lunes, 25 de junio de 2018

FORMENTERA LADY: CRÍTICA DE CINE

          Soberbia interpretación de José Sacristán en Formentera Lady,  la ópera prima de Pau Durà. Los viejos hippies nunca mueren.

          Samuel (José Sacritán) es un hippie que llegó a la isla de Formentera en los años 70 cuando dicho movimiento se instaló allí, para quedarse para siempre. Su vida es tranquila y monótona, su único trabajo es tocar el banjo en un garito. Nada altera ya a su ser, ni pretende que lo haga.

    
      Un día, al llegar a su vieja cabaña, se encuentra con la visita de su hija Anna (Nora Novas) junto a su nieto Marc (Sandro Ballesteros). Anna le explica que precisa trabajar, que lleva demasiado tiempo sin encontrar nada y que le han ofrecido un trabajo en Francia, trabajo al que debe acudir sola. Tras una breve discusión entre padre e hija, Samuel acepta que Marc se quede con él, por un tiempo.

          Pau recuerda que  mientras pasaba unos días con su mujer embarazada de gemelos en la isla de Formentera, en Agosto de 2009, pensó en el conflicto que podría surgir entre la responsabilidad familiar y la libertad propia del hipismo.

          Nos presenta bajo esta idea, una visión del paso del tiempo para unos y la detención del mismo para otros. El cómo los viejos hippies, los románticos y soñadores, aún sobreviven en la isla, como sucede en otros puntos de nuestra geografía, sin mayores preocupaciones. Una vida sencilla y bohemia, exenta de modernidades del Continente, como Samuel llama a la Península. 
         Pau Durà nos sumerge en un viaje especial a través de la figura de Samuel, vagando por un espacio prácticamente virgen entre la tierra y el mar, acompañado del sonido de su viejo banjo, junto a otros compañeros como, Greta (Pepa Juan), Toni (Jordi Sánchez) o Juan (Ferran Rañé). Isleños que disfrutan de lo que tienen, sin buscar mayores riquezas. Pero Pau también nos somete a un drama familiar, al desempleo y la búsqueda de trabajo más allá de lo deseado, dejando atrás a seres queridos. El engaño y desengaño. A quienes sin tener culpa de nada, padecen el sufrimiento de los mayores, como son los niños y sobre todo, en ese viaje, comprender que refugiarse en el pasado en ocasiones, está bien, pero siempre teniendo la mirada en el futuro. El futuro siempre nos trae sorpresas agradables, aunque pueda costar adaptarse a ellas. 
        Una narración sencilla, modesta y ante todo honesta. Entre los rincones de una isla y los sentimientos de sus habitantes.

        Muestra con naturalidad cada espacio y cada corazón de sus habitantes. Sus alegrías, sus tristezas, sus miserias, los recuerdos y hasta la forma en que se resignan ante lo evidente. Un pasado en contraste con el futuro que  representa Marc, extrañado de que no haya luz en la casa o que se tenga que duchar con agua fría, mientras en sus manos sostiene su máquina de videojuegos.

          Correctísimas interpretaciones, como ya comenté en el comienzo, con un impecable José Sacristán acompañado de la magnífica interpretación del joven Sandro Ballestero. Un montaje muy adecuado apoyado en la estupenda fotografía de Miguel Llorens.
“Abrigarse en ocasiones con el espíritu del viejo hippie, beneficia al alma”
          Mi nota es: 7
         ESTRENO en ESPAÑA: 29 de Junio

          REPARTO: José Sacristán, Jordi Sánchez, Nora Navas, Ferran Rañé, Sandro Ballestero.

          PRODUCTORA: FoscaFilms/ Sunrise Picture/ Good Machine Films/ La Perifèrica Producciones

          DISTRIBUIDORA en ESPAÑA: Vértice Cine.

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