miércoles, 7 de julio de 2021

QUERIDOS CAMARADAS: CRÍTICA DE CINE

Queridos Camaradas, está dirigida por Andrei Konchalovsky, compartiendo guion con Elena Kiseleva.

Estamos en el año 1962, nos encontramos con Lyudmila (Yuliya Vysotskaya), miembro del partido comunista y una gran defensora de los ideales del régimen, levantándose de la cama para ir a buscar la ración diaria de comida, que le corresponde. Mientras se viste, conversa y discute con su amante, que permanece en la cama, sobre la subida de los precios y lo imposible que se está poniendo la situación política y económica.

Svetka (Yulia Burova) es hija de Lyudmila y activista contra el régimen. Acude a la manifestación convocada en protesta por la bajada de los salarios en la empresa del motor. El gobierno tiene como ley no atentar contra ningún ciudadano, pero esa ley se la saltan, cuando en medio de la manifestación, los soldados disparan a los manifestantes, provocando una masacre. Lyudmila vive la revuelta con estupefacción, aunque su único objetivo, en esos momentos, es encontrar a su hija desaparecida, viva o muerta. 

Para poner en situación al lector/espectador, cabe reseñar que la huelga obrera, en la que se centra la película, tuvo lugar en la ciudad rusa de Novocherkassk en 1962, bajo el mandato de Khrushchev, en la Planta de Locomotoras Eléctricas. La tragedia se desencadenó ante el hartazgo de los obreros de las fábricas por la subida de los precios en los productos básicos, principalmente la carne, y la bajada de los salarios. La chispa saltó cuando Kurochkin, el gerente de la fábrica mencionada, estaba hablando a los manifestantes y dos mujeres se acercaron a los trabajadores ofreciéndoles una bebida y unas pastas. Kurochkin observó la escena en silencio y no se sabe si molesto o queriendo hacer una gracia, les comentó “Ustedes dicen que no hay dinero para carne o salsa y aquí están mojando pastas redondas con Pluck”. La ira se desató entre los trabajadores respondiendo “Además los bastardos tienen las agallas de burlarse de nosotros”. La sirena de la fábrica resonó con fuerza y a los huelguistas se fueron uniendo más ciudadanos. Los disparos, supuestamente al aire, que se produjeron durante la manifestación, terminaron con la vida de 30 obreros, en una ciudad con una población inferior a los 180.000 habitantes. Este hecho fue ocultado y guardado en secreto por la KGB y el Ministerio Soviético de Interior, hasta que salió a la luz a finales de los años 80. 

El guionista, productor y director de cine, Andrei Konchalovsky, estudió durante 10 años en el Conservatorio de Moscú, con el fin de ser pianista. Continuó sus estudios graduándose en el programa de dirección del VGIK con Mikhail Romm. Rueda su primer cortometraje “El niño y la paloma” en 1961 y debuta en el largometraje con dos obras, “La felicidad de Asia” y “El primer maestro” en 1966, a las que siguieron  “Nido de nobles” 1969 y “Tío Vania” 1971(Concha de Plata Festival de San Sebastián). Debido a su extensa filmografía, solo mencionaré algunos de sus éxitos como “Siberiada” 1978 (Premio especial del Jurado en el Festival de Cannes), “El tren del infierno” 1985 (Nominada y premiada en diversos certámenes), “Vidas distantes” 1987 (Nominada y premiada en diversos certámenes), “El círculo del poder” 1991,  “Lumière y compañía” 1995, “La casa de los engaños” 2002 (Gran Premio del Jurado en Venecia), “A cada uno su cine” 2007, “El cartero de las noches blancas” 2014 (León de Plata a Mejor Director en Venecia), “Paraíso” 2016 (Nominada y premiada en diversos festivales) o la dirigida el pasado año y que ahora llega a nuestras pantallas “Queridos Camaradas” 2020 (Nuevamente nominada y premiada en diversos festivales)

Ambientada en los años 60 y  en un impoluto blanco y negro, “Queridos Camaradas”, se presenta al público como un filme duro, desgarrador y dramático. Está rodado en formato 4:3, lo que provoca que el espectador sea testigo directo de uno de los episodios más dolorosos de la historia de la Unión Soviética, de la tensión que se vivió, de la cercanía e intimidad de los personajes con el espectador, quienes nos van desvelando, a través de una narración escrupulosamente cuidada en sus imágenes y diálogos, el fracaso de un régimen que en vez de cuidar del pueblo, como presumían, lo estaban asfixiando. Pero el director no solo recrea la parte histórica, que ya de por sí resulta interesante y cruel, sino que toma como protagonista a una mujer, defensora del régimen, que tendrá que lidiar con sus ideales, mientras que busca a su hija entre los muertos, pues sabía que la joven estaba en la manifestación.

Andrei Konchalovsky ejecuta un trabajo pulcro, sin que le tiemble el pulso y cuidado en los detalles, apoyándose en la magnífica fotografía en blanco y negro del directo Andrey Naidenov, quien nos sobrecoge con el realismo con que dota a las imágenes. Destacar las excelentes interpretaciones de sus actores y actrices, entre quienes sobresale el deslumbrante trabajo de  Yuliya Vyotskaya, en el papel de mujer política y madre coraje.

Mi nota es: 8

ESTRENO en ESPAÑA: 9 de Julio

REPARTO: Yuliya Vysotskaya, Vladislav Komarov, Alexander Maskelyne, Andrei Gusev, Yulia Burova y Sergei Erlish.

PRODUCTORA: Production Center of Andrei Konchalovsky

DISTRIBUIDORA: VERCINE

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