miércoles, 20 de diciembre de 2017

LA CENA: CRÍTICA DE CINE

          La Cena de Oren Moverman (Invisibles), con guión propio basado en la novela de Herman Kock, nos relata una historia que escarba en esa zona de nuestro consciente, que no desea le muestren algunas realidades.

          Paul (Steve Coogan) y Claire (Laura Linney) son un matrimonio con dos hijos, ambos están invitados a la cena que organiza el hermano de Paul, Stan (Richard Gere) candidato a gobernador, quien está casado con Katelyn (Rebecca Hall)

          No es una cena familiar al uso, ni siquiera de una celebración determinada, sino que Stan desea poner en dicha cena, el fin a un oscuro secreto que esconde la familia de su hermano y que está directamente relacionado con los hijos de ambos.  

          Como sucede durante una cena ostentosa, cada plato es servido y explicado a sus comensales. Así se presenta: La Cena. Cada plato, desde los entrantes al digestivo, nos va ir mostrando una serie de subtramas, como ingredientes exquisitamente seleccionados bajo un gran tema principal y donde el digestivo, más bien se atraganta, ante el potente final, que no es la cuenta, pero sí una deuda con la sociedad.

          Estamos ante una película, dura, incómoda, ¡muy incómoda!, desgarradora, aterradora y punzante que atraviesa nuestra sique sin anestesia. Una obra donde si aparentemente presenta una devastadora hostilidad entre hermanos, a mi parecer, la auténtica rivalidad la forma el coctel molotov de los bajos sentimientos, la confusa moral y ausencia de la misma por instantes, el amor maternal, la verdad, la honestidad, el egoísmo personal, las psicopatías, las mentiras, el poder, la ambición... hacia una realidad  que se muestra con su cara más amarga, para denunciar un cruel pasado.

          Cuatro interpretaciones de auténtico lujo, que van crescendo a medida que la obra va devorando minutos. Cuatro personajes con tal fuerza dramática, que si bien los flashbacks ayudan a comprender las situaciones a esclarecer, se podría prescindir de ellos, pues desearíamos que en pantalla estuvieran en todo momento estos cuatro nombres con mayúsculas: Steve Coogan, Laura Linney, Richard Gere y Rebecca Hall.

          Moverman vuelve no solo a dirigir a Richard Gere, sino el entrar en el mundo de los sin techo y de los peligros que tienen que sortear cada día, no sólo ante las inclemencias del tiempo, sino ante los desalmados y la incomprensión social. En sus películas no existen los tabúes a la hora de golpear conciencias, a la hora de ofrecer diálogos sin ser correctamente político, a la hora de no pensar en agradar al público ávido de palomitas, sino provocar incertidumbre, pues busca y lo consigue, incomodar al espectador consciente de que lo que le está mostrando, en la mayoría de las ocasiones, se intenta evitar en el día a día, mirar hacia otro lado y no querer ver la difícil realidad que nos rodea.

          De nuevo dos ingredientes de los que suelo hablar casi siempre, aquí vuelven a ser imprescindibles como parte del todo, para cada “plato a degustar”. La magnífica fotografía de Bobby Bukowski y sobre todo, Elijah Brueggemann con su banda sonora, aportando las notas que va “escupiendo” el piano y elevar el dramatismo en gran parte del films.

          Recomendable para degustadores de experiencias fuertes.

          Mi nota es un 7,5

          ESTRENO en ESPAÑA: 22 de Diciembre.

          REPARTO: Steve Coogan, Laura Linney, Richard Gere, Rebecca Hall, Chloë Sevigny, Charlie Plummer; Michael Chernus, Seamus Davey-Fizpatrick, Adepero Oduye, Dominic Colón, Joel Bissonnette, Emma R. Mudd, Onika Day, Robert McKay, George Aloi, Benjamin Snyder.

          PRODUCTORA: ChubbCo Film/ Blackbird/ Code Red.

          DISTRIBUIDORA en ESPAÑA: Dea Planeta.

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