67 minutos de metraje que dura su trabajo, para mostrarnos una historia que navega entre la comedia y el drama, dando espacio a varios números musicales como el canto a los árboles o el que se desarrolla en la estación de bomberos. Una fantasía que nos habla del amor homosexual e interracial, la familia y la política, los sueños y la realidad, las responsabilidades y los deseos, sin olvidarse de la concienciación hacia el medio ambiente y la destrucción indiscriminada de los montes provocada por los incendios, el calentamiento global o el hacer mención a esa maldita enfermedad que recientemente marcó para siempre al planeta, el Covid-19.
Una obra teatralizada fijando la cámara en planos generales y de larga exposición, rompiendo la cuarta pared y utilizando las puertas correderas del salón, para preservar la intimida del hogar, como avisando al espectador de que hasta ahí puede ver y escuchar. El primer ejemplo lo encontramos tras la conversación que mantiene Alfredo con sus padres sobre su deseo de ser bombero, Teresa abandona la mesa lentamente y mirando a la cámara dice “Con permiso” y cierra las dos puertas, dando paso a un nuevo cambio de escenario.
Un filme que bien se podría definir como un collage de pequeñas piezas, desde la bucólica, reivindicativa y ya mencionada, cantando a los amigos árboles; las reuniones familiares que dan pie a la crítica de las clases sociales, el momento cultural en el que los bomberos muestran con su desnudez cuáles serán las estampas para el nuevo calendario, inspirándose en cuadros famosos; los entrenamientos para ser bomberos, el humor irreverente al más puro estilo almodovariano como la escena de las dos mujeres vestidas de luto riguroso durante el velatorio (el detalle de las cadenas que sujetan las gafas, es de lo más cómico al igual que la conversación que mantienen) o el amor que surge entre Alfredo y Afonso, con imágenes de sexo explícito. Una extraña combinación de piezas que encajan con precisión en ese puzle personal y satírico. Un filme que el espectador no debe tomarse en serio, sino dejarse llevar por la imaginación loca de unos guionistas y la dirección por momentos “descabellada” de un director, al que sus actores le siguen como corderos al matadero. Un extraño ejercicio cinematográfico que tiene la virtud de captar la atención, gracias en gran parte a su corta duración y lo hipnótico de sus imágenes.
Mi nota es: 6
ESTRENO EN ESPAÑA: 31 de marzo.
REPARTO: Mauro Costa, André Cabral, Joel Branco, Anabela Moreira, Margarida Vila-Nova, Miguel Loureiro, Ana Bustorff, Raquel Rocha Vieira, João Villas-Boas, Cláudia Jardim, Joana Barrios, Paulo Bragança, João Caçador, Catarina Marques, Mário Santos, Maria Miquel Rodrigues, Oceano Cruz, Dinis Vila-Nova, Luisa Castelo Branco, Vasco Redondo, Teresa Madruga.
PRODUCTORA: House on Fire// Filmes Fantasma// Terratreme Filmes
DISTRIBUIDORA EN ESPAÑA: Vitrine Filmes.
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