miércoles, 20 de junio de 2018

EL ORDEN DIVINO: CRÍTICA DE CINE


          El orden divino” o el sufragio del voto de la mujer, está dirigida por la suiza Petra Biondina Volpe quien además lleva el peso del sólido guion.

          Nos encontramos en un pueblo suizo en 1971. Nora es ama de casa (Marie Leuenberger) vive tranquilamente junto a su marido Hans (Maximilian Simonischek), sus dos hijos y su suegro. Disfruta de la amistad de la gente del pueblo, pero un día todo cambia, cuando decide trabajar y su marido se lo prohíbe.  Sin la aceptación del marido, las mujeres no podían trabajar.  

          En plena irritación por la negación de su pareja, Nora conoce a dos activistas feministas que están en lucha por el sufragio femenino y se une a ellas. La decisión no cae nada bien en el pueblo y menos cuando las mujeres deciden ponerse en huelga.

          Una obra inteligentemente narrada con una dirección elegante y efectiva. A caballo entre el drama y la comedia, será el primero el que predomine, pues Petra nos presenta sin tapujos la “violación” de una parte de los derechos fundamentales del ser humano. El estar sometida bajo el yugo del marido, la oposición al derecho a la igualdad y por supuesto, ese sufragio universal, que aún muchas personas desconocen lo duro que resultó para las mujeres llegar a conseguir votar, como un ciudadano más.  Dignidad, igualdad y libertad, que la mujer no tenía, simplemente por ser mujer.

          18 años hace que hemos entrado en el nuevo siglo y muchos jóvenes no comprenden que en la década de los 70, la mujer en muchos países, seguía bajo la dictadura del hombre, apoyados como siempre, no solo por el Estado, sino por las falsas doctrinas de la iglesia. Un drama con diálogos precisos y directos hacia la mente del espectador, con un elenco actoral femenino, perfecto, destacando a Marie Leuenberger, con quien tanto el espectador masculino como femenino, empatiza desde las primeras imágenes, mientras se desplaza con su bicicleta por las calles del pueblo. Incluso en su pedalear, despierta credibilidad; y a una encantadora Sibylle Brunner en el personaje de Vroni. En el lado opuesto nos encontramos con la impecable interpretación de Maximilian Simonischek, debatiéndose en sus luchas internas, entre el amor que profesa a su mujer y su condición como hombre dentro del seno de la comunidad. Las emociones y sentimientos, combatiendo con la realidad y la humillación de sus compañeros. 

       El montaje, el ritmo, la magnífica fotografía de Judith Kaufmann y la banda sonora de Annette Focks, serán los elementos, junto a todo lo ya expuesto, los que proporcionen a este filme, convertirse en una obra más que interesante de ser visionada para entender que en ocasiones la mirada al pasado nos sirve para no caer en errores, y saber avanzar hacia un futuro plural y de igualdad, que aunque parezca que todo está conseguido, aún falta mucho para que no existan diferencias entre hombres y mujeres.
 
           Una obra que deja un poso cálido, entrañable, realista y humanista.
          Mi nota es: 8
        ESTRENO en ESPAÑA: 22 de Junio

       REPARTO: Marie Leuenberger, Maximilian Simonischek, Rachel Braunschweig, Sibylle Brunner, Marta Zoffoli, Bettina Stucky, Noe Krejcí, Finn Sutter, Peter Freiburghaus, Therese Affolter, Ella Rumpf, Nicholas Ofczarek, Sofia Helin, Elias Arens, Mirjam Zbinden, Marietta Jemmi, Kristin Flückiger, Urs Bosshardt, Fabienne Hadorn, Sandra Ulzinger, Steffi Friis, Walter Leonardi e Ingo Ospelt.

      PRODUCTORA: Zodiac Pictures Internacional

     DISTRIBUIDORA en ESPAÑA: Surtsey Films.

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