LOS
AMORES FEROCES en el Teatro de la Abadía del 18 de septiembre al 12 octubre.
TEATRO DE LA ABADÍA presenta
“LOS AMORES FEROCES” dramaturgia de Jorge Volpi sobre la poesía de Octavio Paz
y la puesta en escena de Rosario Ruiz Rodgers. Del 18 de septiembre – 12 de
octubre
El amor, el
erotismo y la sexualidad protagonizan la primera producción
propia de la temporada de La Abadía en “Los amores feroces”. Tomando como
punto de partida La llama doble, de Octavio Paz, la obra recopila los
poemas, ensayos y cartas del círculo próximo del autor mexicano, con
dramaturgia de Jorge Volpi y puesta en escena de Rosario Ruiz Rodgers. La nueva
producción propia del Teatro de La Abadía, Los amores feroces (juego
escénico para cuatro amantes), se estrena el 18 de septiembre y cuenta con
un reparto compuesto por Leonardo Ortizgris, Lucía Quintana, Isabel Pamo y
Germán Torres, para hablar del amor, el erotismo y la sexualidad; en las
diferentes etapas de la vida.
La pieza explora temas
profundos y apasionados, inspirándose en la riqueza lírica y emocional de la
poesía de Octavio Paz, uno de los poetas más influyentes de México y ganador
del Premio Nobel de Literatura en 1990. Jorge Volpi, reconocido novelista y
ensayista mexicano, adapta estas obras poéticas al teatro, mientras que Rosario
Ruiz Rodgers aporta su visión como directora para llevar esta creación a
escena.
La llama doble es un
ensayo del poeta mexicano Octavio Paz, publicado en 1993. En esta obra, Paz
explora los conceptos de amor y erotismo desde una perspectiva filosófica,
histórica y cultural. El título alude a la dualidad del amor como una fuerza
que combina pasión física (erotismo) y conexión espiritual, representada como
una llama que arde en dos dimensiones.
Paz analiza cómo el
amor y el erotismo han sido concebidos en diferentes culturas y épocas, desde
la antigüedad hasta la modernidad, destacando su evolución y su papel en la
experiencia humana. Examina la tensión entre el deseo carnal y el amor
idealizado, así como la relación entre el individuo y la sociedad en la
construcción de estas ideas. A través de su prosa poética, combina reflexiones
sobre literatura, mitología, religión y psicología, con referencias a autores
como Platón, Sade, Freud y los poetas del amor cortés.
El ensayo se estructura
en capítulos que abordan temas como el mito del amor, la sexualidad en
diferentes tradiciones, el papel del cuerpo y el alma, y la búsqueda de la
trascendencia a través del amor. Paz argumenta que el amor es una experiencia
universal pero profundamente personal, un acto de creación que desafía las
normas sociales y trasciende el tiempo.
Los cuatro
amantes del conjunto escritural del autor mexicano pertenecen a diferentes
generaciones, ya que para Rosario Ruiz Rodgers «también es importante
en esta función dar visibilidad a estas tres realidades de amor, sensualidad y
sexualidad, en las diferentes etapas de la vida, no solo en la
juventud, donde es más fácil identificar, por ejemplo, el enamoramiento, sino
también cómo se expresa y se comparte lo sensual o lo sexual en las épocas más
adultas e incluso finales de nuestra vida». Para plasmar esto en el escenario,
el equipo artístico ha contado con Kateryna Humenyuk quien
ha ayudado en la exploración del cuerpo y en la palabra en movimiento que
se podrá ver sobre el escenario a partir del 18 de septiembre. El resultado ha
sido un proceso de montaje profundamente colectivo y físico, en el que el
equipo, con Rosario al frente, busca «despertar los sentidos del público, poner
su ingenio a trabajar y conmoverle».
Las dos actrices del
montaje se pronuncian en sintonía con esa idea. Isabel Pamo, que
interpreta a Elena Garro, la primera mujer de Octavio Paz, señala que
“aunque también es una forma de reivindicar una figura importante del realismo
mágico más olvidada como es Elena Garro, al darle su espacio en la vida de
Paz, su función en esta obra es hablarnos de las primeras etapas del amor.
Encarna el enamoramiento, los celos inesperados, lo pasional… Un amor más
embarrado, menos reflexivo, frente a otros personajes que aparecen en otras
etapas”. Para Lucía Quintana, “creo que la obra es una disertación sobre
el amor, la búsqueda del amor, las diferentes formas de amar y también nos
ayuda a pensar, también con el cuerpo, cómo amar mejor”.
«“¿Qué ve la pareja en
el espacio de un parpadeo?”, se pregunta Octavio Paz, cuyas reflexiones —y
experiencias— sobre el amor lo ocuparon desde sus primeros poemas hasta su
muerte. “Escribo sobre lo que he vivido y vivo”, escribió en La llama
doble (1993), su principal texto sobre el tema y uno de sus últimos
libros.
En los años sesenta,
cuando se traslada a la India como embajador de México, Paz padece los
sacudimientos que lo llevan a escribir algunos de sus mejores poemas amorosos.
Es entonces cuando al fin se divorcia de Elena Garro, su gran amor de juventud,
con quien ha tenido un matrimonio siempre tormentoso y quien entonces es amante
de Adolfo Bioy Casares. Entretanto, el poeta inicia una relación no menos
agitada con la artista Bona Tibertelli, esposa del poeta André-Pieyre de
Mandiargues. Paz no saldrá de este juego de pasión, traiciones y celos hasta
que, poco después, se enamore de Marie-José Tramini, con quien vivirá hasta sus
últimos días. Los amores feroces se propone poner en escena los
eternos sobresaltos del sexo, el erotismo y el amor».
Jorge
Volpi
Compra
de entradas:
Equipo
artístico
Textos originales:
Octavio Paz
Dramaturgia: Jorge
Volpi
Puesta en escena:
Rosario Ruiz Rodgers
Reparto: Leonardo
Ortizgris, Isabel Pamo, Lucía Quintana y Germán Torres
Escenografía y vestuario: Ikerne Giménez (AAPEE)
Iluminación: Alberto
Rodríguez Vega (AAIV)
Música y espacio sonoro:
Julián Mayorga
Asistente de música y
diseño sonoro: Julián Segovia Soriano
Ayudante de dirección:
Kateryna Humenyuk
Coordinación de
intimidad: Rebeca Medina
Agradecimientos: Mar
Navarro
Producción: Teatro
de La Abadía
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