viernes, 2 de febrero de 2024

LA TIERRA PROMETIDA (THE BASTARD): CRÍTICA DE CINE

La coproducción entre Dinamarca, Noruega y Alemania, La Tierra Prometida (THE BASTARD) está dirigida por Nikolaj Arcel, compartiendo guion con Anders Thomas Jensen. “Dios es caos, la vida es caos”… “No, la guerra es caos”

En el año 1755 Ludvig Kahlen (Mads Mikkelsen) se instala en los desérticos páramos de Jutlandia con la intención de crear el primer asentamiento del rey, haciendo fértil la tierra; pero se encuentra con un obstáculo, Frederik de Schinkel (Simon Bennebjerg), un despiadado terrateniente convencido de que dichas tierras son de su propiedad. Ludvig toma como ayudantes a un matrimonio: Ann Bárbara (Amanda Collin) y Johannes Eriksen (Morten Hee Andersen) que han escapado de las garras del amo y a una pequeña que todo el mundo repudia porque aseguran que trae mala suerte, Anmai Mus (Melina Hagberg). Desde el principio Kahlen deberá luchar con cuantos obstáculos se le ponen en el camino y no precisamente los yermos brezales.

El guionista y director, Nikolaj Arcel, estudió en la Escuela Bernadotte de Hellerup, en la secundaria Østre Borgerdyd y concluyó en la Escuela de Cine de Dinamarca en el 2001. Su proyecto de graduación fue el cortometraje “Woyzeck Last Symphoni” 2001. En el cine debutó con “El juego del rey” 2004 al que han seguido “La isla de las almas perdidas” 2007, “La verdad sobre los hombres” 2010, “Un asunto real” 2012, “La torre oscura” 2017 y este año nos ofrece “La tierra prometida (The Bastard) 2023.

Muchos me diréis y yo afirmo también, que el séptimo arte cuenta con grandes actores, pero ninguno me negará de la prestancia, el saber hacer y del sello indiscutible que aporta Mads Mikkelsen, en cada uno de sus trabajos. Un actor cuyo magnetismo traspasa la gran pantalla, acometiendo con gran naturalidad cualquier proyecto que se le encomiende y lógicamente al “jugar” en casa, en su país natal y bajo las órdenes de un cineasta como Nikolaj Arcel, le reporta mayor confianza y verdad; algo que transmite desde el primer instante en que vemos a ese capitán, que proyecta cultivar una tierra incultivable. Nos regala, a lo largo de sus dos horas de metraje, una excepcional MasterClass interpretativa, pues sobre sus hombros recae todo el peso de este extraordinario filme, en el cual la tierra, siempre generosa con quien es paciente, la escucha, respeta y cuida, cobra un protagonismo de excepción.

Una historia que nos adentra en tiempos pasados sin obviar ningún detalle y que como ya he comentado, la tierra es una de las protagonistas, dadora de vida, seguridad y testigo de las rivalidades sociales y políticas, en el ya lejano siglo XVIII. De una parte contamos con la lealtad y el trabajo representados por Ludving y en el lado opuesto, el cruel y déspota terrateniente Frederick, quien se cree no solo dueño de esas tierras. Al primero le mueve un deseo y un objetivo. El deseo de complacer a su señor, el rey Federico V y el objetivo que tras los resultados obtenidos, con el esfuerzo, el sudor y la tenacidad, sea recompensado con un título y unas tierras en las que vivir el resto de sus días; mientras que su enemigo, solo piensa en sus posesiones y un poder, cada vez más debilitado. Dos contendientes que rara vez pisan el terreno del oponente, pero cuando esto sucede, el horror se cierne entre el dolor, el derramamiento de sangre, la violencia, la impotencia, la furia y la sumisión. Un filme dominado por los abrumadores silencios, las penetrantes miradas y las parcas pero afiladas y sentenciadoras palabras. Un drama de época para el disfrute del espectador.

El filme cuenta con una puesta en escena impecable por la que transitan las venganzas, las supersticiones, la burocracia, la esclavitud, la tiranía, la unidad, los miedos, la tenacidad, la nobleza, las luchas contra el opresor, el orgullo, la supervivencia, el amor, la diferencia de clases y el trabajo; el siempre duro y fatigoso trabajo. Todo ello y mucho más, retratado en la realista y sobrecogedora fotografía de Rasmus Videbæk, mostrando además, las inclemencias del tiempo entre las nubes plomizas, el viento helador que casi podemos percibir y las lluvias torrenciales, bajo tormentas que rasgan el cielo en las sombrías noches, sin olvidar el gran enemigo de su plantación, la nieve.

Las emociones parecen hallarse tan gélidas como el entorno en el que habitan los personajes, pero serán las sutiles miradas, las caricias e incluso los tímidos y necesarios silencios, quienes nos desvelen su humanidad. Humanidad que Arcel no olvida en ningún instante, creando un interesante estudio  del complejo comportamiento del ser humano. Cada personaje está magníficamente definido e interpretado por lo que no destacaré a ninguno de ellos, salvo, como ya he hecho, a su protagonista principal; lo que sí mencionaré de paso, es la dramática y emotiva banda sonora de Dan Romer.

Mi nota es: 8,5

ESTRENO EN ESPAÑA: 2 de febrero.

REPARTO: Mads Mikkelsen, Amanda Collin, Simon Bennebjerg, Melina Hagberg, Kristine Kujah Thorp, Gustav Lindh, Monten Hee Andersen, Thomas W. Gabrielsson, Magnus Krepper, Søren Malling, Morten Burian, Jacob Lohmann y Olaf Hojgaard.

PRODUCTORA: Koch Films// Nordisk Film// SVT// Zentropa// Plaion Pictures// Nordisk Films// TV2

DISTRIBUIDORA EN ESPAÑA: Bteam Pictures.  

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